Pero en esta entrega, Trevorrow se quedó exclusivamente a cargo del guion, y tras la cámara se eligió al español Juan Antonio Bayona, cuyas tres películas, y únicas en su filmografía hasta la fecha, tenían muy buena crítica, tanto "El orfanato", como, y sobre todo, "Lo imposible", como "Un monstruo viene a verme". Que además descartó dirigir la secuela de "Guerra Mundial Z" para tomar los mandos de ésta.
Pero especialmente porque Bayona tenía un perfil muy spielbergiano. No en vano se le ha llegado a calificar a el Spielberg español y el propio Bayona no esconde su admiración por él y que tome su obra como referencia para sus películas. Sin embargo, en ésta se le acusó a Bayona de copiar descaradamente a Spielberg.
Pero si, claro que se nota la mano del "Rey Midas" de Hollywood. No solo por los innumerables guiños a esas dos películas, sino por el tratamiento de las escenas con los dinosaurios, más cercanos al tono de terror que al de aventuras. Lo que se puede comprobar por el uso de las sombras y las siluetas de los animales, muy presente en las dos primeras entregas de la saga.
Temáticamente se tratan líneas argumentales ya tocadas anteriormente prácticamente desde el inicio de la saga. Como el dilema ético de la clonación, aquí incluso de la humana, lo cual sí es una novedad. La idea del hombre como verdadero villano de la naturaleza. Y la disyuntiva de si se debe salvar una especie creada artificialmente y ya anteriormente extinta. En relación a ello nos dejan la que probablemente es la secuencia más tristemente conmovedora de toda la saga.
Se recrearon hasta 18 especies de dinosaurios, una de ellas, como en "Jurassic World", inventada, el Indorraptor. Pero para recrear el parque devastado de la primera película de la trilogía pero cuarta en el cómputo global de la franquicia, se tomó como base un parque temático real, concretamente uno que formaba parte de la cadena de parques de atracciones Six Flags, el de Nueva Orleans, destruido por el huracán Katrina.
Las críticas fueron más bien tibias, lo cual me parece tremendamente injusto, aunque bastante similares a las de las anteriores películas. Lo cual, igual que a aquella, no le impidió ser un taquillazo. Costó 170 millones de dólares y recaudó nada menos que 1300, lo que la colocó en 2018 en el puesto 15 de las películas más taquilleras de todos los tiempos.
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