Tres años
fueron lo que consideraron oportuno esperar los productores para explotar el
éxito de “Depredador”. De hecho, bastante menos pues tres años es que separan
los estrenos de ambas películas. Es decir, que la decisión y el comienzo de la
producción fue apenas un año después, 1987. Lo que tardaron en darse cuenta de que
debían prescindir de sus máximos baluartes de la película, su estrella, Arnold
Schwarzenegger, y su director, John McTiernan, debido a sus altas pretensiones
en cuanto a salario.
Quizá ésto les
obligó a darle un giro completo a la idea que tenían para la continuación. Ésto
es, llevar al Predator de la profundidad de la jungla a otra jungla, pero la de
asfalto y los edificios de la ciudad de Los Ángeles, por supuesto, en medio de
una ola de calor (dada la predilección del alienígena por las altas
temperaturas) y otra de extrema violencia, con una guerra de bandas
narcotraficantes en las calles, para que se sintiera todavía más en sus salsa
(recordemos que solo mata a gente armada).
Cuesta bastante
pensar que este fuera el argumento de haber podido contar con el exgobernador
de California. Para colmo, cambiaron radicalmente el tono de la película
precedente, un survival bélico de terror, por un thriller de acción con un
ritmo más alto y cierta inclusión de humor. Pues, a pesar de ello, aún estando
a una enorme diferencia de la original, considero que les salió una secuela más
que digna y bastante entretenida.
Para solucionar
la papeleta del director recurrieron a Stephen Hopkins, que al igual que
McTiernan, contaba con muy poca experiencia antes de meterse en este tinglado.
Apenas un par de películas, de las cuales, una de ellas era “Pesadilla en Elm
Street 5” (igual una de las peores entregas de la saga). Pero hay que
reconocerles a los productores su buen ojo nuevamente para encontrar un
director con talento y bastante económico.
Pues tras
“Depredador 2”, vendrían películas tan interesantes como “Los jueces de la
noche”, “Volar por los aires”, y especialmente, “Los demonios de la noche”. Sin
embargo, el gran batacazo sufrido con “Perdidos en el espacio” le hizo
retirarse de la gran pantalla e instalarse en el mundo de la televisión (tanto
series como películas), “La cosecha”, con Hillary Swank, es de lo último que hizo para la gran pantalla.
Tampoco se
arriesgó demasiado para sustituir a una estrella como Schwarzenegger, optando
de nuevo por la vía económica y seleccionando un reparto de secundarios, con
Danny Glover al frente, también de policía como en “Arma letal” pero mucho más
duro. Le acompañaban Rubén Blades (ahora en “Fear the walking dead”), María
Conchita Alonso (que coincidió con Arnold en “Perseguido“ el año de estreno de
“Depredador”) y Bill Paxton (igual es el único actor que se ha enfrentado al
Predator y también al xenoformo en “Aliens, el regreso”, eso sí, con igual
resultado para su personaje). Bajo la piel del cazador extraterrestre volvió a
meterse Kevin Peter Hall. También participó Gary Busey ("Le llaman Bodhi").
La verdad es
que cuesta creer que alguien que no fuera Dutch (Arnold Schwarzenegger) pudiera
acabar con un bicho de éstos, pero lo cierto es que Hopkins solventó la
situación con secuencias de acción bastante bien rodadas y una mayor variedad
de escenarios (metro, matadero, azoteas) frente al único de la jungla de la
primera parte. Además, tenemos la oportunidad de ver más predators, aunque muy
al final y casi de forma testimonial.
Hay varias
curiosidades dignas de mención. Se hicieron varios homenajes a la primera
parte. En aquella, el personaje de Anna (Elpidia Carillo) respondía “La jungla
se lo llevó”, cuando le preguntaron por la desaparición de uno de los
componentes del comando. Aquí, tras una masacre de matones, la única
superviviente responde cuando le preguntan que paso: “El diablo vino a por
ellos”. Por no hablar que, como en la precedente, el predator imita varias frases
que les escucha y aquí le gusta especialmente: ”Es una cabronada”.
En 2010, tuvo
su tercera entrega con “Predators”, muy inferior a las dos primeras, a pesar de
tener un buen reparto, pero que funcionó bien en la taquilla. Y las dos entregas de “Aliens vs Predators”
(por cierto, que al final de “Depredador 2” podemos ver una sala de trofeos
donde figura el cráneo de un alien, guiño total). En cuanto a ésta, la película
costó 35 millones (el doble que la primera) y recaudó 57 (la mitad que la
primera).
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