Se
va a convertir en un subgénero dentro de un subgénero. Me refiero a
lo de tomar una película clásica o muy popular como referencia y
aplicarle las claves del slasher. Este año ha habido unos cuantos y
la verdad que bastante aceptables. Teniendo en cuenta que son
películas de las que se ha abusado de la fórmula, que por otro lado
era muy básica, están logrando hacerlas distintas. Aunque lo que
hace esta no es nuevo, ya lo proponían “Feliz día de tu muerte”
referenciando a “Atrapado en el tiempo” y “Sangrientos
dieciséis” haciendo lo propio con “Regreso al futuro”. Además,
con ello hibridaban el terror con la ciencia ficción y la comedia.
Porque son películas que no se toman muy en serio a si mismas. Pues
es lo que han hecho aquí, coger un título tan navideño como “Que
bello es vivir” y le han cambiado la última palabra por “morir”.
Recordemos que este clásico de estas fechas ya era una adaptación
libre del cuento de Charles Dickens, “Cuento de Navidad”. Y esa
sensación de fábula con moraleja navideña permanece en la
película, a pesar de que haya un asesino enmascarado de por medio,
por cierto, con una indumentaria muy chula. En este caso no sigue la
tendencia de “Scream” a lo whodunit, pues se sabe su identidad
desde bastante pronto. No me ha parecido tan divertida como los
ejemplos antes mencionados pero está graciosa. Ah, salen un par de
actores ya icónicos del terror como Justin Long y Katherine
Isabelle. 6.
Un
slasher dirigido por el autor de “Hostel” y “El infierno
verde”? Compro, podía ser algo muy jugoso y divertido. Responde a
las expectativas que tenía? Pues la verdad es que si. De hecho, más
de lo previsto. Surge de uno de los trailers falsos que varios
directores (Edagar Wright, Rob Zombie) hicieron para el inicialmente
programa doble Grindhouse, formado por “Planet Terror” y Death
Proof”, de Robert Rodríguez y Quentin Tarantino, respectivamente.
Y esos trailers hacían referencia a las películas explotation de
las décadas de los sesenta, setenta y ochenta. Ya salió una
película de uno de esos
trailers falsos, “Machete”, y ahora sale esta de uno de ellos,
precisamente dirigido por el mismo Eli Roth, que mostraba una serie
de asesinatos el día de acción de gracias, que es el título
original. Lo que hace Roth es coger la idea del slasher de los
noventa, es decir, asesino disfrazado y que se revela al final como
en un whodunit, pero con un toque muy ochentero, aunque
más de esos títulos no tan conocidos, como “Cumpleaños mortal”.
Y la verdad es que le ha salido un entretenimiento de lo más
divertido, muy sangriento y con bastante más gore de lo que
esperaba. Eso si, en un tono de semicomedia, hasta tal punto que es
casi paródica de este subgénero, que se ríe de los arquetipos de
personajes de estas películas y que yo me lo he pasado bomba. Por
cierto, no sé si era la intención o simplemente Eli Roth quería
hacer una burrada de prólogo, pero la primera secuencia podría ser
una de las críticas más brutales a la sociedad consumista. 7.
La
resaca navideña ha dejado unas cuantas películas ambientadas en esa
época del año. Y esta ha sido uno de ellos. Una película de terror
pero con espíritu familiar. De hecho, en ocasiones peca de ser
incluso demasiado infantil. No obstante, me ha resultado simpática
porque toma una fórmula muy frecuente en la década de los ochenta,
la de las comedias de terror para toda la familia. Aunque para niños
tampoco es porque hay muertes y salpicones de sangre por doquier.
Pero nada excesivamente explícito, ni gore, ni nada por el estilo,
aunque le hubiera venido bien. Porque parece ha sido rodada con el
freno de mano echado o el limitador de violencia conectado. Eso o en
la sala de montaje se han quedado a gusto con las tijeras. La
cuestión es que me ha recordado y mucho a “Gremlins”, cambiando
los gremlins por gnomos cabreados. Hay tantos paralelismos que a
veces parece una copia descarada. Hay un gnomo bueno y otros malos,
hay unas reglas que no hay que infringir, . . . Aún así, me ha
parecido divertida. Tarda un poco en arrancar porque no es hasta el
tercer acto cuando se desmelena de verdad, la última media hora es
una locura y confieso que me he reído unas cuantas veces. Me
pregunto como habría sido si dirigiera, por ejemplo, Tommy Wirkola
(”Zombis nazis”). Es una película noruega pero los protagonistas
son norteamericanos. 5’5.
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