Si
en la anterior edición de este ciclo homenajeé a la que con tanta probabilidad
es la mejor serie de televisión de todos los tiempos, nos lo pasamos enteramente
repasando sus numerosas referencias históricas, ahora vamos ya a meternos en
harina con la propia serie y los diferentes aspectos que la conforman y que han intervenido en se llevara a cabo una de las adaptaciones mas
complejas que se hayan visto. Más incluso que la saga de “El señor de los
anillos”.
La
cuestión es que tras la publicación del tercero de la saga, “Tormenta de
espadas”, fue cuando al año siguiente, en 2001, Martin empezó a recibir
propuestas de productores y guionistas para su adaptación. La mayoría pretendía
hacerlo mediante una o varias películas, a lo cual el escritor se negó
reiteradamente.
La
cuestión es que tras la publicación del tercero de la saga, “Tormenta de
espadas”, fue cuando al año siguiente, en 2001, Martin empezó a recibir
propuestas de productores y guionistas para su adaptación. La mayoría pretendía
hacerlo mediante una o varias películas, a lo cual el escritor se negó
reiteradamente.
Martin
aducía que para llevar su historia a la gran pantalla de forma adecuada, debía
hacerse una película correspondiente a cada libro, lo cual echó a varios de los
pretendientes del escenario de llevar a cabo una saga de siete filmes, cuando
sólo estaban escritas las novelas de tres de ellas y con el cuantioso
desembolso de dinero que supondría dar al traste con su intención de vender el
el proyecto a un gran estudio.
La
adaptación a televisión en forma de serie también planteaba diversos problemas.
El primero, nuevamente, el del presupuesto pues las novelas narraban muchas
situaciones en las que debían emplear generosas y muy costosas escenas con
efectos especiales, como la recreación de criaturas tales como dragones o
multitudinarias batallas, por no hablar de la cantidad de localizaciones
diferentes que exigía.
Otro
problema era la cuantía de escenas de sexo y extrema violencia que serían
necesarias para adaptar fiel a las novelas, para la cual los productores
propusieran prescindir del sexo en la medida de lo posible y evitar la
violencia explícita. Pero nuevamente Martin se cerró en banda a la posibilidad
de censurar su obra, ofendiéndose efusivamente.
El
proyecto quedó parado durante otros cinco años hasta que el guionista David
Bienioff (Troya), todo un fanático del genero de fantasía, leyó los cuatro
libros pues ya se había publicado el cuarto, “Festín de cuervos” y contactó con
el también guionista D.B.Weiss para proponerle la adaptación de la saga
bajo las condiciones que exigía el escritor. Ambas se reunieron con Martin
durante cinco horas y lograron su consentimiento, además de que ejerciera de
asesor creativo de la serie.
Faltaba
ver como, o más bien, bajo que formato, se ejecutaría la idea. La extensión de
la obra de Martin sólo les permitía al hacerlo con fidelidad al texto original
mediante una serie. Volvíamos a los problemas con el sexo y la violencia. Pero
Benioff y Weiss consideraron que había algunas plataformas televisivas que
estaban experimentado cambios en su material de sus producciones, de tono más
adulto. Así contactaron con HBO, líder en televisión por cable y que había
emitido “Los Soprano”, y aunque con cierto recelo, accedieron.
El resultado ya lo conocemos. El 17 de abril de 2011 se emitió el primer capítulo y hasta ahora, con un éxito rotundo de critica y público, comenzando con apenas dos millones de espectadores y llegando hasta los ocho o diez en la séptima temporada, cifra superada en la octava y última, a pesar de tener el record de episodios pirateados de la historia de Internet.
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