FICHA TÉCNICA
Título: La caza.
Dirección: Allan Cubitt, Jakob Verbruggen.
País: Reino
Unido.
Año: 2013.
Duración: 60 min (3 temporadas de 6 episodios cada una).
Género: Policíaco, thriller.
Interpretación: Gillian Anderson, Jamie Dornan, Séainín
Brennan, Michael Colgan, Laura Donnelly, Bronagh Waugh, Ben Peel, Michael
McElhatton, Niamh McGrady, John Lynch, Ian McElhinney, Archie Panjabi.
Guión: Allan Cubitt.
Producción: Gub Neal, Julian Stevens.
Música: Keefus Ciancia, David Holmes, David Holmes.
Fotografía: Ruairi O'Brien.
Distribuidora: BBC.
CRÍTICA
SINOPSIS: Un
asesino en serie va dejando varias mujeres como víctimas de sus actos en la
ciudad de Belfast, sin que la policía sea capaz de detenerle. Para hacerlo,
deciden poner al frente a una detective de Londres con experiencia en la caza
de otros asesinos.
LO MEJOR: Pues ha supuesto toda una sorpresa
teniendo en cuenta, y con todos los respetos, su procedencia irlandesa. Digo ésto
porque no es ningún secreto que las series norteamericanas monopolizan el
mercado televisivo mundial y dado el elevado nivel de muchos de sus productos
tampoco es de extrañar. De ahí mi asombro de que esta modesta serie se haya
colado entre lo más destacado de los últimos años. “La caza” retrata
minuciosamente el funcionamiento de una investigación en relación a unos
crímenes. Pero no se queda en la exposición unilateral, sino que muestra el
otro lado como extremos de una cuerda que cada vez se acercan más. De tal
forma, nos introduce en la mente del asesino, nos obliga a acompañarle en sus
actos y pensamientos. La trama es lógica, muy realista, exenta de hipérboles
argumentales, de trucos de magia para deslumbrar al espectador. No, el ritmo es
lento, totalmente pausado y sobrio; pero tremendamente asfixiante, gris y
opresiva que escenifica a la perfección la calma tensa de la historia y que
utiliza como columna vertebral el desarrollo de unos personajes repletos de
aristas, nada planos, nada típicos. Y tiene una gran virtud, termina cuando
tiene que terminar, y no cae en la tentación de extender el relato con fines
comerciales.
Interpretación: La trama se apoya en
el poderoso antagonismo generado entre sus dos protagonistas: Gillian Anderson
(Stella Gibson) y Jamie Dornan (Paul Spector). Olvidaros de su imagen como Dana
Scully, aquí Anderson realiza la que para mí es su mejor interpretación. Por
supuesto que es un papel muy diferente al de “Expediente X”. Nos muestra a una
mujer dura, fría, hierática, inteligente, que no se deja dominar por los
hombres sino todo lo contrario y que deja entrever un tormentoso pasado que
nunca llega a revelar. Olvidaros también de “50 sombras de Grey” porque aquí
Jamie Dornan realiza un soberbio trabajo. Un asesino en serie que nos mantiene
en un oscilante enigma entre el bien y el mal, en el que no terminamos de
definir si es un ser calculadamente malvado o una víctima.
Escena (spoiler): Como es normal, en un
principio nuestra atención se va a la ejecución de los asesinatos y el análisis
de las escenas de los crímenes. Pero más adelante nos damos cuenta de que el
enfrentamiento entre la inspectora y el asesino, el juego del ratón y el gato, es
el que copa el interés. Como muestra su primera conversación telefónica y se
confirma, varios episodios posteriores en un intensísimo interrogatorio. Uno de
los puntos de inflexión es cuando Spector es herido casi de muerte, y como es
salvado in extremis en el hospital. El último capítulo es brutal, con otro
interrogatorio tremendo que desemboca en una violenta agresión a Stella. Y por
supuesto el suicidio de Spector posterior en el psiquiátrico.
LO PEOR: Ya lo he avisado, es lenta.
Pretendidamente lenta. No hay nada en ella para los que busquen episodios
trepidantes. Estamos en la era televisiva en la que cada capítulo debe poseer
un cliffanger que te deje con la boca abierta. Pues bien, “La caza” es otra
cosa.
CITAS: “Si no
le detenemos, volverá a hacerlo. Ponme al frente”. “Es posible que un criminal
sádico tenga buenas cualidades o una cara bonita”. “No tienes ni idea de quien
soy”. “No quiero que se hagan juicios de valor, solo encontrar al asesino”.
REFERENCIAS: No en la ambientación
ni en el tono, pero si en el ritmo, tiene nexos con “True Detective”. Pero si
guarda bastante parecido con “The Killing”, incluso más notablemente en su
vertiente original sueca, pues la ambientación tiene mucho que ver con las
series y películas escandinavas.
CONCLUSIÓN: 7’5. Sobria y pausada pero también tensa, asfixiante, gris y opresiva.
Con uno de los mejores enfrentamientos argumentales e interpretativos para
televisión.
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