domingo, 7 de mayo de 2023
Posesión infernal, el despertar
FICHA
TÉCNICA
Título:
Posesión
infernal. El despertar.
CRÍTICA
SINOPSIS: Una
chica vuelve a casa, con su hermana y sus hijos, en un edificio al
que le queda poco para desalojarlo. Pero una noche se desata la
pesadilla cuando accidentalmente despiertan a unos demonios.
LO MEJOR: Es
difícil encontrar una saga en la que todas sus entregas sean buenas.
Además, tan distanciadas en el tiempo entre la primera y la última,
cambiando de tonos, de directores y hasta de argumento en alguna
ocasión. Y encima manteniendo la esencia original, siendo pura
“Posesión infernal”. Bueno pues esta sí lo cumple. Para dar una
respuesta a cual es la razón solo hay que decir dos nombres: Sam
Raimi y Bruce Campbell. Ambos han estado envueltos en la concepción
de todas las películas de una forma o de otra. Aquí con Campbell en
la producción, y Raimi en la ejecutiva. Inicialmente parece más en
la línea del remake de Fede Álvarez, al menos en cuanto a lo que
desprende de la puesta en escena de la dirección de Lee Cronin,
encargado de esta, pero que rápidamente vuelve al tono de diversión
total característico de Sam Raimi ofreciéndonos un descancharrante
festival de sangre (al parecer han usado como chorrocientos mil
litros de ella) y gore a mansalva, de los que ya es muy difícil ver
en una sala de cine. De hecho, no iba a ir a cines sino a plataforma,
pero las buenas opiniones de los “test screen” les convencieron
de estrenarla en salas. El resultado no ha podido ser más
entretenido (el ritmo es altísimo con situaciones terroríficas una
detrás de otra) y divertido (ojo, no como comedia sino con el humor
a través de la exageración y el exceso). Por cierto, el cambio de
escenario y entorno le ha sentado de maravilla.
Interpretación: El
protagonismo es enteramente femenino, tanto en cuanto a la villana
como a la heroína. En el caso de la primera con Alissa Sutherland, a la que muchos recordarán de la serie “Vikingos”. Y en el de la
segunda, la nueva “final girl”, con Lilly Sullivan, quien ya fue
uno de los personajes principales de la miniserie “Picnic en
Hanging Rock”.
Escenas
(SPOILERS!!): El
prólogo es potentísimo y nos hace pensar que nuevamente van a
situarnos en una casa en el campo, pero no, rápidamente nos
trasladan a un edificio en ruinas en la ciudad, lo cual es
radicalmente diferente a todo lo visto hasta ahora en la saga. Luego
es una sucesión de escenas tremendamente terroríficas. Hay muchas
pero por destacar alguna, sobre todo en cuanto a la puesta en escena,
toda la secuencia del pasillo de la planta de apartamentos, vista
desde la mirilla de una puerta y jugando con el fuera de campo a las mil maravillas mientras somos
testigos de una masacre. Algunas cosas las vemos y otras las
imaginamos. O la escena del ascensor inundado de sangre cuyo
desenlace es un evidente guiño a “El resplandor”. Y, por
supuesto, el despiporre sangriento final, como no, con una motosierra
como protagonista. Pero también estaría la de la bañera.
LO PEOR: No
es que hayan sido los guiones los puntos fuertes de las películas
precedentes, y por ello, tampoco sorprende que el de esta sea
igualmente simple. Lo justo para colocar los personajes en pantalla y
empezar a meterles en peleas con los demonios. Sinceramente,
qué más da, si luego funciona.
REFERENCIAS: Es
más como una secuela independiente que muy probablemente sirva como
reinicio de la saga, algo así como “Scream (2022)” que como un
reboot que reformule la saga.
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