Para
quien tenga dudas si el personaje de Catherine Tramell encaja en el
perfil de psicópata solo habría que recordarle la extrema violencia
con la que mata a sus víctimas. Por cierto, con un picahielos, que popularizó como arma asesina en los noventa. De hecho, hay varias
ocasiones en la que nos la muestran precisamente picando hielo para que
lo asemejemos con como “pica” los cuerpos de dichas víctimas,
cosiéndolas a cuchilladas.
La
película estuvo acompañada por la polémica, como era habitual en
su director, Paul Verhoeven, por distintos temas, como la
representación del lesbianismo, pero sobre todo por la alta carga de
sexo y violencia. Una constante en el cine del director holandés,
que no cambió en absoluto en su periplo por tierras norteamericanas,
donde cada uno de los títulos rodados allí, tenía uno de esos
temas o los dos a la vez.
El
primero de ellos fue “Los señores de acero” a la que siguió
“Robocop”, “Desafío total”, la propia “Instinto básico”,
“Showgirls”, “Starship troopers” y “El hombre sin sombra”.
Casi nada, a Verhoeven no le cortaba nada estar en Estados Unidos.
Pero si tuvo problemas con la censura.
Hasta
nueve veces tuvo que enviar la película para que se la revisaran y
le otorgaran la calificación R, es decir para mayores de 18 años.
De no haber hecho ciertos recortes su calificación habría sido X,
lo que habría limitado sobremanera su exhibición en salas de cine.
Problemas que ya tuvo en los demás títulos de su filmografía
americana. Harto ya, en 2000 estrenó la última y volvió a Europa.
Vayamos
al lío, el cruce de piernas de Sharon Stone. Probablemente la escena
más veces pausada y pasada cámara lenta de toda la historia del
cine. Se decía que las copias de las películas para los videoclubs
siempre estaban más desgastadas en la cinta en ese tramo. Una escena
en la que Verhoeven engañó a Stone diciéndole que debía quitarse
la ropa interior porque con los focos se notaba demasiado. Al ver el
resultado de descubrir las verdaderas intenciones del director,
cuentan que la actriz le abofeteó.
Sin
embargo, permitió que la secuencia permaneciera en el montaje final
de la película. Como toda la extensa escena de sexo con Michael
Douglas, en la que ninguno utilizó dobles de cuerpo y que estuvieron
rodando durante cinco días. Pero si utilizaron “almohadillas
genitales” para no tener contacto pues en aquella época se tenían
mucho miedo al SIDA. Douglas no utilizó doble ni siquiera en la
persecución en coche. Es él y no un especialista a quien conduce.
Para
el papel de Nick Curran, rechazaron el papel Richard Gere, Tom
Berenguer, Mel Gibson, Kevin Costner y Peter Weller. Y el de
Catherine Tramell, Geena Davis, Lena Olin, Ellen Barkin, Melanie
Griffith, Greta Sccachi, Kim Basinger y Michelle Pfeiffer. Por lo que
recurrió a Sharon Stone, con la que Verhoeven había trabajado en
“Desafío total”, y en los minutos que aparecía se robaba la
película.
Michael
Douglas aceptó aún a riesgo de encasillarse en el thriller erótico
tras protagonizar también “Atracción fatal”. El reparto lo completaban Jeanne Tripplehorn y George Dzundza. La más beneficiada fue la
propia Stone, a quien la película catapultó al estrellato. Y la
consagró como sex symbol total.
El
título original era “El amor duele”, como una de las novelas de Catherine Tramell en la
película. La película costó 49 millones de dólares, 3 de los
cuales fueron para pagar a Joe Eszterhas por un guion que escribió
en 10 días. Pero valió la pena porque el film recaudó 352
millones en cines. Además fue nominada a los Oscars por el montaje y la
banda sonora de Jerry Goldsmith. En 2006, tuvo una tardía secuela con Sharon Stone repitiendo en el papel y David Morrisey, que fue un fracaso de taquilla y crítica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario