FICHA TÉCNICA
Título: Altered
Carbon
Dirección: Laeta Kalogridis
(Creator), Miguel Sapochnik.
País: Estados Unidos.
Año: 2018.
Duración: 60 min
(10 episodios).
Género: Ciencia
ficción.
Interpretación: Joel
Kinnaman, Renee Goldsberry, James Purefoy, Katie Stuart, Martha Higareda,
Dichen Lachman, Chris Conner, Leonardo Nam, Ato Essandoh, Nicole Anthony,
Marlene Forte, Trieu Tran, Lisa Chandler
Guión: Laeta
Kalogridis, David H. Goodman (Novela: Richard Morgan).
Producción: Laeta
Kalogridis.
Música: Martin Ahlgren,
Neville Kidd.
Distribuidora: Netflix.
CRÍTICA
SINOPSIS: En
el futuro, la conciencia es transferida de un cuerpo a otro, de forma que ya no
se muere. Takeshi Kovacs es descongelado al ser requerido para resolver un
asesinato. Pero su investigación destapará una gran conspiración y muchos
recuerdos del pasado.
LO MEJOR: Confieso que durante los capítulos
iniciales he albergado serias dudas sobre si llegaría hasta el final, pero eran
tantos los elementos que me causaban curiosidad que he terminado por rendirme
primero ante su poderosa labor de diseño artístico, con una apabullante
estética ciberpunk que desde el punto de vista visual es extremadamente
atractiva. Pero es que en el interior de este preciosista envoltorio hay mucho
más de lo que parecía. Aunque hay que decir que funciona mejor cuanto menos
ambiciosa se muestra, con ese intento de reflexión filosófica y se entrega a lo
que realmente es, un entretenimiento excepcionalmente manufacturado. Porque
bajo ese manto futurista, en ocasiones artificioso, no deja de ser una serie de
misterio. Aún así, no es nada despreciable el tratamiento que hace de varias
temáticas. Como el debate de la inmortalidad humana, el incremento de las
diferencias de las clases sociales y la degradación moral y ética de una
sociedad cada vez más ávida de las necesidades primarias, como el sexo y la
violencia (y muchas veces simultáneamente), a medida que se hace más longeva.
Además, maneja prodigiosamente elementos tecnológicos como la transferencia de
cuerpos, la clonación o la realidad virtual, de tal manera que, en la serie, nada,
y digo nada, es lo que parece. Todo es susceptible de ser engañoso y sumerge al
espectador en una constante incógnita. Pero tarde o temprano todo termina por
encajar en un relato no exento de extrema violencia (no se cortan, pero ni un
poco), numerosos desnudos y bien coreografiada acción.
Interpretación: Gran parte del éxito
que tenga la serie le corresponderá a Joel Kinnaman. Su personaje funciona a
las mil maravillas gracias a la labor del actor, que se gana el carisma
prácticamente desde el primer minuto. Su Takeshi Kovacs evoluciona
constantemente, siendo duro cuando tiene que serlo, pero también sensible y
entrañable. Menos centrado está James Purefoy, en ocasiones abusando de una
pose forzada. El secundario que me ha ganado por completo es Chris Conner (Poe),
sinceramente genial. Y gran sorpresa la de la desconocida Dichen Lachman
(Raileen), sin perder de vista a Martha Higareda y Renee Elise Goldsberry.
Escena (spoiler): Quitando el tiroteo
(fraccionado) del piloto, las mejores escenas se dan en la segunda mitad de la
serie. La pelea en la jaula de Kovacs/Kristin con unos engendros recuerda a los
combates de “Spartacus” (coreografía). Todo el capítulo flashback sobre el
pasado de Kovacs y Raileen es vital, el 7 creo. Y el enfrentamiento de Kristin
(Higareda) con los clones de Raileen (Lachman) es brutal. Como el ataque en el
ascensor y la masacre de la familia de la agente de policía. Muy interesante es
el montaje de reconstrucción del asesinato de Bancroft, que, en realidad, es un
engaño más. Y toda la parte final en la nave-burdel (a lo “Hostel”),
“Despistado”, es tremenda en acción, tensión y emotividad.
LO PEOR: Hay que hacer un acto de fe en su
primera mitad pues, en lugar de ir dejando miguitas de pan para ir enganchando,
las sueltan todas de golpe, creándote dudas de que te quieren contar
exactamente, pecando de querer tocar demasiados temas y dejando excesivos cabos
sueltos que uno no sabe si conseguirá atar o si están ahí como mero adorno
argumental. Ésto provoca que la narración sea irregular y dispersa. Pero la
respuesta es sí. Si consigue atarlo todo. La segunda mitad compensa todas las
penas.
CITAS: "Un arma es una
herramienta". "Una herramienta para matar y destruir. Y habrá momentos en que, como Enviado, debes matar y
destruir. Entonces elegirás y te equiparás con
las herramientas que necesitas. Pero recuerda la
debilidad de las armas. Son una extensión: eres
el asesino y destructor. Estás completo, con o
sin ellos ". "Toma
lo que se ofrece y eso a veces debe ser suficiente". “Tu cuerpo no te
representa. Lo cambias como una serpiente cambia su piel. Transferimos la
conciencia humana para vivir eternamente”. “Lo único que le pido es que
resuelva un asesinato. El mío”. “Le pediré información que no querrá darme y
voy a encontrar respuestas que solo cree que quiere”. “Hay más de lo que
quieres ver”. “Salvarle el culo no es mi único trabajo”.
REFERENCIAS: Está basada en el
libro homónimo de Richard Morgan, que en 2003 fue premiada con el Philip K.
Dick. No en vano tiene numerosas referencias a títulos como “Blade Runner”, o
“Desafío total” pero también a “Elysium, "Demolition man", “Ghost in the shell” o “Matrix”. La
trama queda concluida, pero deja una vía de desarrollo para una posible segunda
temporada, que la veo bastante posible, pero con la participación de Kinnaman
en duda.
CONCLUSIÓN: 7’5. Bajo ese llamativo
envoltorio futurista ciberpunk hay una historia de misterio con muchas más
sorpresas de las que aparenta.
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