viernes, 2 de mayo de 2025

Microcríticas Express: River/Daredevil, Born again/Sugar

 




   En su momento no tuvo mucha repercusión mediática o, al menos, yo no la recuerdo mencionar. Pero el caso es que me ha resultado bastante buena. La forma más simple de describirla es diciendo que va sobre un detective que ve a los muertos. No es mentira, los ve. La cuestión es saber si lo que ve son fantasmas o es pura esquizofrenia. Es decir, si la explicación es paranormal o psicológica. Es un tema que a medida que va avanzando la serie se va decantando por un lado, que no diré, lógicamente. De hecho, se plantea como un thriller policiaco, y se mantiene en esa tesitura, pero se desarrolla desde las claves de un drama psicológico. No obstante, nunca se aparta del caso que están investigando que, de hecho, va creciendo cada vez más, y se va haciendo cada vez más grande, con mayores implicaciones de personajes y sabiendo mantener la curiosidad hasta el último episodio. Para ello se apoya en un guion muy sólido, con muy buenos giros, que pone la lupa sobre una intriga a resolver pero que se construye a través de sus personajes, especialmente del protagonista pero también del resto de secundarios. Y aquí hay que decir que Stellan Skarsgard está realmente impresionante. No es que sea un secreto que es un gran actor, pero es que aquí ha conseguido darle a su personaje un complejo equilibrio entre la dureza y la vulnerabilidad. Es más, llega a ser conmovedor. Cuando llegas al final con él te das cuenta de lo que realmente te han querido contar. Que el caso solo ha sido accesorio para ello. Que, por cierto, queda bien cerrado. Si no la has visto, merece una oportunidad. 7.


   Hay que tener en cuenta que yo he visto toda la serie de un tirón. Es decir, una temporada detrás de otra. Con lo cual la diferencia entre ellas me ha sido más palpable. Pero el caso es de la primera a la tercera, es casi imperceptible. Temporadas que empezaban en un nivel inicial muy alto y que para colmo iba creciendo. Y no solo con escenas de acción brutales, con espectaculares coreografías y sin cortarse con la violencia, que además están perfectamente rodadas (algunas incluso en plano secuencia). Es que el guion es mucho mejor de lo que esperaba. Un modus operandi a lo Nolan, es decir, desde un prisma muy realista, centrándose en el héroe pero con profundidad en los villanos, y un conflicto moral y ético de fondo. Bueno, pues todo eso se va a hacer puñetas en esta temporada secuela. Tiene muchísima menos acción, es más, tiene un poco síndrome “The Walking Dead”, es decir, el primer y último capítulo muy buenos pero lo que hay en medio baja considerablemente. De hecho, hay veces que da la sensación que la historia está dando vueltas en círculos. Y alguien me podría explicar para que narices sirve el episodio del robo al banco, a parte para meter con calzador el comentario de “Ms. Marvel”. Paradójicamente, las temporadas de trece capítulos se me han pasado bastante más rápidas que esta de nueve. A ver, que entiendo que esto no es más que la mitad, que trata sobre el proceso de renacimiento del héroe, pero es que a veces me parecía más estar viendo un episodio de “La ley de los Ángeles”. Por cierto, los tan cacareados regresos de personajes han sido más bien poco más que cameos. En fin, al menos está Punisher. Espero que mejore todo en la siguiente temporada, o segunda mitad de esta, o lo que sea. 6.


   Es un homenaje descarado al cine negro clásico. No lo oculta, de hecho, hace de ello su bandera, con continuos guiños a películas del género, a veces incluso poniendo breves imágenes de algunas de ellas. Con una estructura típica, con ese omnipresente narrador. Es como una actualización del modelo de detective privado, como un “Mile Hammer” de nuestros días. Y sinceramente, lo estaba disfrutando muchísimo. Había varias razones para ello. Para empezar, Colin Farrell vuelve a estar genial. Pero es que además, la trama me resultaba muy interesante, precisamente por lo típica que era, por recordarme a esas series y películas de antes. La investigación captaba mi atención y me encantaban todos eso guiños, sobre todo porque los reconocía. Pero resulta que en un episodio que no diré, meten uno de los giros más brutales que he visto en muchos años, un WTF del tamaño de Empire State. Tanto que llega a cambiar el género de la serie. Tampoco diré hacia donde para no hacer spoiler. Solo que por mucho que te fijes en los detalles, que los hay, es imposible esperarte lo que pasa realmente. A algunos puede que les haga bajarse en marcha. Confieso que a mí me ha sacado de la historia y he estado a punto de hacerlo. No lo he hecho porque tenía curiosidad y porque seguía teniendo la misma elegancia en la narración. Pero aún sigo pensando el porqué de haber tomado esta dirección cuando lo que estaban haciendo ya estaba bastante bien. Y lo que está claro es que a partir de ahí la resolución del caso pasa a un segundo plano y es una pena. Caso que termina, al menos no te dejan con un cliffhanger, pero la trama de fondo a partir del giro famoso continúa. Ha sido renovada para una segunda temporada. 6´5.

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