Pocas
películas han explotado tan bien el efecto claustrofóbico como esta, donde es el laberinto de habitaciones en forma de cubos de
colores, que en conjunto forman una gran estructura de la que los
personajes deben salir sorteando diversas trampas y descifrando
códigos matemáticos. Así que quien se sintiera muy agobiado en su
confinamiento esta película no le iba a calmar.
O
si, porque está demostrado que ver películas muy agobiantes generan
alivio al terminar. Puede hasta ser terapéutico. Y si no que se lo
pregunten a todos aquellos que se han aficionado a las Escapes. De
hecho, hay varias películas que toman esa idea, un poco descendiente de la propia “Cube”, como “La habitación de Fermat” o más
recientemente “Escape room”.
La
idea surgió en la cabeza de Vincenzo Natali que seguramente muchos
atribuyen la nacionalidad italiana con ese nombre. Sin embargo, en
realidad es canadiense-estadounidense. Y se inspiró en un episodio
de la serie que aquí conocimos como “En los límites de la
realidad”, concretamente en el capítulo “Cinco personajes en
busca de una salida” (original eh).
Natali
escribió un pre-guion para “Cube” que después pulieron André
Bjelic y Graeme Manson. Pero antes, con el fin de mostrar y convencer
a productores para que le financiaran, rodó el corto “Elevated”
que se desarrollaba en el interior de un ascensor. Tampoco es que le
concedieran mucho dinero, tan solo 365.000 dólares canadienses, a lo
que él les recompensó con 9 millones.
Vincenzo
Natali no tiene una gran filmografía. Gran parte de su carrera ha
transitado en la televisión participando en series como “Hannibal”
o más recientemente “Locke and key”, por mencionar algunas. Pero
tiene un par de películas, siempre vinculadas a lo fantástico como
“Splice” o “En la hierba alta”, con claras similitudes a
“Cube”.
Inicialmente
tuvo críticas muy divididas. Para los que les gustan las películas
atadas y bien atadas este título no les gustará, todo lo contrario,
dejará muy insatisfechos porque no sabrá ni el por qué ni el dónde ni
para qué.
Pero
eso no le impidió ser premiada en el Festival Internacional de Cine
Fantástico de Sitges como mejor película y mejor guion en 1998. Y a
Natali como mejor director en el de Toronto. A la postre ha quedado
como un film indiscutiblemente de culto. Paradójicamente, las
secuelas, ya sin la dirección de la original, bajó mucho de
nivel.
La
primera secuela “Cube 2, Hypercube” pretende acercarse a los
antecedentes del Cubo, pero aunque presentaron un rediseño total, no
era más que más de lo mismo. Y “Cube Zero” una precuela con
enormes libertades y licencias para tratar de explicar el propósito
del Cubo y la salida al exterior del mismo.
Algunas
curiosidades. Hay mucha matemática en las claves de la película.
Por ejemplo, las habitaciones cuyos números de puerta no son
potencia de un único número primo son las seguras. Además, las
permutaciones en el orden de las habitaciones permiten predecir el
movimiento de los cubos y poder llegar a la salida.
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