FICHA TÉCNICA
Película: Searching.
Dirección: Aneesh Chaganty.
País: Estados Unidos.
Año: 2018.
Duración: 101 min.
Género: Thriller,
intriga.
Interpretación: John
Cho, Debra Messing, Joseph Lee, Michelle La, Sara Sohn.
Guión: Aneesh
Chaganty, Sev Ohanian.
Producción: Timur
Bekmambetov.
Música: Torin Borrowdale.
Fotografía: Juan Sebastian
Baron.
Distribuidora: Sony
Pictures Releasing.
CRÍTICA
SINOPSIS: Tras
la desaparición de su hija y poner el caso en manos de la policía, el padre
decide investigar en su portátil y sus movimientos en internet en busca de
alguna pista para saber que le ha pasado.
LO MEJOR: Más de vez en cuando de lo que gustaría
pero en algunas ocasiones la cartelera nos gratifica con una sorpresa de
producción humilde, como ya ha ocurrido este mismo año con “Un lugar tranquilo”
y “Hereditary”, o desde el cine independiente como esta “Searching”. Más
sorprendente si cabe teniendo en cuenta que supone el debut cinematográfico del
director norteamericano de antecedentes indios, parecido a Night Shyamalan,
Aneesh Chaganty. Y lo hace con un complicado formato (por sus limitaciones)
aunque no tan innovador como se cree, pues ya hemos visto algunos ejemplos, que
consiste en mostrar las imágenes exclusivamente desde el punto de vista de las
cámaras de ordenadores, móviles y dispositivos similares. Lo que si es novedad
es el provechoso juego que le saca a este modelo y que permite que valga la
pena ver la película en pantalla grande. Y es que Chaganty consigue que te
sientas identificado con lo que ves, pues nos es enormemente familiar ya el uso
de las redes sociales, buscadores de la red y demás. Un modo de vida que no
critica frontalmente pero si muestra nuestra dependencia y vulnerabilidad
cuando vemos toda la información que se puede extraer de nuestros movimientos
digitales a golpe de click. Las situaciones, a diferencia de otras películas de
este tipo, no resultan forzadas y se justifican, el hecho de mostrarlas desde
estas cámaras. Para ello se vale de un excelente guión, que nos lleva de una
pista a otra, a un ritmo brutal pero no atropellado, en una historia que engancha desde el primer minuto y cuyo interés va creciendo de manera exponencial
a medida que avanza el metraje. Los giros finales son sorprendentes pero no
tramposos. Y de alguna manera nos viene a decir que en una sociedad masivamente
intercomunicada digitalmente, no conocemos precisamente a quienes tenemos más
cerca físicamente.
Interpretación: John Cho está
totalmente fuera de su registro habitual de la comedia y lo asombroso es que
está tremendamente convincente, aportando una naturalidad necesaria para el
papel y la historia. Prácticamente lo mismo se podría decir de Debra Messing,
muy alejada de sus personajes del mundo de la televisión. Ambos monopolizan el
protagonismo y en su buen hacer reside uno de los puntos fuertes de la
película.
Escena (spoiler): El prólogo ejerce de
dos funciones; hacer de resumen de los precedentes familiares y a la vez
señalarnos como cada vez dejamos más testimonio de nuestras vidas en las redes
sociales. Lo dramático comienza una vez asumida la desaparición de la hija, lo
que nos embarca en la investigación del padre de los perfiles de esas redes, el análisis de sus chats,
vídeos y listas de contactos. Lo que le lleva al lugar donde se encuentra el
coche sumergido en un lago. Momento clave pues confirma la no fuga de ella y la
posibilidad de un desenlace violento. Más claro queda con el vídeo de la
confesión y suicidio de un supuesto agresor. Justo cuando el padre descubre
conversaciones sospechosas de su hija y su propio hermano, que es uno de los
giros más impactantes. Que se queda en poco cuando se da cuenta que la policía
encargada del caso (Messing) se ofreció voluntaria para llevarlo y le indica
que hay algo oculto en ese interés. Lo que da como resultado su detención. En
el interrogatorio descubrimos que fue su hijo quien “accidentalmente” empujó a
la chica por un barranco. El happy end no me parece forzado, es posible y está
bien argumentado.
LO PEOR: No es muy frecuente pero en varias
ocasiones cuesta seguir algunos diálogos, especialmente los de los chats, que
vamos muy justos para leerlos. Y claro que hay que pasar por el aro de aceptar
que los personajes siempre se graben desde una webcam o un móvil. Aunque hoy en
día no es tan difícil de tragar.
CITAS: “Pero, tiene amigos, ¿verdad?”. “Éste es
el mejor sitio para no hacer nada”. “Conozco a mi hija y no se ha fugado”.
“¿Alguien se ha planteado que fue un absoluto desconocido?”. “¿Dónde estabas la
noche que mi hija desapareció?”.
REFERENCIAS: Cuando decía que no era
novedoso el formato es porque ya habíamos visto ejemplos de variantes del
mockumentary o found footage en “Eliminado” y, sobre todo, “Open Windows”.
Aunque eso de utilizar las imágenes de señales de televisión de unidades
móviles periodísticas de helicópteros o cámaras de vigilancia recuerda más a “Chronicle”.
CONCLUSIÓN: 7’5. Otra sorpresa del
cine modesto. Un excelente thriller de intriga que le saca todo el provecho a
su limitado formato.
Pues casi que descifráis el argumento.
ResponderEliminarPara nada. En el apartado de Escenas se avisa de que hay spoilers. Es opcional. Se puede leer la crítica saltando ese apartado.
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