Mira
que me gustó la primera, llegándome a sorprender incluso, pero
aunque sabía que tenía dos secuelas, no fui directamente a verlas y
sinceramente las olvidé. Buscando
películas de vikingos topé con ella y ya por fin la he visto. Y me
ha encantado. Está al nivel de su predecesora y diría que
visualmente por encima de ella. Es más, igual es la película de
animación, digamos, familiar, más espectacular que he visto. Es que
la imagen está en constante movimiento, cada cinco minutos estaba
abriendo los ojos como platos. Hay muchísima acción, es
difícil encontrar momentos que no haya vuelos de dragones (muy
“Avatar”, por cierto) con una calidad de animación
impresionante, en unos escenarios bellísimos
y bajo una historia que evoluciona respecto a la anterior película,
que cuenta algo distinto. Es muy entretenida, sus 100 minutos se
pasan volando, pero sobre todo es emocionante. Temáticamente, habla
de los vínculos sentimentales, ya sean familiares o, en este caso,
con los dragones, a los que trata como elemento pacificador, como
figura del equilibrio para además dar un mensaje ecologista. Una
película que es atractiva a los ojos pero que no es vacía, ni mucho
menos en su contenido. 7’5.
Otra
de esas películas de animación impecables en cuanto a lo visual.
Estéticamente llega a ser extasiante en cuanto a
esos exóticos escenarios, ese despliegue de colorido y ese nivel de
técnica de animación. Porque hay bastantes secuencias de acción,
muy bien coreografiadas y que me parece que funcionan perfectamente. Y
también otra de esas películas de Disney concienciadoras y bien
intencionadas en cuanto al mensaje. De hecho, su tema principal es la
integración de todos los pueblos y culturas (por cierto, la película
se inspira en las culturas del sudeste asiático) y la paz por encima
de las guerras. Además, los personajes principales son mujeres de
distintas etnias, que novedosamente no ejercen como princesas, que es
lo típico en Disney, sino como guerreras y líderesas. Y en todo
ésto viene a introducir a la figura del dragón como ser mitológico
representante del equilibrio, no como monstruo. Se cumplen otras
constantes en la línea de la productora, aderezarlo todo con mucho
humor y algunas canciones, que bueno, no es lo que más me gusta
precisamente. La película costó 100 millonazos y a pesar de ser
estrenada simultáneamente en su plataforma (una estupidez de la que
ya aprendieron) tuvo beneficios. No me extraña, es bastante buena.
7.
La
tercera cayó el mismo día de terminar la segunda y nuevamente el
resultado fue satisfactorio. Cierra tan bien, tan dignamente, tan
coherentemente que la sitúo como una de las mejores sagas de
animación familiar, al menos entre mis favoritas junto a “Toy
story” o “La edad de hielo”. Se especula con una secuela que el
autor se negaba a hacer porque consideraba que lo que se tenía que
contar con esta historia, que otra vez evoluciona y cuenta algo
distinto de las otras dos películas, ya ha concluido. Estoy de
acuerdo, sería innecesario pero confieso que si se hiciera la vería
igualmente.
Visualmente
sigue siendo una puñetera maravilla (la tierra oculta es
sencillamente espectacular) aunque no tiene tanta acción como la
anterior, dando lugar a más momentos de reflexión, lo que no quiere
decir que no sea increíblemente entretenida. Pero presenta cierta
madurez en el mensaje, con los personajes planteándose importantes
cambios en sus vidas, tomando decisiones que afectarán a sus futuros
y a sus destinos. Temáticamente, continua su línea ecologista,
señalando al hombre como elemento destructor de la naturaleza, más
concretado con las figura de los cazadores. En definitiva, gran
cierre para una gran trilogía. Hasta
me ha emocionado.
7.
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