sábado, 29 de junio de 2024

Microcríticas Express: El problema de los tres cuerpos/The 8 show/Mi reno de peluche

 




   Basada en el primer libro de la trilogía de Liu Cixin, “El recuerdo del pasado de la tierra”. Se ha especulado con la cancelación de la serie porque aunque ha tenido buenas críticas y datos de audiencia bastante positivos, el alto coste por episodio la ponían en peligro. Parece ser que han asegurado que van a continuar la historia, y por tanto, lo que cuentan los dos siguientes libros, pero quizá lo hagan de forma abreviada y no como querían sus guionistas, David Benioff y D.B.Weiss, en tres o cuatro temporadas. Pero bueno, al menos no la van a dejar colgada como suele hacer Netflix, porque la verdad es que queda muy abierta la primera. Y es que medios se nota que tiene bastantes y bien que lo hace notar en forma de efectos especiales porque visualmente es impresionante en muchas ocasiones. Ya sea por su recreaciones tipo videojuego como por determinadas imágenes durante su desarrollo. No obstante, no es para nada una serie en la que prime lo visual, sino que está cargada de misterio y gran parte de él con mucha carga científica. Y lo mejor, tratada de forma seria, porque podría considerarse una variante intelectual de una invasión extraterrestre. Me ha resultado interesante aunque creo que le falta algo de chispa narrativa, si algo se le puede echar en cara es la frialdad en la narración. Pero vamos, que la seguiré. Por cierto, tiene una de las secuencias más brutales que he visto este año en televisión, deja en pañales al prólogo de “Barco fantasma”. 7.


   Se la ha comparado hasta la saciedad con “El juego del calamar” y yo personalmente creo que son propuestas bastante distintas. Si comparten paralelismos en la premisa de juntar a una serie de personajes en un escenario y hacerlos pelear por una sustanciosa cantidad de dinero. Pero va más por el camino de películas como “El experimento”, “El hoyo” o una menos conocida que me ha recordado bastante, “High rise”. En cualquier caso, la crítica no solo la ha comparado con “el calamar” sino que además la ha puesto por debajo de ella cuando yo pienso que es completamente al revés. Por una sencilla razón, esta va mucho más allá en lo psicológico. La otra me creaba el morbo de los juegos y era muy adictiva pero es que esta me ha resultado muy incómoda en ocasiones. Porque a parte de su evidente crítica social de una sistema diseñado para que los ricos sigan siendo ricos y los pobres sigan siendo pobres, colocando en pantalla a tan solo ocho personajes, que representan estereotipos bastante claros, es que los somete a una degradación progresiva, a veces jugando peligrosamente con la pornografía del sufrimiento, cayendo en una espiral de violencia in crescendo, no demasiado explícita pero si bastante retorcida. Así que si, me parece mejor que “El juego del calamar” y también que “Alice en Borderland”. Al parecer puede haber una segunda temporada, aunque no es necesaria, queda perfectamente cerrada. 7’5.


   Basada en el caso real de Richard Gadd, quien dirige, escribe y protagoniza su propia historia, tratada en clave de comedia negra pero de trasfondo muy dramático. Es más, me ha incomodado en muchas ocasiones. En parte porque cualquiera que haya sufrido alguna clase de acoso, sea hombre (porque en parte reivindica el hecho de que los hombres también sufren esta situación) o mujer, y cuando te pones a hablar de este tema con gente te das cuenta de que hay muchas personas que lo llevan en secreto, empatizará forzosamente con el protagonista. Pero es que también, y aquí viene lo interesante, puedes empatizar con la acosadora. Si, puedes compadecerte de ella y comprender todavía más al acosado. No obstante, hay que recalcar que no es un caso de acoso común porque intervienen situaciones importantes del pasado del personaje principal que no voy a revelar pero que son bastante chungas, que pueden explicar la fascinación y dependencia de su propia agresora. Es decir, también está hablando de la autoestima, la necesidad de tener la atención de alguien. Pero, sobre todo, habla de dos personas rotas (diría que alguna más) que manifiestan esa descomposición personal a través de comportamientos totalmente tóxicos. Las interpretaciones son buenísimas. Gadd, por supuesto, pero es que Jessica Gunning debería llevarse algún premio. Y ojo a Nava Mau. Miniserie de siete episodios de media hora que prácticamente te puedes ver de un tirón. Te remueve, te aterroriza e incluso te divierte, por muy contradictorio que parezca. 8.

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