En
su momento no tuvo mucha repercusión mediática o, al menos, yo no
la recuerdo mencionar. Pero el caso es que me ha resultado bastante
buena. La forma más simple de describirla es diciendo que va sobre
un detective que ve a los muertos. No es mentira, los ve. La cuestión
es saber si lo que ve son fantasmas o es pura esquizofrenia. Es
decir, si la explicación es paranormal o psicológica. Es un tema
que a medida que va avanzando la serie se va decantando por un lado,
que no diré, lógicamente. De hecho, se plantea como un thriller
policiaco, y se mantiene en esa tesitura, pero se desarrolla desde
las claves de un drama psicológico. No obstante, nunca se aparta del
caso que están investigando que, de hecho, va creciendo cada vez
más, y se va haciendo cada vez más grande, con mayores
implicaciones de personajes y sabiendo mantener la curiosidad hasta
el último episodio. Para ello se apoya en un guion muy sólido, con
muy buenos giros, que pone la lupa sobre una intriga a resolver pero
que se construye a través de sus personajes, especialmente del
protagonista pero también del resto de secundarios. Y aquí hay que
decir que Stellan Skarsgard está realmente impresionante. No es que
sea un secreto que es un gran actor, pero es que aquí ha conseguido
darle a su personaje un complejo equilibrio entre la dureza y la
vulnerabilidad. Es más, llega a ser conmovedor. Cuando llegas al
final con él te das cuenta de lo que realmente te han querido
contar. Que el caso solo ha sido accesorio para ello. Que, por
cierto, queda bien cerrado. Si no la has visto, merece una
oportunidad. 7.
Hay
que tener en cuenta que yo he visto toda la serie de un tirón. Es
decir, una temporada detrás de otra. Con lo cual la diferencia entre
ellas me ha sido más palpable. Pero el caso es de la primera a la
tercera, es casi imperceptible. Temporadas que empezaban en un nivel
inicial muy alto y que para colmo iba creciendo. Y no solo con
escenas de acción brutales, con espectaculares coreografías y sin
cortarse con la violencia, que además están perfectamente rodadas
(algunas incluso en plano secuencia). Es que el guion es mucho mejor
de lo que esperaba. Un modus operandi a lo Nolan, es decir, desde un
prisma muy realista, centrándose en el héroe pero con profundidad
en los villanos, y un conflicto moral y ético de fondo. Bueno, pues
todo eso se va a hacer puñetas en esta temporada secuela. Tiene
muchísima menos acción, es más, tiene un poco síndrome “The
Walking Dead”, es decir, el primer y último capítulo muy buenos
pero lo que hay en medio baja considerablemente. De hecho, hay veces
que da la sensación que la historia está dando vueltas en círculos.
Y alguien me podría explicar para que narices sirve el episodio del
robo al banco, a parte para meter con calzador el comentario de “Ms.
Marvel”. Paradójicamente, las temporadas de trece capítulos se me
han pasado bastante más rápidas que esta de nueve. A ver, que
entiendo que esto no es más que la mitad, que trata sobre el proceso
de renacimiento del héroe, pero es que a veces me parecía más
estar viendo un episodio de “La ley de los Ángeles”. Por cierto,
los tan cacareados regresos de personajes han sido más bien poco más
que cameos. En fin, al menos está Punisher. Espero que mejore todo
en la siguiente temporada, o segunda mitad de esta, o lo que sea. 6.
Es
un homenaje descarado al cine negro clásico. No lo oculta, de hecho,
hace de ello su bandera, con continuos guiños a películas del
género, a veces incluso poniendo breves imágenes de algunas de
ellas. Con una estructura típica, con ese omnipresente narrador. Es
como una actualización del modelo de detective privado, como un
“Mile Hammer” de nuestros días. Y sinceramente, lo estaba
disfrutando muchísimo. Había varias razones para ello. Para
empezar, Colin Farrell vuelve a estar genial. Pero es que además, la
trama me resultaba muy interesante, precisamente por lo típica que
era, por recordarme a esas series y películas de antes. La
investigación captaba mi atención y me encantaban todos eso guiños,
sobre todo porque los reconocía. Pero resulta que en un episodio
que no diré, meten uno de los giros más brutales que he visto en
muchos años, un WTF del tamaño de Empire State. Tanto que llega a
cambiar el género de la serie. Tampoco diré hacia donde para no
hacer spoiler. Solo que por mucho que te fijes en los detalles, que
los hay, es imposible esperarte lo que pasa realmente. A algunos
puede que les haga bajarse en marcha. Confieso que a mí me ha sacado
de la historia y he estado a punto de hacerlo. No lo he hecho porque
tenía curiosidad y porque seguía teniendo la misma elegancia en la
narración. Pero aún sigo pensando el porqué de haber tomado esta
dirección cuando lo que estaban haciendo ya estaba bastante bien. Y
lo que está claro es que a partir de ahí la resolución del caso
pasa a un segundo plano y es una pena. Caso que termina, al menos no
te dejan con un cliffhanger, pero la trama de fondo a partir del giro
famoso continúa. Ha sido renovada para una segunda temporada. 6´5.
No hay comentarios:
Publicar un comentario