Título:
El
hombre del norte.
Dirección:
Robert
Eggers.
País:
Estados
Unidos
Año:
2022.
Duración:
136
min.
Género:
Aventuras,
drama.
Interpretación:
Alexander
Skarsgård, Nicole Kidman, Anya Taylor-Joy, Claes Bang, Ethan Hawke,
Willem Dafoe, Gustav Lindh, Oscar Novak, Björk, Ralph Ineson, Kate
Dickie, Murray McArthur, Ian Gerard Whyte, Hafþór Júlíus
Björnsson, Ian Whyte, Tadhg Murphy, Olwen Fouere, Ingvar Eggert
Sigurdsson, Jon Campling, Eldar Skar, Phill Martin, Rebecca Ineson,
Magne Osnes, Elliott Rose.
Guion:
Robert
Eggers, Sjón Sigurdsson.
Producción:
Mark
Huffam, Lars Knudsen, Arnon Milchan.
Música:
Robin
Carolan, Sebastian Gainsborough.
Fotografía:
Jarin
Blaschke.
Distribuidora:
Focus
Features.
CRÍTICA
SINOPSIS:
Tras
el asesinato de su padre, que era el rey, su hijo, pasados unos
años, decide emprender su venganza contra quienes perpetraron la
conspiración. En
su camino, una joven le ayudará.
LO
MEJOR: El
gran salto de Robert Eggers desde el cine de bajo presupuesto y sello
de autor al de expectativas más elevadas y, digamos, más accesible
al gran público, se puede quedar en solo intento (ojalá que no) si
como se sospecha, inexplicablemente se convierte en un fracaso de
taquilla, lo que curiosamente se traduzca automáticamente y sin
pasar por la casilla de salida, en un título de culto instantáneo.
Porque Eggers no ha perdido ni un ápice de sello de autoría. Con su
historia de venganza cruda, violenta y la vez bella, ha permitido que
William Shakespeare se vea las caras con Robert E. Howard, pues a su
relato de vikingos le ha imprimido una fuerte influencia de tragedia
shakesperiana, entre “Hamlet” (el protagonista se llama Amleth,
solo han cambiado la h de lugar) y “Macbeth” pero con un tono
cercano al personaje de “Conan”, lo que lleva a la película al
terreno de la espada y brujería, pues la sensación sobrenatural y
mágica, apoyada por todas esas imágenes oníricas, realmente
impresionantes pero no por espectacularidad sino por su poesía,
planea constantemente. Junto al profundo estudio del folclore, como
ya hizo Eggers en sus dos anteriores películas, “La bruja” y “El
faro”, de sus rituales, liturgias y hasta sus canciones, refuerzan
ese halo mágico. Todo bajo una fotografía exquisita y una violencia explícita, que redondean una película
que quizá sea la mejor de vikingos que se haya hecho.
Interpretación:
Habitualmente
me parece Alexander Skarsgard muy inexpresivo pero aquí le han dado
un papel a su medida, y aunque a su personaje, a pesar de ser el
protagonista, no tiene mucho diálogo, él lo dice todo con su
expresión corporal. Nunca le he visto mejor. Lo de Anya Taylor-Joy,
quien le debe a Eggers las primeras miradas a su talento, ya no
sorprende que brille una vez más y vuelva a confirmar que será una
de las mejores actrices de las próximas décadas. Ojo a los papeles
no muy extensos pero vitales de Ethan Hawke y Nicole Kidman. Y los
casi cameos , aunque muy importantes, de Willem Dafoe y la cantante
Bjork. También
reserva dos pequeños papeles para los protagonistas de su primera
película, Ralph Ineson y Kate Dickie.
Escena
(SPOILERS!!): Ya
en una de las escenas del principio se advierte la ira en el rechazo
del rey Aurvandill (Hawke) a la reina Gudrún a ir a la cama. Es por
eso que el giro donde se revela su participación en la conspiración
para matarle no sorprende tanto porque ya estaba plantada la semilla
pero no le resta impacto por ello. La violencia está por todas partes.
No solo en el asesinato del rey, sino en el asalto al poblado, en
plano secuencia, con esa ejecución de los
niños
prendiéndole fuego a una casa con ellos dentro, o en esa especie de
juego similar al quidditch. Pero también hay otras de enorme
belleza. Incluso también violentas, como el duelo final entre la
lava, viendo más bien sus siluetas. O mi favorita, cuando Amleth
(Skarsgard) es trasladado por una valkiria volando en un caballo
blanco al Valhalla, o eso cree él.
LO
PEOR: Entiendo
que hay que vender la película pero, y ya lo he dicho otras veces,
no
vale de nada venderla como lo que no es porque genera el efecto
contrario. Que en el tráiler parece una “Braveheart” y no tiene
absolutamente nada que ver. Pero si el público no apoya esta
propuesta tampoco luego vaya a quejarse a las redes sociales (que eso
queda como muy bien) de que solo haya películas de superhéroes.
REFERENCIAS:
Aparte
de las influencias de Shakespeare con “Hamlet” o Robert E. Howard
con
“Conan”, está entre la última versión de “El caballero
Verde” y “Valhalla rising” con algunas gotas de “Excalibur”.
CONCLUSIÓN:
8. Una de las mejores películas de vikingos con un Robert Eggers que no pierde su sello de autor a pesar de contar con un presupuesto superior, lo que quizá no evite que aún así sea un fracaso de taquilla, y es un pena.
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