AUTOR: Margaret
Atwood (Otawa 1939). Escritora canadiense, considerada actualmente una de las
principales figuras de la literatura. La temática de sus obras, es muy diversa,
desde la crítica literaria a la novela realista, pasando por la ciencia
ficción hasta la literatura comprometida
en defensa de los derechos de la mujer. Su obra más conocida es El cuento de la
criada (1985), novela con la que recibió premios como el Arthur C. Clark y Los
Ángeles Prize. Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2008 y eterna candidata
al Premio Nobel de Literatura.
SINOPSIS: Una muchacha llamada Grace narra su historia desde su
infancia en Irlanda, sus años de pobreza y marginalidad en Canadá hasta el
momento de su condena a los dieciséis años por el asesinato en 1943. Cuyos
hechos anteriores y posteriores al mismo no recuerda en absoluto. Es por ello
que se solicitan los servicios de un doctor que con una serie de nuevas
técnicas, haga recordar aquellos violentos sucesos a la protagonista,
demostrando su inocencia si es posible y consiguiendo el indulto que tanto
desean un grupo de reformistas religiosos y espiritistas.
PERSONAJES: Grace Marks es la protagonista
absoluta. Muchacha de 16 años, guapa, lista, pero de temperamento silencioso y
taciturno, acusada del asesinato de Thomas Kinnear, un oficial semiretirado,
que vive con su ama de llaves Nancy, de la que se dice que son amantes y que es
a su vez asimismo asesinada. James MacDermot, es el encargado de cuidar los
caballos. Rebelde e irresponsable, vive como desertor en Canadá y es acusado
del crimen, al igual que Grace. Simon Jordan, es el Psiquiatria, que utilizando
los métodos más modernos de la época, intenta a través de una serie de
encuentros con Grace, desvelar lo acontecido anteriores y posteriores al
asesinato, de hecho es el narrador de la novela.
LO MEJOR: Aunque
la historia esta mayoritariamente contada por el Doctor Jordan que intenta
averiguar cómo es realmente Grace, los mejores momentos de la novela son
aquellos en los que Grace toma la palabra y aguzamos los sentidos para observar como mide cada palabra,
cada frase, cada hecho que va relatando, y así saber hasta dónde llegar quiere
llegar. Ella sostiene que no recuerda nada acerca de los asesinatos, de hecho
se nos ponen los pelos de punta mientras comienza a plantearse realmente si
ella es culpable, si tanta frialdad no ocultará una imposibilidad real y
antinatural para sentir amor o compasión. De igual modo, al mismo tiempo que se
mantiene ese suspense, se nos muestra el ambiente de época, marcando
diferencias entre los sexos, las clases sociales y los prejuicios y las
desigualdades incluidas excéntricas aficiones como el espiritismo en algunas personas
de clases altas, aburridas. Dado que la autora se basa en un hecho real es por
ello que decidió optar por darnos una visión completa de lo sucedido mostrando
noticias, cartas y opiniones de distintas voces.
LO PEOR: Enlazando
con lo anterior, la forma en que Grace nos explica lo ocurrido, hace que poco a
poco vayámonos creando una idea de lo ocurrido y esperemos un final que nos satisfaga
dándonos una gran explicación. Y ahí Atwood prefiere cerrar la novela, a mi
entender, de un forma un pelín precipitada sobretodo tratándose de una novela
con un ritmo tan pausado y constante. En cualquier caso no lo considero un
error, sino que más bien hace que flote más aun el suspense puesto que queda
libre la pregunta del millón ¿quién es Grace? Y eso, quizá es lo que resulta
magnifico a esta novela.
CITAS: “Sólo quieren verme
porque soy una célebre asesina. Al menos eso es lo que se ha escrito. Cuando lo
vi por vez primera me extrañó, pues se habla de una célebre cantante, una
célebre poetisa, una célebre espiritista o una célebre actriz, pero ¿qué es lo
que se tiene que celebrar en un asesinato? Pese a todo, es muy duro que te
apliquen la palabra «asesina». La palabra posee un opresivo olor almizcleño,
como el de las flores marchitas en un jarrón. A veces, de noche, me lo susurro
a mí misma: «asesina», «asesina». Y me parece que cruje como una falda de
tafetán sobre el suelo”. “Una vez que
te encuentran con un hombre en tu habitación, tú eres la culpable, sin importar
cómo ha llegado él hasta allí”.
CONCLUSION: Margaret Atwood, parte de un hecho real
para internarse en los lugares más secretos de la mente y de paso trazar un vívido
cuadro de la sociedad decimonónica, de sus contradicciones y de sus
complejidades. En Alias Grace, Atwood realiza una reflexión sobre la identidad
de la mujer, la relación entre los sexos y la naturaleza de la conciencia humana.
Es sabido que Atwood realizó una labor de investigación para reunir toda la
información posible acerca de los hechos, y acudió a la ficción en los fragmentos,
que resultaron ser enormes, que habían quedado sin puntualizar en las declaraciones
y documentación oficial de la época. En la novela, es Grace quien se encarga de
contar su propia versión de los hechos en muchísimos pasajes, confabulada con
la novelista, por lo tanto ¿Qué es verdad y que no de todo lo que se nos narra?
Nos encontramos ante un libro sobre lo duro que es la vivir, sobre la dureza de
las personas, de la sociedad, de los prejuicios y sin hueco alguno para la
compasión. Íntimo, reflexivo, majestuoso.
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