No
es que sea Taika Waitiki precisamente santo de mi devoción,
especialmente tras “Thor Ragnarok”, aunque después
me
quitara el sombrero con “Jojo Rabbit”, pero no me extraña que
tenga tanta querencia hacia la comedia si venía de aquí. Porque
ésta
me ha parecido divertidísima. Se lo han tenido que pasar bomba
rodando esta película con cuatro duros, de hecho es bastante cutre,
a modo de falso documental donde simulan hacer un reportaje sobre
unos vampiros que comparten casa en su día a día, o mejor dicho, en
su noche a noche. Es
como si un grupo de amigos se hubieran reunido para hacer una
película con los medios disponibles más primarios.
Básicamente es una parodia de vampiros y los tópicos de este
subgénero del terror, contando cosas como sus conflictos con los
humanos que tienen como siervos o su relación de rivalidad con los
hombres lobo, por poner algunos ejemplos. Hay diálogos delirantes y
un buen puñado de situaciones en las que me he partido de risa. Es
ingeniosa, gamberra y muy fresca. Y lo dicho, se nota que el
reparto se
lo está pasando bien. Dura menos de hora y media, y se pasa volando.
6’5.
No se me va a ocurrir decir que es buena. No, es mala. Que narices, es malísima. Pero lo que me he podido reír no me lo quita nadie. Apuntar detalles como guion (el cual parece que se ha hecho mientras jugaban a tomar chupitos) o el desarrollo de personajes (no le hay por ninguna parte) es absurdo. Y esa es la palabra clave, todo lo que pasa es absurdo pero . . . divertido. Sinceramente pensaba que era un slasher en el que Nicholas Cage era atacado por unos tipos vestidos de muñecos infantiles. Pero que va, son directamente muñecos embrujados cual Chucky. Casi me siento culpable pero me lo he pasado bomba viendo a Nicholas Cage (este tío se ha convertido en el mejor actor de comedia que he visto en mi vida) reventarle la cabeza a un avestruz animatrónico con una fregona. Por cierto, no dice ni una palabra en toda la película, solo toma cervezas, limpia el local, juega al Pinball y mata . . . seres, los voy a llamar. Así que, si, lo reconozco, me ha gustado esta fumada sangrienta en la que Cage está impagable. Ah, si sois de los que se les pegan las canciones, os vais a llevar puesta la del “cumple” fijo. 6.
Vamos a ver, la película es bastante tonta pero entretiene porque llega a ser divertida y tiene algunos aciertos en su guion. Por ejemplo, la elección del escenario, en un hotel de un pueblo perdido de la mano de dios que encima está incomunicado por el temporal de nieve. Lo que le viene muy bien para encerrar a los personajes en él y montar su particular versión del Whodunit, con la variante de que el asesino es un hombre lobo y hay que descubrir quien de ellos es, si es que lo hay, que esa también es la gracia. Esa es la excusa para reunir una tropa de personajes de lo más pintoresco donde por alguna razón el guardabosques que apenas lleva un día en ese destino, se hace con el mando de la situación. Tiene algunos gags bastante graciosos (raquetas y demás) que funcionan. Y mantiene la incertidumbre hasta el final. Pero vamos, sin tomárselo demasiado en serio pues es una parodia del género de hombres lobo, donde incluso hay algún guiño a “Un hombre lobo americano en Londres” y “Aullidos”. 5’5.
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