jueves, 10 de agosto de 2017

Escenas Míticas: Stephen King - Carrie 2013




   Siempre que se hace un remake se pone en tela de juicio su necesidad, de forma mucho más capital si cabe cuando el original es todo un icono del cine. Personalmente me importa bien poco. Yo me siento y veo lo que me ofrecen con la mente abierta y limpiando mi mente de comparaciones y prejuicios. Me parece absurdo aquello de “que no estropeen la historia”. ¿Acaso un remake sustituye al original? ¿Se borra la original de todas las copias en VHS, DVD, bibliotecas, videoclubs? No, ese nadie te lo quita. Solo es una versión más. Tan solo eso.




   Dicho ésto, voy a analizar que fallos y que aciertos (que también los hay) tiene el remake de 2013, que básicamente es una actualización de la historia y más concretamente el tema de bullying de la era actual, la era digital y globalizada, de internet y de unos adolescentes cada vez más crueles y desconsiderados. Pero ahí reside precisamente uno de los problemas. Lo que en los setenta era normal, en la actualidad no cabe. Es como mínimo, poco creíble que hoy en día, una chica, por muy oprimida y aislada del mundo que esté, no sepa lo que es la menstruación. No en esta época de la sobreinformación, que llega desde todos los ángulos y vías, aunque uno no quiera enterarse. Estamos condenados a enterarnos de todo. Y lo peor que todo, que el mundo opine sobre ello.



   En mi opinión, se perdió la oportunidad de explotar ciertas líneas tanto argumentales como formales que ofrecía la magnífica novela de Stephen King. Por ejemplo, una de esas posibilidades que es muy interesante en el libro es la conexión telepática de Carrie con Sue Snell. O, aunque la parte final de esta versión es más espectacular, sigue quedándose corta. En la versión del 76 había la excusa de lo escaso del presupuesto. ¿Pero en esta? ¿Con los medios digitales de hoy en día? Yo habría destruido toda la ciudad como se hace en el original literario de King.



   Porque Stephen trata el tema con el acontecimiento final como referencia de todo a partir del cual se cuenta la historia a través de testimonios, entrevistas, interrogatorios, noticias de periódicos, libros, a partir de los que desarrolla la historia por medio de flashbacks. Esa estructura no fue utilizada por Brian De Palma ni por  Kimberly Peirce, y era sumamente interesante.



   Pero no le echemos toda la culpa a la directora, que al parecer rodó una versión del baile mucho más sangrienta y espectacular que incluso incluía una secuencia en la que una lluvia de piedras destruía numerosos edificios por donde Carrie pasaba. Pero se quedó todo en la sala de montaje. De hecho, se recogieron firmas (no se en que quedó aquello) para que se lanzara la versión extendida del film, con más de 30 escenas eliminadas, algunas de ellas muy sorprendentes. Y un final alternativo.



   Pero como decía, la película también tiene aciertos. Aún con los recortes y censuras, la película es bastante más violenta que la del 76, sobretodo en la fase del baile donde Carrie parece hasta divertirse acabando con ellos. Por cierto, ésto se criticó diciendo que esta Carrie era demasiado despiadada. Pues bien, esta Carrie es más como la que describía Stephen King, que mientras cumplía su sangrienta venganza mantenía una malévola sonrisa y decía telepáticamente “Os mataré a todos”.



   De hecho, el guión de la versión más moderna incluye más referencias al libro y en general, salvando las lógicas distancias, es más fiel a la novela que la clásica como, por ejemplo, las practicas con sus nuevos poderes, la supervivencia a la Sra. Dujardin, la gasolinera (aunque cambiada) y más escenas de destrucción fuera del gimnasio haciendo valer unos efectos especiales que son también más espectaculares, aunque ésto era de esperar. Incluso, hay una escena de lluvia de piedras, eso si, en un contexto diferente a lo escrito por King. Pero es un buen guiño.



   Además, la elección de actrices me pareció acertada y su trabajo me pareció correcto, teniendo en cuenta que aceptar esos dos papeles tan marcados en la memoria del público, era una patata pero que muy caliente. No llegan al nivel, ni mucho menos, Chloe Moretz y Julianne Moore de Sissy Spacek y Piper Laurie, porque sus interpretaciones fueron para enmarcar, pero están dignas, aunque sobreactuadas. Por cierto, que se criticó que Chloe era demasiado guapa para el papel. Si, estoy de acuerdo, exactamente lo mismo que Sissy. Dos bombones.



   También se hizo una secuela directa que se llamó “La ira” que incluso, se han extraído detalles para este remake y que aparecía la Sue Snell clásica, Amy Irving. Y una versión para televisión en 2002 con Angela Bettis como Carrie, que daba el pego. Y que tenía más similitudes con la novela original.

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