Colocaremos
esta película en este ciclo, pero bien podría figurar en uno sobre cine
distópico. Ya en su momento, cuando escribí la crítica de “Los juegos del
hambre”, (http://clubcinefilos.blogspot.com.es/2012/10/ficha-tecnica-pelicula-los-juegos-del.html, http://clubcinefilos.blogspot.com.es/2015/11/escenas-miticas-distopias-los-juegos.html), mencioné “Battle royale” como importante referencia cinematográfica.
Claro que el film norteamericano, como ya podría presumirse, no llegó ni por
asomo a lo que ésta si se atrevió.
Porque si bien,
la saga protagonizada por Jennifer Lawrance proponía una idea en la que un
sistema de gobierno absolutista y dictatorial realizaba un evento donde
pretendía ejemplarizar un sacrificio de los participantes de un juego de la
muerte, evitaba por todos los medios hacerlo de forma explícita y poder así
rebajar su calificación por edades, a la vez de cumplir el objetivo de llegar
al público adolescente.
Pero todo eso,
“Battle royale” se lo pasaba directamente por el arco del triunfo. Y hay otras
diferencias notables. Una de ellas es que el protagonismo del film estaba mucho
más repartido y que los participantes del juego estaban en un numero
notablemente más elevado.
Pero la
principal diferencia son las cantidades sobradamente generosas de violencia. El
argumento consistía en soltar una clase de estudiantes en una isla durante tres
días con el único objetivo de matarse entre sí hasta quedar uno solo, para lo
cual podrían utilizar los medios que quisieran. Es decir, se podía matar como
fuera. De hecho, esa era una de las reglas.
Las otras
reglas eran las siguientes. Estaba terminantemente prohibido escapar. Los
participantes llevaban un collar metálico que en caso de intentarlo estallaba.
Sobra decir que estaba prohibido intentar quitarse el collar. Durante el
desarrollo del juego estaba permitido asociarse, lo que no debía apartarles del
objetivo principal y lo que llevaba a la regla más importante; solo podía
sobrevivir uno, y si lo hacían más de eso, todos los supervivientes morían.
Este macabro
concurso era un mensaje para el sector adolescente y, más concretamente
estudiantil, como medida extrema para controlar el posible caos que este
colectivo podría generar al sistema gubernamental. Lo que si bien antes
decíamos que “Los juegos del hambre” tenía “Battle royale” como posible
influencia, ésta propiamente tenía de “1984”, además de compartir las tres la
idea de un “Gran hermano”.
Sin embargo,
“Battle royale” no es un ejemplo literal de anime adaptado a live-action. De
hecho, en ningún momento fue una película de animación. La idea nace en la
novela homónima de Koushun Takami cuya turbulenta polémica generada provocó su
traslado al manga y de allí su adaptación a película, y que fue dirigida por
Kingi Fukusaku y que pasó a instaurarse directamente como película de culto.
Tuvo una secuela, “Batle royale 2:
Requiem” pero sin la repercusión ni impacto de la primera ni mucho menos.
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