Aunque
cumpla con varios de los tópicos habituales de los slasher, como que
la trama se desarrolle en un lugar apartado, durante unas jornadas de
trabajo fuera de la oficina en un complejo de cabañas, o que el
asesino lleve una máscara, bueno no exactamente pero para más señas
aparece en el cartel de la película, no es el típico slasher.
Primero porque es sueco y se nota, lo que ya cambia su tono respecto
a los americanos. Segundo porque hay una subtrama de intriga que se
presenta incluso antes de los asesinatos y que sirve como hilo
conductor para lo que va a ocurrir después. Y
tercero porque los personajes tienen personalidad, un variopinto
grupo de compañeros del
curro.
Pocas veces os sentiréis tan identificados porque a muchos os
recordará a vuestro entorno de trabajo, en algunos de ellos bastante
tóxico. Quizá tarde un poco en arrancar pero cuando lo hace se
convierte en un entretenimiento muy divertido, con unas muertes de lo
más brutales (con toooda
clase de armas) y un humor muy negro. Tiene un mensaje sobre el mundo
laboral en las grandes empresas pero básicamente su objetivo es
entretener y lo consigue. Solo una apreciación,
la protagonista, aunque es un reparto muy coral, es la persona con
más
suerte del planeta a la hora de conseguir no clavarse objetos
punzantes. 6.
Hay
que ver que sorpresas
de terror trae en muchas ocasiones Hulu, que se puede ver a través
de Disney+. Además, con una directora debutante, Anna Zlokovic,
pues hasta el momento solo había hecho televisión, videoclips y . .
. cortos. De hecho, la película es una especie de extensión de un
corto suyo. Y tiene personalidad porque desde el minuto uno hay un
empeño en que nos sintamos incómodos y de que sepamos que algo anda
mal. Estas películas ya no se ven mucho, por desgracia, y me ha
recordado generosamente a las pelis de serie B ochenteras. No por su
ambientación, que es plenamente actual, pero si por su temática y
su gusto, y esto se lo agradezco mucho, por los efectos especiales
artesanales. Incluso esa cutrez, que podría ser incluso adrede,
resulta deliciosa. Hay bastante del David Cronenberg (se me ocurre
“Cromosoma 3”) de esa década de los ochenta en la historia, en su
etapa de la nueva carne; una película con monstruitos, con un poco
de body horror (no demasiado) pero con un guion. Funcional, claro
está, pero efectivo, y con sus giros. Ha habido varias veces que he
dicho, “pero que coj…”. Serie B, autoconsciente de lo que es,
sin ningún complejo de serlo y que resulta muy divertida, porque
además tiene un humor negro de mucha mala leche. 6.
Hace
unos años se hizo una especie de experimento que mezclaba varios
géneros, la comedia, el terror y la ciencia-ficción, más
concretamente el slasher y las paradojas temporales, en “Feliz día
de tu muerte”, en lo que parecía una slasher noventero metido en
la trama de “Atrapado en el tiempo”. La cosa salió bien, de
hecho, tuvo una secuela, y a mí particualrmente me pareció muy
divertida. Pues bien, el productor de aquella, Jason Blum (si, el de
Blumhouse) apuesta por una variante de aquella. El tono vuelve a ser
de comedia, tiene buenas dosis de asesinatos sangrientos, y también
tiene una vuelta de tuerca mezclando con un clásico de
ciencia-ficción, en esta ocasión, ochentero. Que es “Regreso al
futuro”. La premisa es la misma, viajar al pasado para evitar una
serie de acontecimientos. Y nuevamente me ha parecido muy
entretenida. La película es auntoconsciente de su propia ocurrencia
y realiza evidentes guiños a las películas en las que se inspira.
En la parte de slasher al que más claramente mira es a “Scream”,
a la cual hasta menciona (por cierto, haciendo un spoiler como una
catedral). Como curiosidad, incide en el choque de comportamientos
que tienen los adolescentes de dos épocas separdas por varias
décadas, y narra
la historia desde los dos puntos de vista, el pasado y su reflejo en
el presente, y está chulo. Además, está Kiernan Shipka, que está
genial. 6’5.
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