Miniserie
de seis episodios basada en una novela de John Le Carré y se nota
bastante. Aunque más que de espionaje de la guerra fría se trata de
un ex-soldado que trabaja como gerente de un hotel que por una
situación determinada, se le ofrece infiltrarse en una organización
de tráfico de armas. El mayor atractivo, al margen de una trama bien
estructurada y que va incrementándose en tensión, es su gran
reparto. No solo tenemos a Tom Hiddleston, también a Hugh Laurie, a
quien no había visto tan bien desde la serie “House”, a Olivia
Colman y a Elizabeth Debicki. Los tres primeros ganaron un Globo de
Oro por cada una de sus interpretaciones. Y la directora danesa
Susanne Bier, ganó el Emmy, de las seis nominaciones que tuvo la
serie. Anteriormente no es que su trabajo fuera muy conocido pero a
partir de aquí ha hecho cosas como la película de Sandra Bullock
“A ciegas” o la también miniserie “Undoing”. Bueno, ésto
solo para poner en referencia la calidad de una producción muy
cercana a la de una película, con mucho talento interpretativo y
bien realizada desde la dirección. Además, se sigue mejor que otras
adaptaciones de obras literarias de Le Carré, normalmente muy densas
y complicadas. 7.
Pues
tenía muy malas críticas pero a mí no me parece que esté tan mal.
De hecho, salvo el problema, que ya tuvo otra serie como “Hannibal”,
de los derechos de explotación, que si chirría un poco, me ha
resultado más que correcta. Ese tema consiste en que los derechos
del libro de “El Dragón Rojo” pertenecen a una persona y los de
“El silencio de los corderos” a otra. Por lo que en “Hannibal”
no se podía mencionar a Clarice Starling y en ésta no se puede
mencionar a Hannibal Lecter. Por lo demás, si podemos volver a ver
al agente del FBI Krendler, a la chica a la que salvó Starling y a
su madre, que ahora es fiscal. Aunque en un principio parecía que
iban a ser episodios autoconclusivos a lo “CSI” o “Mentes
criminales” en realidad son accesorios para una trama central que
va cobrando más interés a medida que avanza y donde se van
intentando meter en la mente de Clarice y sus secuelas tras el
enfrentamiento con Buffallo Bill. Y ahí tiene mucha importancia el
buen desempeño de la actriz elegida, Rebecca Breeds, que está
bastante inspirada. Pero también el grupo especial de investigación
al que es destinada, con unos personajes a los que se les coge
cariño. Si es verdad que igual le sobran dos o tres episodios, los
que ocuparían todas las tramas secundarias innecesarias, como la de
la discriminación racial, que está metida con calzador y si la
quitas es que no varía absolutamente nada de la historia. 6’5.
Ya
no se basa en la novela homónima porque esa historia ya quedó
terminada pero básicamente lleva la misma estructura. Solo que la
protagonista ya está plenamente integrada como colaboradora de la
CIA, además de estar lidiando con sus problemas de alcoholismo. En
ese sentido, Kaley Cuoco se luce todavía más con un varias
versiones desdobladas de si misma, así que esta segunda temporada
hay Cassie para dar y tomar. Mantiene prácticamente todo el reparto
que ya se pudo ver en la anterior, en mayor o menor medida, e
incluso se reserva alguna aparición estelar. La cuestión es que me
sigue pareciendo una serie de intriga sumamente entretenida, con una
trama que mantiene el interés y un tono de comedia negra que le da un punto muy divertido. A ver, es una serie para cuando se quiere uno
entretener con algo ligerito y en ese sentido funciona bastante bien.
En cuanto
al guion, si nos ponemos estrictos, y eso no tendría ningún sentido
puesto que ni la propia serie se toma demasiado en serio a si misma,
pues la historia es de lo más inverosímil. Pero es por eso, es una
comedia de intriga y eso lo tiene muy claro. 6’5.
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