LO MEJOR: Con esta película Denis Villeneuve empezaba a dar muestras de su talento e hizo que mucha parte de la crítica le echara la vista encima como diciendo, “ojo, aquí hay un director”. Hoy en día, personalmente le considero uno de los cinco mejores de la actualidad, de la última década, y aquí comenzaba a demostrarlo. Lo hizo tomando una obra de teatro y la extrapoló al terreno del cine, y lo curioso es que no se nota nada pues no se aprecia estilo teatral. Teóricamente situada en el Líbano, la historia va tocando varios géneros donde el drama es el dominante pero hay importantes dosis de road movie y de thriller de intriga. Básicamente es una crítica a lo dañina que puede ser la situación política y también religiosa de un país. Cómo es capaz de destrozar vidas, a las que convierte en víctimas pero también en monstruos aunque su origen sea el mismo, e incluso cuando la víctima y el monstruo pueden ser el mismo individuo. Por tanto, sin duda el mensaje es antibelicista pero para llegar a él hay que pasar por el trance de conocer la historia, contada en gran parte a golpe de flashbacks, porque sin ese recorrido el mensaje no tiene sentido, hay que sufrirlo. Porque a modo de tragedia griega nos sumerge en un relato crudo, durísimo y profundamente sobrecogedor con uno de los finales más rompedores y, sobre todo, desgarradores que un servidor haya visto en años.
Interpretación: Principalmente, la película se sustenta en torno a tres personajes. Pero especialmente en el que da vida Labna Azabal, que está absolutamente maravillosa. Es ella la que realmente se echa la película las espaldas. Luego estarían los dos hermanos. Una interpretada y muy bien por Melissa Desormeaux-Poulin. Y el otro por Maxim Gaudette, pero que además de no tener tanto tiempo en pantalla, estando bien, no lo está el nivel de sus dos compañeras de reparto.
Escena (SPOILERS!!): Vayamos a lo más flojo porque el resto está perfecto, todo se apoya en la casualidad del encuentro en la piscina pública. Qué dos personas del Líbano se encuentren en un lugar exacto de Canadá es como que demasiado forzado. Pero lo entiendo aún así. ojo al prólogo pues en ese momento no se entiende pero es cuando el hijo de la protagonista, siendo un niño, es “aislado” para convertirse en el monstruo que luego será y que se ve confirmado en la escena del francotirador, que suponemos que es él, años después. Hay escenas de extraordinaria dureza, como el asesinato del novio de la protagonista. Pero especialmente la del autobús, y esa ejecución a todos los integrantes salvo a ella por ser cristiana, incluida una niña. Llega a ser dolorosa. Pero, sin duda, lo que supone un auténtico puñetazo en el estómago es el final, cuando descubrimos, que sin poder creerlo, el torturador de la madre, quién la violó y dio lugar a sus dos hijos gemelos, era en realidad su hijo perdido. Y la culminación de la historia con esa doble carta llegada a sus manos. Una censurándolo y otra perdonándolo.
LO PEOR: No es una experiencia precisamente agradable y no es recomendable verla bajo un estado de ánimo bajo. Personalmente confieso quedar abatido a su término. Por otro lado, en muchas partes de la narración, se le da un toque casi documental que resulta frío. Y el giro que enlaza todo está basado en una casualidad, un poco cogida con pinzas desde el punto de vista del guion.
CITAS: “Yo
digo que vuestra historia comienza con una promesa: rompan el hilo de
la ira”. “Hablo con el hijo, no con el verdugo. Pase lo que pase,
yo siempre te amaré”. “
Sus hijos son nuestros hijos,
Nawal. Su familia es nuestra familia”. “El silencio está roto,
una promesa cumplida y una piedra podrá ser puesta sobre mi tumba, y
mi nombre será grabado sobre la piedra bajo el sol”. “El hilo se
rompe. Y yo finalmente puedo tener tiempo para mecerlos y cantarles
en voz baja una canción de cuna para consolarlos. Nada es más
hermoso que estar juntos. Los amo.
REFERENCIAS: Se basa en la obra de teatro “La mujer que cantaba” de Wajdi Monawad. La película fue nominada en la categoría de Película de habla no inglesa en los Oscars de 2010.
CONCLUSIÓN: 8. Villeneuve ya empezaba a dar muestras de su talento con este reclamo antibelicista mediante prácticamente una tragedia griega que mezcla el drama más sobrecogedor y desgarrador con el thriller de intriga.
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