El último y más importante atentado sufrido por una de las figuras más importantes de la historia, a nuestro pesar, y concretamente, de la Segunda Guerra Mundial; es retratado minuciosamente en ésta película de Bryan Singer en periplo de descanso de superhéroes tras la primera etapa en “X-Men” y su fracaso comercial con “Superman returns”.
No se puede conocer la naturaleza de la que se llamó “Operación Valkiria” sin la figura del Coronel Claus Von Stauffenberg. ¿Y quién fue? Stauffenberg fue considerado un héroe de guerra al ser herido de gravedad en la Campaña del norte de África donde perdió un ojo, la mano derecha y dos dedos de la izquierda. Curado milagrosamente, fue nombrado Coronel del Estado Mayor del Ejército, lo que posibilitaba ver al führer habitualmente.
Los motivos de Stauffenberg para atentar contra Hitler eran variados. Por un lado, no estaba de acuerdo en la campaña llevada en la Unión Soviética, la cual consideraba un suicidio. Por otro, estaba en contra de las atrocidades llevadas a cabo por el líder nazi, deseaba terminar con la guerra lo antes posible. De hecho, de haber tenido éxito, se consideraba que habría salvado a unos diez millones de personas.
Pero la jugada de Stauffenberg no se quedaba en atentado sino que el verdadero objetivo era dar un ambicioso golpe de estado para desbancar a toda la cúpula de poder del führer. Para ello planeó utilizar “Valkiria”, un ejército de reserva pensado para entrar en acción en caso de disturbios o sublevación civil. El atentado al líder alemán era la excusa perfecta para utilizar Valkiria y neutralizar a las SS.
Pero para ello, primero debía matar a Hitler y, en medio
del desconcierto, arrestar a sus apéndices, Goebels, Göring y Himler. Sin embargo, la
bomba colocada en la sala de conferencias conocida como Guarida del lobo, a
pesar de explotar solo ocasionó heridas leves al canciller y sobrevivió al
último de sus 42 intentos de atentado, según algunas fuentes.
Y así fue como el 20 de julio de 1944, la resistencia anti
neonazi liderada por el Coronel Claus von Stauffenberg estuvo a punto de
cambiar el curso de la historia, pero que finalmente concluyó con el
fusilamiento de los conspiradores. Ni un año más duraría la guerra acabando
definitivamente el 8 de mayo de 1945.
El reparto era sumamente competente. Como estrella, Tom Cruise en el papel de Stauffenberg y logrando un soberbio trabajo. A continuación, una serie de secundarios de gran nivel entre los que destacaron Kenneth Brannagh, Billy Nighy, Carice Van Houten, Tom Wilkinson y Terence Stamp. Todos bajo la batuta de Bryan Singer, que cuando se sale del género de superhéroes también demuestra un sobrado talento, como ya ocurrió con “Sospechosos habituales”.
Con una gran fidelidad a los hechos reales, Singer realiza un excelente ejercicio de intriga y suspense rodado de forma muy dinámica, acoplándolo al más puro estilo thriller, pero sin descuidar la documentación histórica y apoyado en las eficientes interpretaciones del elenco, encabezado por Tom Cruise.
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