martes, 14 de noviembre de 2023

Escenas Míticas: Especial Épicas - Braveheart

 

   Una de esas pocas películas que parece que aúna todas las opiniones positivas, al menos por parte del público. Es difícil encontrar, la habrá, gente que ponga a parir esta película. Y sin embargo, alabándola hay por todas partes. Recuerdo cuando fui al cine a verla que los espectadores salían impresionados de la sala, y conmovidos. Porque como buena película épica, cumple la premisa de tener batallas, tragedia, romance y gran banda sonora.



   Batallas que a día de hoy me siguen pareciendo las más espectaculares de la historia del cine. Sí, porque muchos afirmarán, y no les faltará razón, que esas son las de “El señor de los anillos”, más concretamente las de “Las dos torres” y, sobre todo, “El retorno del rey”. Pero, amigas y amigos, esas tenían trampa, esos vastísimos ejércitos estaban recreados digitalmente mientras que en “Braveheart” no.



   Una tecnología que ya tenía a su disposición pero a la que renunció a Mel Gibson que quiso que hasta las grandes oleadas de flechas fueran reales. Y para recrear esas grandilocuentes batallas tiró de hasta 1600 extras, la mayoría pertenecientes a la reserva del ejército irlandés. Solo la primera batalla, la de Stirling, supuso seis semanas de rodaje y un total de 90 horas acumuladas.



   La trama se sitúa en la Primera Guerra de Independencia Escocesa, comprendida entre el siglo XIII y el XIV, y surge como reivindicación de un héroe de la rebelión de los escoceses contra el reino inglés. De hecho, el apodo “Braveheart”, realmente le correspondía a una figura históricamente posterior, Robert Bruce, que se convertiría a la larga en Robert I de Escocia. El titular la película así referido a William Wallace es una manera de decir que el verdadero “Corazón Valiente”, era él.



   Aunque la historia de Wallace no posee mucha base escrita. Al igual que las historias originales de otros dos héroes históricos que dieron lugar a dos películas que fueron referencia muy evidente y reconocida por el propio Mel Gibson, “El Cid” y “Espartaco”, sus historias se basan en una serie de cantos y leyendas muy romantizadas. De hecho, el guion para “Braveheart”, escrito por alguien que comparte apellido con el protagonista, Randall Wallace, se basa en un poema de un escritor conocido como Ciego Harry.



   Es más, hay diversas inexactitudes históricas y decisiones de guion tomadas muy libremente. Por ejemplo, se sabe que la Prima Note existía pero se desconoce si estaba en práctica y mucho menos que se instaurara como medida de presión extra para los escoceses. Lo que sí se sabe, porque se documentó, es que la tortura y ejecución de Wallace fue incluso más cruel que la mostrada en la película. Al igual, que el héroe escocés nunca se pintó la cara para combatir.



   Mel Gibson sorprendía con un proyecto de la envergadura de un tipo de superproducción que no abundaba en esa época allá por 1995 y en su segunda experiencia como director tras un prometedor debut pero con una modesta e intimista propuesta como “El hombre sin rostro”. No obstante, demostró que la tarea no le venía en absoluto grande.



   Todo lo contrario, Gibson se revela, como su personaje protagonista, como un director de imponente personalidad, con una sorprendente fluidez narrativa y un estilo personal como autor, solo hay que atender a su uso de la cámara lenta o la composición y montaje de las secuencias más importantes. De hecho, tras esta película se especializó en títulos de corte épico como “La pasión de Cristo” (de la que podría haber secuela “Resurrección”), “Apocalypto”, y “Hasta el último hombre”.



   De hecho, su nombre siempre ha rondado para un posible remake de “Grupo salvaje”. Para lo que sí suena de verdad es para una nueva secuela de “Arma letal”, sustituyendo al fallecido Richard Donner. Lo que no quería es interpretar precisamente a William Wallace, por considerarse muy mayor para el personaje pero los productores se lo impusieron como condición para financiarle la película. Le acompañaron en el reparto la bellísima Sophie Marceau, Catherine McCormack, Patrick McGoohan, Brendan Gleeson, James Cosmo, Brian Cox y Angus MacFayden.



   La película tuvo excelentes críticas. Además, fue la triunfadora de los Oscars de ese año, consiguiendo cinco de las diez estatuillas por las que fue nominada, las correspondientes a mejor película, director, fotografía, sonido y maquillaje. Además, fue un éxito de taquilla, recaudando 213 millones de dólares, habiendo invertido 72 en ella. La preciosa banda sonora de James Horner fue nominada pero no ganó, lo hizo "El cartero y Pablo Neruda" (sin comentarios).



   Por cierto, se acusó a la película de maltratar a los animales por el realismo en el que morían numerosos caballos durante las batallas. Sin embargo, les demostraron como habían logrado realizar esas escenas sin que sufrieran ningún daño, colocando muñecos en el último momento.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...