jueves, 24 de agosto de 2017

Escenas Míticas: Stephen King - Misery




   Si ya decía que Carrie era mi personaje favorito y uno de los que más del cine. Pero, sobre todo de los salidos de la mente de Stephen King; Annie Wilkes es uno de los mejores y que más huella dejó en lectores y espectadores. Mucho tiene que ver en ello lo gráfico de la descripción psicológica del personaje y la fantástica interpretación de Kathy Bates.




   No es la única vez ni casual que el protagonista de la historia sea un escritor. Es frecuente en este escritor la inclusión de elementos surgidos a partir de su experiencia personal. De hecho, no son pocas las veces que ha confesado su miedo a ser agredido, de alguna manera por uno de sus fans. Es más, el asesinato de John Lennon a manos de un seguidor, Mark David Chapman, le produjo un profundo impacto y reforzó ese temor.



   Por si fuera poco, Stephen King, mostraba a un escritor que pretendía romper con una saga de novelas rosas con la que había conseguido un gran éxito y popularidad pero que le tenía permanentemente encasillado creativamente. Es decir, lo mismo le ocurrió al propio King con su novela  “Los ojos del dragón”, un libro de fantasía que tuvo un potente rechazo por parte de su público. Era pues, una especie de denuncia al maniatamiento al que estaban sometidos los autores.



   Fue el propio King quien solicitó que la elección del director recayera en Rob Reiner, cuya otra adaptación del escritor, “Cuenta conmigo” fue muy de su agrado. Y Reiner volvió a darle la razón porque es una de las adaptaciones más fieles de una obra de Stephen King. Bien es cierto que una de las menos extensas, lo que facilitaba bastante las cosas en comparación con otras.



   Aun así, se llevaron a cabo algunos inevitables cambios. Se vieron obligados a rebajar las dosis de violencia de determinados tramos de la novela. Por ejemplo, la escena más impactante del film, cuando Annie le rompe ambos pies al protagonista, originariamente es una amputación de uno de ellos, y no sería la única a lo largo de todo el relato. Otro ejemplo es la muerte del policía, que en el texto de King es una escena de lo más truculento, pasándole por encima una cortadora de césped varias veces.



   El reparto es sumamente corto, basándose toda la trama en los dos únicos protagonistas. En la novela todo está narrado por Paul Sheldon, el cual no sale nunca de la casa de Annie Wilkes. Pero en la película, se utilizan más escenarios y se puede ver desde otros puntos de vista, lo que les dio cabida a dos personajes secundarios, Richard Farnsworth y la propia Lauren Bacall.



   Para el personaje de Paul Sheldon fueron propuestos toda una retahíla de actores de moda del momento entre los que se encontraban Robert de Niro, Warren Beatty, Al Pacino, Dustin Hoffman, Harrison Ford, Robert Redford, que no vieron muy claro el aspecto de trabajar en una película de terror y fueron rechazando el ofrecimiento uno tras otro hasta llegar a James Caan, que realizó una gran interpretación y a la postre es uno de sus papeles más recordados.



  La lista para Annie Wilkes fue mucho más corta y rápidamente se hicieron con los servicios de Kathy Bates, quien nos regaló la mejor actuación de su carrera y sorprendió a todos llevándose el Oscar como mejor actriz principal. Digo sorpresa porque viniendo de una película de terror, y con las potentes rivales que tuvo, como eran Julia Roberts por “Pretty woman”, Meryl Streep por “Postales desde el filo”, Angelica Houston (a la cual ofrecieron el papel antes que a Bates) y Joanne Woodward.



   La película tuvo excelentes críticas y no se comportó mal en taquilla, triplicando la cantidad invertida, 20 millones de dólares. Con el tiempo se ha convertido en un título de referencia, llegando a ser homenajeada con múltiples guiños en series televisivas como “Los Simpson”, “Padre de familia” o “Friends”. El prototipo de psicópata fanática de Annie Wilkes quedaría como un personaje inolvidable.

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