FICHA
TÉCNICA
Título:
El
ángel de la muerte.
Dirección:
Tobias
Lindholm.
País:
Estados
Unidos.
Año:
2022.
Duración:
121
min.
Género:
Thriller.
Interpretación:
Jessica
Chastain, Eddie Redmayne, Nnamdi Asomugha, Kim Dickens, Noah
Emmerich, Ajay Naidu, Devyn McDowell, Chris Henry Coffey, Brooke
Stacy Mills, Alix West Lefler, Marcia Jean Kurtz, Victor Cruz, Gabe
Fazio, Gina Jun, Moe Irvin, David Boston, Anjelica Bosboom, Rebecca
Watson, Lauren Yaffe, Jennifer Regan, Shaun O'Hagan, Dartel McRae,
David Lavine, Steve Antonucci, Marcia M Francis, Malik Yoba.
Guion:
Krysty
Wilson-Cairns. Novela: Charles Graeber.
Producción:
Darren
Aronofsky, Scott Franklin.
Música:
Biosphere.
Fotografía:
Jody
Lee Lipes.
Distribuidora:
Netflix.
CRÍTICA
SINOPSIS:
Una
enfermera con problemas de salud se encuentra sobrepasada por su
trabajo. Un día, ponen a un enfermero como apoyo. Rápidamente hacen
buenas migas pero tiempo después empieza a sospechar que esté implicado en
algunos fallecimientos sospechosos del hospital.
LO
MEJOR: No
es una película de terror pero da mucho miedo, porque las víctimas
del asesino se encuentran en su momento más vulnerable, en total indefensión, y podríamos ser cualquiera de nosotros. Porque ¿Quién
no ha estado en un hospital alguna vez? De todos modos, hay que
aclarar que la película no pretende ser una inmersión en la mente
del psicópata, como ha sido la reciente miniserie sobre Jeffrey
Dahmer. Trata sobre como le descubrieron y como le cogieron, tirando
más hacia el género de intriga y policíaco. De hecho, la verdadera
protagonista es la enfermera que colaboró con la policía para
detenerle. El título original de la película lo explica mejor, “The
good nurse”, (La buena enfermera). Por cierto, un asesino que
sin la popularidad de otros como el propio Dahmer, Ted Bundy o John
Wayne Gacy. Quizá porque no era ni violento ni depravado y su modus
operandi le permitía matar sin siquiera tocar a sus víctimas. Sin
embargo, probablemente sea el asesino más prolífico de la
historia. De todos modos, tampoco es una recreación exhaustiva de los
hechos aunque se aproxima bastante. Su director, Tobias Lindholm
elabora una narración sin aspavientos y recursos efectistas que
distraigan al espectador de lo importante, que es una historia con la
suficiente fuerza de por sí como para necesitar adornos artísticos.
Pero si se recrea en primeros planos de sus dos protagonistas sabedor
de los dos actorazos que tiene entre manos para sacarles provecho
dramático. No obstante, a la vez carga las tintas contra un sistema
hospitalario que funciona más como uno empresarial, lo cual provocó
que este monstruo siguiera actuando yendo de un hospital a otro.
Interpretación:
Que voy a decir de Jessica Chastain que es mi actriz favorita, pues que
está como siempre, excepcional y además llevando el peso de la
película como intérprete todopoderosa que es. Pero es que lo de
Eddie Redmayne es de matrícula, me sorprendería que no fuera
nominado por su interpretación, desde la contención es capaz de helarte la sangre a base de miradas.
Escena
(SPOILERS!!): Ya
en la primera escena podemos apreciar una de esas miradas de Charles
Cullen (Redmayne), sin pronunciar ni una palabra. Por eso sorprende
tanto su despliegue expresivo en el intensivo interrogatorio final,
sobre todo con los dos inspectores. También hay otro momento en el
que mira fijamente a los ojos de una de sus víctimas ya muerta, que
es terrorífico. Como los diversos momentos de Amy (Chastain) con él
cuando ya es consciente de lo que ha hecho, donde se palpa su
incomodidad y nerviosismo. Hay otra escena, tras despedir a Cullen
donde el personaje de Kim Dickens, que se queda a solas y se aprecia
su sentimiento de culpabilidad por no denunciarle. En cuanto a la
motivación de Cullen, se apunta de pasada que quizá mataban mujeres
por su mala experiencia con su mujer o su madre. No se dice en la
película pero él decía que era para darles una muerte digna sin
dolor. Ninguna de esas teorías era real. No mató solo mujeres, ni
tampoco solo enfermos terminales, incluso pudo hacer que murieran
sufriendo de más. Así que de ángel nada.
LO
PEOR: Quizá
muchos esperen un pulso más vigoroso, con la referencia de otros
psicokillers que estudian más la mente del asesino, se recrean en
sus crímenes y están plagados de giros. Ésta no va por ahí, se
aproxima más al drama que al suspense. Aún así, engancha
sobradamente.
REFERENCIAS:
La
película está basada en el libro “The good nurse” de Charles
Graber. Pero esta historia tiene muchas similitudes con la miniserie "Dr. Death", también basada en un terrible hecho real en el ámbito médico.
CONCLUSIÓN: 7’5. No es ni una inmersión en la mente del asesino ni una exposición exhaustiva de los hechos, pero si un gran duelo interpretativo entre sus dos protagonistas, unos enormes Jessica Chastain y Eddie Redmayne.
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