jueves, 7 de junio de 2018

Por trece razones T2



   FICHA TÉCNICA

Película: Por trece razones. Temporada 2.
Dirección: Tom McCarthy, Gregg Araki, Carl Franklin, Jessica Yu, Kyle Patrick Alvarez.
País: Estados Unidos.
Año: 2018.
Duración: 60 min (13 episodios).
Género: Drama.
Interpretación: Dylan Minnette, Katherine Langford, Christian Navarro, Alisha Boe, Brandon Flynn, Justin Prentice, Miles Heizer, Ross Butler, Devin Druid, Amy Hargreaves, Derek Luke, Kate Walsh, Michele Selene Ang, Brian d'Arcy James, Sosie Bacon, Steven Weber, Mark Pellegrino, Ajiona Alexus, Henry Zaga, Steven Silver, Tommy Dorfman, Robert Gant, Keiko Agena, Uriah Shelton, Brandon Larracuente, Timothy Granaderos, Josh Hamilton.
Guión: Brian Yorkey, Elizabeth Benjamin, Diana Son, Thomas Higgins, Nathan Jackson, Nathan Louis Jackson, Nic Sheff, Hayley Tyler (Libro: Jay Asher).
Música: Eskmo.
Fotografía: Ivan Strasburg, Andrij Parekh.
Distribuidora: Netflix.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Tras el suicidio de Hannah, se ha iniciado una investigación sobre las razones que la llevaron a cometer ese acto. Sus padres han demandado al instituto y el juicio ha comenzado, que descubrirá muchas cosas que nadie esperaba.
   LO MEJOR: Antes que nada decir que si consideraba necesaria  esta segunda temporada, más allá de que la adaptación del libro en el que se basa,  quedaba contemplada e incluso expansionada en la primera, pero los cabos sueltos eran demasiados como para no desarrollarlos en una nueva temporada, como el propio escritor reconocía. No solo han hecho eso si no que han buscado nuevas líneas argumentales, tocando más palos, abarcando más aspectos de los problemas adolescentes actuales. No obstante, la estructura de la serie es bastante similar, si no prácticamente clónica. Es decir, si anteriormente cada capítulo correspondía al personaje cuya cinta era dedicada, ahora lo es el personaje que le toca testificar en el juicio. Pero si algo es capaz de hacer esta serie es de generar polémica y abrir debates lo cual es su intención y ya es decir mucho y positivo. En virtud a la valentía de no tener pelos en la lengua y lanzarse a la piscina con todas sus consecuencias, con gran atrevimiento de ciertas escenas y retratando un problema muy incómodo de tocar para la sociedad norteamericana. Se adapta a los tiempos tomando un enfoque claramente feminista, criticándose que se juzgue más a la víctima que el agresor (es imposible no acordarse del caso español de “La manada”) pero al mismo tiempo puntualiza que todas las historias tienen varias versiones, varias caras de la verdad y que todos tenemos secretos y no todos nuestros actos son los moralmente aceptados. Como decía, engloba más elementos de un abanico realmente complejo, que no se queda en el bullying (ya que no es un caso aislado sino  un problema sistemático arraigado) insiste en el tema de los abusos sexuales, pone en la mesa la responsabilidad de los centros educativos pero también de los padres, continua el discurso sobre el motivo de los suicidios e introduce la diferencia de trato de las clases sociales y la problemática de las armas de fuego en Estados Unidos.
   Interpretación: Se confirma que el casting de la serie, especialmente en cuanto a sus integrantes más jóvenes, es más que acertado. Algo que no pasó desapercibido para los guionistas que han optado por repartir aun mas el protagonismo. Pero si hay dos apreciaciones que destacan. Había que resolver la participación de Hannah (Katherine Langford) teniendo en cuenta que su personaje había muerto en la primera parte. Y lo han hecho mediante los flashblacks y que Clay (Dylan Minette) se imagina que le habla, una clara secuela psicológica del personaje. No queda mal aunque no deja de ser truco narrativo en plan “Star Wars”. Pero si hay un personaje que crece y mucho en interés es, sin duda, Tyler (Devin Druid) y parece que su rol será central en una más que probable tercera temporada.
   Escena (spoiler): Hay muchas, muchísimas. Pero  solo voy a comentaros la del último episodio, las que más polémica han creado y me albergan más dudas.  Pasando por una temporada en la que  la gente entra más por las ventanas de las casas y los chavales empuñan pistolas como en el salvaje oeste, en la última media hora del capítulo trece ya rizan el rizo en  cuanto a su credibilidad. Sin lugar a dudas la secuencia que ha llevado al público a llevarse las manos a la cabeza es la violación de Tyler. Entiendo que la intención era denunciar el abuso sexual masculino y una práctica, por lo visto, más habitual de lo que a la gente le parece. Pero es de una crueldad hiriente, más si cabe que la violación de Hanna Baker, y rodada de forma excesivamente explícita. Es realmente desagradable de ver. No me cuadra que Justin, después de ser adoptado por los Jensen, se lo agradezca volviéndose a drogar. Y mucho menos,  la escena romántico-sexual con Jessica en el baile. No me entra que vaya con Alex y de buenas a primeras se vaya a tener sexo al baño con Justin si ningún pudor, a pesar de tener serios problemas, supuestamente, por las secuelas psicológicas de su violación. Pero lo que más rabia me ha dado es el final. Tiene lógica argumental la venganza que planea Tyler, mediante una masacre en el baile de primavera. Pero no como reaccionan los otros personajes para impedírselo, sin mostrar el terror de la acción que se avecina y actuando de manera anormal a lo que sería en la realidad.
   LO PEOR: Quizá pecan de querer abarcar muchos aspectos y de enmarañar la trama, dotando, si es verdad, de mucha más intriga, más giros, y más sorpresas, pero teniendo para ello que añadir muchos cosas sacadas de la manga que encajan casi con calzador entre lo contado en la primera temporada. Sí, es más entretenida pero también más enrevesada y por tanto, menos verosímil. Y no han cerrado (de hecho no está cerrada) bien la temporada, donde ahora si hay síntomas de querer alargar sin sentido.
   CITAS: “Hannah no fue la única”. “Quien va a creer a una zorra borracha”. “Tú no sabes lo que estaba pasando en esa foto”. “La verdad no siempre arregla las cosas”. “No sabe lo que pasa en este instituto. Y va a seguir pasando. No va a parar”. “No queda nada que valga la pena tener, excepto justicia para nuestra hija”. “Si hablas, morirás”. “No puedo hacerlo solo”."Mi hiha no era la víctima perfecta pero era la víctima".
   REFERENCIAS: Es la continuación directa de lo acontecido en la primera temporada situándose cinco meses después. Por tanto ya no se basa en el libro de Jay Asher. Por cierto, incluye un mensaje de varios de los actores en el primer capítulo y una dirección  electrónica para las posibles  víctimas de bullying, ofreciendo ayuda al que la necesite y también advirtiendo de la dureza de ciertas escenas.
   CONCLUSIÓN: 7. Es incluso más adictiva que la primera temporada y vuelve a generar debate y polémica, aunque haya perdido parte de su esencia.



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