Forma
parte de lo que terminaría llamándose “Trilogía del Dólar”,
concretamente la que ocupaba el segundo lugar tras “Por un puñado
de dólares” y antes de “El bueno, el feo y el malo”, en lo
que curiosamente fue una progresión en cuanto a calidad, es decir,
la segunda superaba la primera y la tercera a la segunda. Aunque hay
muchos que consideran a esta su favorita, no es mi caso.
Una trilogía que junto a la película que vino después, y que personalmente considero mi western favorito, “Hasta que llegó su hora”, colocaron a Sergio Leone como máximo exponente del spaghetti western por encima de Sergio Corbucci, Enzo Castellari o Sergio Sollima. Y eso a pesar de tener sólo cuatro títulos.
Pero
es que la filmografía de Leone tampoco tenía muchos más. A parte
de los ya mencionados el cineasta italiano solo ha dirigido tres
películas más, “El coloso de Rodas”, “Agáchate maldito” y
la gran “Érase una vez en América”. Es impresionante la
repercusión y legado de Sergio Leone con tan pocas películas.
El
spaghetti western fue otra de las corrientes que vino a poner otro
clavo en el ataúd del western clásico, al que ya ponía prácticamente fin el
propio John Ford, como ya decíamos, con “El hombre que mató a
Liberty Valance”, y que daba paso al western crepuscular, del cual se
podría considerar una de sus ramas a este tanto llamado spaghetti
western como western mediterráneo.
Mediterráneo
porque muy habitualmente se trataba de coproducciones entre España e
Italia, en este caso compartida también con Alemania. De hecho, la
película está rodada en tierras españolas, concretamente en el
desierto de Tabernas, en Almería, escenario muy repetido por este
subgénero.
Hablamos
de trilogía pero no mantienen continuidad argumental entre ellas.
Son completamente independientes. Es más, hay un actor Gian María
Volonté, que muere en dos de ellas. Aunque sí es cierto que,
intencionadamente o no, hay evidentes paralelismos entre ellas. Por
ejemplo, el personaje de Clint Eastwood parece el mismo en las tres.
En
las tres no tiene nombre, solo un apoda de diferentes formas, como
Joe, Manco o Rubio respectivamente. Hasta lleva el mismo poncho, no
uno parecido, el mismo, que lleva ciertos remiendos según iban
pasando las películas. Comprado por el propio Clint Eastwood. El
cual tuvo sus dudas de participar en esta película por no haber
visto todavía el resultado del anterior, “Por un puñado de
dólares”.
Lo
que les llevó a tantear a Charles Bronson para el papel.
Curiosamente más tarde si sería el sustituto de Eastwood en “Hasta
que llegó su hora”. Pero no esta vez porque tras mandarle una
copia de la película, recuperó el interés, también gracias a una
subida de sueldo. El reparto lo completaban precisamente Gian María
Volonté, Klaus Kinsky el verdadero protagonista, Lee Van Cleef.
El
papel estaba pensado para Henry Fonda y en su defecto Lee Marvin,
pero ante las negativas se recurrió a un habitual secundario, muchas
veces como villano, de otros western, Lee Van Cleef, que se
encontraba totalmente defenestrado, haciendo pequeños papeles en series y ganándose la vida como pintor. De hecho, cuando Leone le ofreció un sueldo de diez mil dólares y el billete de avión pagado, Cleef no le creyó y hasta le insultó por burlarse de él.
Pero si era verdad y el resultado es que probablemente es el título más destacado de la carrera del actor. De hecho, la película supuso el mayor éxito de Italia y España de esa época. Costó seiscientos mil dólares y en total, ha llegado a recaudar 25 millones.
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