jueves, 15 de junio de 2023

Microcríticas Express: Candy/The english/Love & Death

 




   Primera de las rec
reaciones que se han hecho en forma de miniseries del caso de Candy Montgomery, que fue acusada de asesinar a su amiga Betty Gore, y allá por los ochenta tuvo un gran revuelo mediático por lo cruento del crimen y por la resolución del juicio. Aunque la serie se centra mucho en los antecedentes de la historia, en las personalidades de estas dos mujeres y cual podía ser la naturaleza de su relación y los motivos del asesinato. Al que da una interpretación un tanto abierta, sin dar totalmente por inocente o culpable a la acusada y dejando que sea el espectador quien se forme una opinión. Personalmente me habría gustado que se centrara más en la investigación de los hechos y en el juicio, aunque entiendo que hay que dar un contexto de la historia. Pero no por ello es menos cierto que son los episodios centrales los que se hacen más pesados. Porque comienza con un muy buen capítulo inicial, desde el que se hace un flashback y no vuelve hasta los dos finales para, ahí si, hacer una minuciosa reconstrucción del crimen. Las actrices encargadas de dar vida a las protagonistas son Jessica Biel y Melanie Lynskey, y aquí hay que decir que el nivel de ambas es muy alto, creo que han sido las dos nominadas a varios premios. Biel, además ejerce como productora y parece que se ha especializado en esa parcela en cuanto a televisión se refiere y concretamente en el género thriller. 6’5.


   Si hace poco señalaba la miniserie “1883” como un western crudo, sin adornos estéticos y muy realista, esta es todo lo contrario. Y no lo digo como algo negativo, al revés, simplemente tienen un tratamiento visual diferente, y también muy disfrutable. Porque esta es una miniserie de autor, con sus seis epis
odios escritos y dirigidos por la misma persona, Hugo Blick (que buscando información sobre él me he encontrado que hizo brevemente del Joker joven del “Batman” de Tim Burton, tiene narices), como si fuera una película por partes. Y si se adorna con un estilazo en cuanto a la dirección. Lo podemos percibir por sus encuadres (a veces parecen láminas de una galería de arte), su uso de la cámara lenta (tan poco habitual en el western) y la utilización de la música para elevar el sentido épico. De hecho, creo que el primer episodio (especialmente) le habría encantado a Tarantino. Sin embargo, su mayor reclamo es tener a una Emily Blunt absolutamente maravillosa, en una de sus mejores interpretaciones (si no la mejor), que tiene una química incuestionable con Chaske Spencer, y que está respaldada por breves pero muy buenos secundarios a lo largo de su viaje de venganza, como Ciaran Hinds, Toby Jones, Stephen Rea y un sorprendente Rafe Spall. Un western atípico, que no rehúye la violencia pero que es sutil en cuanto a no regocijarse en escenas de masacres y violaciones y que evidencia el trato a los indios y a las mujeres en el salvaje oeste. 7’5.


   La segunda recreación del caso de Candy Montgomery, por lo que la comparación con la otra miniserie que trata el mismo tema es inevitable, ya que nos han llegado las dos en menos de un año. No hay sospecha de que ninguna copia a la otra porque prácticamente se rodaron a la vez, aunque esta haya salido más tarde, y el hecho de que hayan elegido el mismo tema ha sido pura casualidad. No obstante, lo cierto es que son bastante parecidas en cuanto a lo de desarrollar sobradamente la historia precedente de las dos protagonistas. Si es cierto que la estructura de esta es diferente, más lineal, por lo que la parte digamos más pesada es en los primeros episodios, pero en su segunda mitad, cuando empieza el tomate (nunca mejor dicho) experimenta una gran remontada que la hace ponerse un puntito (solo uno) por encima de “Candy”, porque la reconstrucción del asesinato en si es mucho más explícita, se mojan más en lo que podría haber ocurrido y deja menos a la interpretación del espectador, que lo que quiere son respuestas. Y se las dan.
Además, la parte del juicio está muy bien. En lo que sale perdiendo, nuevamente por poco, es en el equilibrio del protagonismo. No porque el trabajo del Lily Rabe como Betty Gore no sea bueno (de hecho, es muy bueno) sino porque está claramente decantado hacia el lado de una Elizabeth Olsen que está entregadísima (como se les nota a todos los que vienen de hacer de superhéroes que quieren demostrar que son actores) como Candy Montgomery. De hecho, entre Jessica Biel y ella, habría un empate técnico. La miniserie está creada por David E. Kelley, el de la maravillosa “Big little lies”. 7.

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