Es
cierto que la que abrió el melón de los multiversos, ya no solo
para el personaje de Spiderman sino para Marvel, porque “End Game” coquetea más con los viajes en el tiempo que con los universos
alternativos, fue “Spiderman, un nuevo universo”; pero quien
abrió la veda plenamente y por todo lo alto fue esta película.
Después vendría “Doctor Strange y el multiverso de la locura” y
este mismo mes “The Flash”, para DC.
A
este respecto, me hace gracia que algunos digan que “The Flash”
busca copiar el efecto nostálgico de “Spiderman, no way home”.
De primeras, es esta última quien quizá le echara un ojo al cómic
de DC que, sin duda, ha servido como base para “The Flash”,
“Flashpoint”. De hecho, se llega a mencionar en ”a película de
Spiderman, por lo que es Marvel quien copia, eso sí,
adelantándose a DC.
No
obstante, no deja de ser una mera excusa para dar rienda suelta a
algo que no deja de ser fan-service. Y no pasa nada, se dice y ya
está. Todos hemos disfrutado, yo el primero, de ello. Más cuando
aquí no solo ejercen de adornos en forma de cameos sino que tienen un
sentido clave y vital en el guion. Sin ellos, la historia no tendría
sentido.
Con
ello consiguieron la que incuestionablemente es la mejor entrega de
la franquicia en la etapa de Tom Holland como Peter Parker. No así
en total, pues para un servidor las dos primeras de Sam Raimi me
siguen pareciendo las mejores, y también me gusta la primera de Marc
Webb, “The Amazing Spiderman”. Lo que hace muy bien “No way home”
es tomar, no solo personajes, sin hacer alusiones a las otras dos
etapas del personaje.
El
guion le encantó al propio Holland pero confesó que veía
impensable que se llevara a cabo, precisamente por la cantidad de
actores que había que traer de regreso, a los cuales había que
convencer sin dejarles leer el guion antes . Sin embargo, el
milagro se llevó a cabo y Willem Dafoe, Alfred Molina, Jamie Fox,
Rhys Ifans y Thomas Haden Church volvieron con sus respectivos
papeles de villanos; Duende Verde, Octopus, Electro, Lagarto y Hombre
de Arena.
Y
aún así el plato fuerte consistía en recuperar los Peter
Parker/SpiderMan de las dos etapas anteriores, Tobey Maguire y Andrew
Garfield, que se unirían al reparto habitual de la etapa de Tom
Holland, es decir, Zendaya, Marisa Tomei, Jon Favreau y al invitado
especial de los “Vengadores”, Benedict Cumberbatch. Sin
olvidarnos de J.K. Simmons.
También
hay un cameo de Daredevil de la serie y se hace referencia a un
posible Spiderman negro en algún otro universo, suponemos que se refiere a Miles Morales. Además, hay un
momento en la parte final en la que pueden verse las siluetas de
otros villanos de personajes, que si nos fijamos bien, podrían ser
Rhino, Kraven el cazador, Scorpion o Black Cat.
Pero
hablemos del hecho más importante que se da en la película, la
muerte de la tía May (Marisa Tomei no pudo aguantar tantos
secretismo y se lo contó a su terapeuta, asumiendo que él no podría
contar el spoiler por su relación médico-paciente). Esta pérdida
es la que puede posibilitar la madurez de Peter Parker de Holland,
que hasta ahora, tanto en “Homecoming” como en “Lejos de
casa”, había sido demasiado de adolescente. El final de la
película abre la puerta a un reinicio de su Spiderman. Incluso el
traje final lleva los colores clásicos en cuanto al tono del rojo y
el azul.
Las
críticas fueron muy buenas y económicamente supuso el primer gran
éxito tras la pandemia, incluso llegando a colocarse en el sexto
lugar (algo que habrá trastocado “Avatar, el sentido del agua”)
en el ranking de películas más taquilleras de la historia con nada
menos que 1920 millones de dólares, habiendo invertido 200.
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