Mejor película: ''Moonlight'
Mejor dirección: Damien Chazelle por 'La La Land'
Mejor actor protagonista: Casey Affleck por 'Manchester frente al
mar'
Mejor actriz protagonista: Emma Stone por 'La La Land'
Mejor actor de reparto: Mahershala Ali por 'Moonlight'
Mejor actriz de reparto: Viola Davis por 'Fences'
Mejor guión original: Kenneth Lonergan por 'Manchester frente
al mar'
Mejor guión adaptado: Barry Jenkins por 'Moonlight'
Mejor vestuario: 'Animales fantásticos y dónde
encontrarlos'
Mejor maquillaje y peluquería: 'Escuadrón Suicida'
Mejor fotografía: 'La La Land'
Mejor montaje: 'Hasta el último hombre'
Mejor diseño de producción: 'La La Land'
Mejores efectos visuales: 'El libro de la selva'
Mejor edición de sonido: “La llegada”
Mejor mezcla de sonido: “Hasta
el último hombre”
Mejor música: 'La La Land'
Mejor canción original: 'City of Stars', de 'La La Land'
Mejor película de habla no
inglesa: 'El viajante'
Mejor documental: 'O.J. Made in America'
Mejor cortometraje documental: 'The White Helmets'
Mejor cortometraje de ficción: 'Sing'
Mejor cortometraje de
animación: 'Piper'
Mejor película animada: 'Zootrópolis'
Por desgracia, hoy se está hablando de todo menos de cine. Porque la 89 Edición de los Oscars no será recordada por el nivel de las películas competidoras, ni por el triunfo del cine independiente representado en "Moonlight", ni si quiera por el parcial fracaso de "La La Land". No, será recordada por el error que pasará a la historia de estos premios, cuando Warren Beatty concedió el máximo galardón como mejor pelicula del año a "La La Land" cuando en realidad pertenecía a "Moonlight" y tuvieron la bochornosa obligación de tener que comunicar la gravísima equivocación a los responsables de "La ciudad de las estrellas" cuando estaban celebrando el éxito en el escenario.
En cuanto a los resultados, lo que se esperaba que fuera un paseo triunfal de "La La Land" no lo ha sido así finalmente, que de sus catorce nominaciones tan solo ha conseguido convertir en premios seis de ellas, y de esos tan solo dos de ellos son de los considerados principales, el de director y actriz protagonista.
Damien Chazelle también ha dejado su huella en este certamen como el director más joven en recibir un Oscar. Ya luego podemos discutir si es congruente o no el hecho de que un director gane la preciada estatuilla por una película que finalmente no lo hace. Personalmente no le veo el sentido pero es una práctica que empieza a hacerse habitual en Hollywood.
En cuanto a los intérpretes, nada que objetar pues la derrota de Ryan Gosling era algo casi cantado desde que Casey Affleck se llevara ya el Globo de Oro como mejor actor dramático, que siempre tiene más peso que el de comedia. Más disputado estaba el de mejor actriz donde Emma Stone ha vencido a oponentes tan duras como Natalie Portman o Isabel Huppert.
Lo que lamentablemente una vez más queda de manifiesto es que es tremendamente difícil, si no imposible, triunfar en los Oscars son una película que no sea un drama. Es decir, los géneros bélico y ciencia-ficción representados en "Hasta el último hombre" y "La llegada" solo pueden optar a categorías técnicas. Una verdadera pena.
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