Para
los que se quejen mucho de sus vecinos que se fijen en este
vecindario.
Una comunidad que se nota extraña desde el principio pero a pesar de
ello, la protagonista decide alquilar un apartamento en la
urbanización. Entre otras cosas porque si no, la película se
acabaría a los cinco minutos. Pero el caso es que he empatizado con
ella y varias veces durante el desarrollo de los acontecimientos he
pensado “es que a ver que haces”. Tampoco se puede revelar mucho
porque le quita la gracia, tan solo que digamos que el comportamiento
de los residentes del edificio es un tanto “sectario” y para el
personaje principal la situación es en extremo claustrofóbica desde
lo psicológico. El problema es que su gran golpe de efecto final
depende mucho de si has visto otra película, la cual evidentemente
no puedo mencionar, pero básicamente lo han calcado con
papel cebolla. No obstante, no me ha aburrido y he estado intrigado
la mayor parte de la historia. 5’5.
Todas
estas películas parecen hijas de “La ventana indiscreta”, es
inevitable. Digo en inspiración, no en talento. Aquí se centran en
el morbo de espiar a los vecinos de un edificio de enfrente, en el
que nadie parece tener ni idea para que sirven las persianas y las
cortinas y eso que tienen ventanas panorámicas en los que se podrían
proyectar películas. No obstante, la trama está llevada con
elegancia y me ha tenido enganchado hasta . . . . llegar a su media
hora final en la que entran en juego una serie de giros muy
sorprendentes, y casi me siento culpable porque me han resultado de
lo más divertido, pero que evidenciaban un guion muy tramposo, en el
que hay que hacer demasiados saltos de fé, donde si la protagonista
hubiera elegido B en lugar de A, la trama se hubiera ido abajo en
cualquier momento. Pero no, elige A, ¿porque? Porque lo pone en el
guion y punto pelota. Pues aún así me ha parecido que plantea
dilemas éticos interesantes como hasta donde llega la privacidad de
las personas y donde está el límite moral de invadirla. Solo había
que pulir el libreto. Por cierto, no es una película erótica (como
he leído), tiene un par de escenas de sexo donde intentan sacarle
partido al espectacular físico de Sydney Sweeney, pero eso no es
erotismo. 6.
Lo
que en principio parece
un drama sobre el típico bloqueo de escritor le da una vuelta más a
esa premisa y nos presenta a un aspirante a ello que alquila un piso
en un edificio que parece la Rue del Percebe para
aislarse y desarrollar lo que es su obsesión más personal,
escribir una novela. Pero la transformación que realmente vemos es
la de un tipo apocado e inseguro que se convierte en un verdadero
capullo sin ninguna clase de moral ni ética. Porque se le ocurre
basarse en la historias personales de sus vecinos manipulándolos a
ellos y a sus situaciones pero hacerlas más interesantes e
incluirlas en su libro. Aquí es de gran importancia contar con un
actor del talento de Javier Gutiérrez, seguramente entre los tres
mejores del cine español. En el reparto también están Antonio de
la Torre y María León, aunque tienen un rol secundario. Es
Gutiérrez quien mantiene la película en marcha. 6.
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