domingo, 8 de mayo de 2022
Lamb
CRÍTICA
SINOPSIS:
Una
pareja vive aislada en una granja en Islandia. Un día reciben lo que
consideran un regalo, un recién nacido con una
peculiaridad extraña. Pero aceptar esta situación tendrá un
precio.
LO
MEJOR: Primera
película del islandés Valdimar Johannsson,
pero tras la cámara, aquí también del guion, no en el mundo del
cine, en el cual ha trabajado de prácticamente todo. La razón es
mucho más simple de lo que parece. Cada vez que alguien se
desplazaba a su país, Islandia, e incorpora en su equipo a gente
de esa tierra, él estaba entre ellos, fuera como montador,
fotógrafo… por lo que ha visto a muchos directores en acción. Lo
cual aprovechado para llevar a cabo su ópera prima. Tengo que
reconocer que me gusta el cine nórdico, por su tempo y su
profundidad lo que también le confiere un característico tono
metafórico y hasta críptico. Todo esto se cumple en “Lamb”, una
extraña, original pero también perturbadora historia que realmente
nos habla de la pérdida, del dolor y también del amor, todo
generado por los seres queridos. Lo que traslada a través del choque
con la naturaleza. Ahí, Johannsson se luce en el aprovechamiento del
paisaje, con una bellísima fotografía, pero que utiliza
para acentuar la sensación de aislamiento de los personajes. Ojo que
incluso podría caber una explicación, digamos, demoníaca (lo desarrollaré en
la zona spoilers), lo que la acercaría al género de terror. Por
cierto, los efectos especiales son excepcionales, y llama la atención
dado el exiguo presupuesto de la película, marca de la casa de su
productora, A24.
Interpretación:
Tan
solo tres personajes. Cuatro si consideramos al niño cordero como
tal. Pero aquí la reina total es una Noomi Rapace magnífica,
echándose la película a sus espaldas en su vuelta al cine nórdico
de producción. Sus dos acompañantes también están bien, Hilmir
Snoer Guonason y Bjork Hylner Haraldson, madre mía. Pero es ella la
que luce por encima de ellos.
Escena
(SPOILERS!!): Hay
tres escenas claves. La del nacimiento del niño con cabeza de
cordero, al cual no vemos físicamente, solo vemos las reacciones de
su pareja protagonista, qué ponen caras extrañadas pero no dicen
nada y toman al pequeño como si tal cosa. El director es muy inteligente
de no mostrarnos el cuerpo humano. Solo vemos su cabeza de cordero.
La segunda es la ejecución de la madre cabra que busca
incansablemente a su cría. María (Rapace) sabe que es su madre,
pero ella la quiere para sí misma y la mata. Está escena me pareció
especialmente dura. Y la última es la aparición del verdadero
padre, un hombre con cabeza de cabra, que mata el marido de María y
se lleva el niño. La explicación es que la pareja había perdido un
hijo previamente por lo que acepta la cría híbrida como un regalo y
no les importa su naturaleza. Pero en el final, la naturaleza vuelve
a equilibrarse arrebatándosela. Pero esta vez, María acepta la pérdida
y el dolor. La explicación demoníaca es que el diablo podría
haberles ofrecido ese regalo como prueba, la cual no pasan pues
incluso matan a la verdadera madre, por lo que finalmente vuelve para
castigarles.
LO
PEOR: Desde
luego no es ni mucho menos una película para todo el mundo. A
algunos les parecerá demasiado extraña, incluso bizarra. Y a
prácticamente todos les resultará lenta. A mí incluido, aunque por
sorpresa tampoco me pilló.
REFERENCIAS:
Ha
sido la ganadora del último Festival de cine fantástico de Sitges.
Tonalmente me ha recordado a “Déjame entrar” y a “Border”.
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