domingo, 25 de septiembre de 2022
The Medium
CRÍTICA
SINOPSIS: Mientras
se rueda un documental sobre los chamanes de Tailandia, se da el caso
de la posesión de una adolescente que supuestamente esperan que sea
su conexión con una diosa. Pero no parece que sea esa diosa quien la
ha poseído.
LO MEJOR: No
tenía malos mimbres ya de inicio. Con el director cuya ópera prima,
aunque hace ya casi dos décadas, fue muy interesante “Shutter”, una de las
más destacadas obras de terror de esa ola de terror oriental de
principios de siglo. Y sobre todo contando con Na Hong-jin, autor de
“El extraño”, uno de los mejores títulos del cine coreano de
los últimos años, y del terror moderno en general, como guionista
pero también como productor. Y ésto se nota y mucho. Básicamente
lo que hacen ambos es trasladar las claves del subgénero de
posesiones demoníacas a la cultura tailandesa, con sus creencias y
costumbres que influyen en sus modalidades de exorcismos, muy
diferentes a los de Occidente. Además, nos lo cuentan a través del
formato documental. No como un found footage, aunque también hay una
parte de ésto. Es como si estuviéramos viendo un documental de
verdad, lo que le da un realismo superior a cualquier mockumentary.
Se podría dividir en dos partes. En la primera nos muestran un poco
la vida y costumbre de los personajes. La segunda parte inicia una
escalada de acontecimientos y sucesos paranormales que hace que vayan
creciendo en intensidad hasta terminar en lo más alto. Porque toda
la parte final es realmente brutal. Es como si se hubieran estado
conteniendo para soltarlo todo en el tercer acto.
Interpretación: Sawanee
Utooma es de largo la más creíble. Pero la que parece que suscita
más atención fue, atención que va el nombre, Narilya
Gulmongkolpech (he mirado cuatro veces el apellido para copiarlo).
Aunque tal vez porque ya era bastante popular antes, con gran
cantidad de seguidores en redes sociales, sobre todo, en Instagram.
Es una actriz, modelo y cantante tailandesa. Personalmente creo que
está un poco sobreactuada en bastantes ocasiones durante la
película.
Escena (SPOILERS!!): Casi
todo lo más importante ocurre en su segunda mitad. Personalmente tuve que
dejar de mirar cuando Mink (Narilya), en una de sus “excursiones”
nocturnas (que nadie entiende cómo no la encerraban por la noche en
la habitación) mete al perro en una olla vivo. Es horrible. Luego
está el secuestro del bebé. Y es uno de esos momentos que no se
pueden creer que los cámaras no hagan nada para impedirlo. En el
último acto viene el plato fuerte. Nuevamente la actitud de los
cámaras es incompresible, pero te imbuyen en tal vorágine de
violencia, sangre y pánico, que ya te da igual. Tanto los ataques en
la casa mientras se celebra la ceremonia en el edificio abandonado,
como la propia ceremonia, son impactantes. Es una masacre brutal.
LO PEOR: Es
precisamente la parte de found footage la que hace que ese realismo
conseguido hasta el momento decaiga bastante en cuanto a
credibilidad. En general es lo que le pasa a este subgénero siempre,
que no me creo que sigan filmando en determinados momentos. Los
cámaras del documental o son los profesionales más acérrimos o los
menos empáticos. Además, a la película le sobra metraje
claramente.
REFERENCIAS: Viene a ser una traslación de “El exorcista” a la cultura oriental. Se
nota bastante la influencia del creador de “El extraño”. Y tiene
bastante del formato mockumentary en su modalidad “Paranormal
activity”.
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