Se
acabó, ya no veo más películas de esta saga. Creo que me bajé en
la tercera o cuarta, porque eso se había convertido en una sucesión
de muertes actroces sin sentido. Pero creía que ésto era un
reinicio con más calidad. La participación de Samuel L. Jackson
apoyaba la moción. Pero claro es que eso tenía trampa, porque a lo
sumo sale en pantalla cinco minutos, es casi un cameo. Y el verdadero
protagonista es un Chris Rock que no se le cree nadie, sobreactuado a
más no poder. No obstante, lo peor es su guion, presivible hasta el
punto de saber quien es el asesino a los diez minutos y a los quince
porque, y a pesar de ello al final te lo anuncian como un sorpresón.
Y se adivina siempre quien va a ser la siguiente víctima. Tras la
cámara, Darren Lynn Bousman, que ya había dirigido varias entregas,
concretamente la 2, 3 y 4. Y el hombre debe estar un poco amnésico
porque en la película se llega a decir que Jigsaw no iba a por
policías aunque ya hayamos visto como víctimas a policías,
precisamente en una de las dirigidas por él, por lo que hay
incongruencias incluso con la misma saga. Queda nominada a peor
película que he visto este año. 2.
No
lo niego, a mí la primera me gustó. Me pareció tremendamente
entretenida e incluso resultona en
cuanto a
la puesta en escena. Tampoco
es que me haya aburrido ésta, la verdad. Pero el entretenimiento se
basa exclusivamente en el desarrollo de las pruebas, las
cuales son muy imaginativas y hay nuevos y originales escenarios para
ellas. Dirige Adam Robitel, el mismo de la anterior y se nota en que
sabe como transmitir el suspense y darle ritmo a la historia que
básicamente consiste en una sucesión de escape rooms, una detrás de
otra. El problema lo tengo con el guion. Como consiguen reunir a
determinados personajes en un mismo lugar no se lo puede creer nadie.
Es como que había que situarlos ahí y punto pelota. Y luego los
giros finales les pasa lo mismo, son tramposos, sacados de la manga
sin darle la posibilidad al espectador de adivinarlos, sin sembrarlos
antes durante la trama, con la única obsesión de sorprender como
sea. Por
cierto, sale Isabelle Fuhrman, la “huerfana”. Pero
lo dicho, me ha entretenido. 5’5.
Pintaba
bien, cine de terror proveniente de Corea, que siempre tienen alguna
vuelta de tuerca más que ofrecer que lo habitual en este género.
Pero no, parece que toman más el modelo americano, es decir, sustos
cada dos por tres. Un par de ellos me los he comido con patatas. Pero
más allá de eso hay bastante economía imaginativa. Aunque si tiene
algunas imágenes curiosas. El caso es que se basa en uno de los
miedos infantiles más clásicos, el armario. El interior de éste
está bastante entretenido. Pero al final me ha parecido un
batiburrillo de ideas de otros títulos. De hecho, incluso el
personaje del exorcista (que es de risa) no esconde que
extrae todas sus teorías para combatir los demonios de las películas
de terror. Un tipo cuyos rituales duran exactamente treinta minutos. ¿Porque? Porque lo dice él. Un poco más, noventa, es lo que dura esta película que a pesar de
ello se me ha hecho larga, salvo en su tramo final. 4.
No hay comentarios:
Publicar un comentario