Es la cuarta
adaptación de la saga de novelas policíacas del danés Jussi Adler-Olsen, que
han agrupado como "Los casos del departamenot Q", que vienen a ser
casos que se dieron por cerrados y que vuelven a ser revisados. Si has visto
las anteriores ("Misericorcia", "Profanación" y
"Salvación") y te han gustado, como es mi caso, ésta también lo hará
porque está más o menos al mismo nivel. Y si no las has visto, me parecen muy
recomendables. Las tramas están muy bien llevadas, la extraña pareja de
policías tiene carisma y con cada investigación te hacen un viaje al pasado a
modo de flashbacks para contarte la historia. Espero que sigan haciendo más.
6’5.
Lo primero que
hay que advertir es que requiere de una voluntaria suspensión de la
incredulidad y someterse así al tenebroso viaje que nos ofrece. Si se consigue,
la película resulta generosamente entretenida e, incluso, divertida. Al menos,
yo me lo he pasado bien gracias a su buen ritmo, su acertada duración (solo
noventa minutos y la historia da para eso y no más) y la baza a la que se lo
juega todo, sus giros. Si, giros tramposos pero no dejan de estar curiosos. Una
trama en la que la figura de villano migra de un personaje a otro y que cuenta
con la química de sus dos protagonistas femeninas, como aliciente. 6’5.
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