domingo, 5 de octubre de 2025
Una batalla tras otra
FICHA
TÉCNICA
Título:
Una
batalla tras otra.
CRÍTICA
SINOPSIS:
Años
después de una serie de ataques contra el gobierno, formando parte
de un grupo armado, un exrevolucionario debe emprender la búsqueda
de su hija por todo el país, a la vez que un antiguo enemigo tiene
también el objetivo de encontrarla.
LO
MEJOR: Que
Paul Thomas Anderson es uno de los mejores directores de las últimas
tres décadas no lo voy a descubrir yo. Sin embargo, podría (sólo
podría) ser esta película la que le consagrará en cuanto a
premios, porque si no pasa nada raro, que tampoco es descartable, la
van a nominar a casi todo. Y lo digo considerando que objetivamente no
es su mejor película, como mínimo “Pozos de ambición” y
“Magnolia” son mejores, pero desde ahora esta es mi favorita de
su filmografía. Hay que tener en cuenta que Anderson no es un
cineasta para grandes masas, y sus películas son un tanto
peculiares, lo que, por otro lado, le confirma como un autor bastante
especial. No obstante, esta precisamente podría ser su película más
accesible para el gran público. Porque hace honor a su título, y
durante sus 160 minutos no da tregua ni uno solo de ellos. Se pasan
como un tiro gracias a un ritmo frenético. No digo que haya acción
constantemente pero sí que siempre están pasando cosas. Aclaro esto porque el tráiler puede llevar a engaño. Anderson ejecuta una
película totalmente distinta a cualquiera que haya hecho antes,
aunque también es cierto que es algo habitual en su carrera. De
todos modos si tiene algunas secuencias de acción muy notables,
maravillosamente filmadas, digna de un especialista en este género
que no es él. Temáticamente es evidente la parodia a la política
de inmigración de Donald Trump pero Anderson hace una caricatura de
ambos extremismos de ideologías al respecto, retratando la cada vez
más incipiente radicalización de la sociedad estadounidense. ¿Es
la película del año? Una de ellas lo va a ser seguro.
Interpretación:
Prácticamente
todos podrían ser nominados al Oscar y no me extrañaría que
colaran algún actor, o varios, en todas las categorías de
interpretaciones de la siguiente edición. Pero muy especialmente dos
nombres sobresalen por encima de los demás, Leonardo DiCaprio y, sobre todo, Sean Penn. Y en los apartados de secundarios podrían
estar perfectamente los de Benicio del Toro, Regina Hall, Tayana
Taylor y la joven Chase Infiniti, porque todo el elenco está
sobresaliente.
Escenas
(SPOILERS!!): Hay
que entrar preparado a la sala porque sus veinte primeros minutos,
que ejercen como prólogo, son tan brutales que se le pueden
atragantar a algunos paladares. La película alterna escenas realmente
cómicas, como la persecución por las azoteas, incluida caída de
Bob (DiCaprio), testarazo contra un árbol, y posterior
electrocución, lo que provoca su detención; o la discusión en
varios episodios con el tema de las contraseñas. Con secuencias de acción increíblemente vibrantes como la persecución a tres bandas
final, casi a lo “Death Proof”. Y con otras de puro suspense, como
el reencuentro padre e hija, en el que parece que en plena vorágine
de tensión van a dispararse por error, o la prueba de paternidad de
Lockjaw (Penn).
LO
PEOR: No
hace Paul Thomas Anderson una película de menos de dos horas ni a
tiros. Bueno, si que las tiene pero es bastante perceptible su
inclinación a los metrajes largos. Aunque en honor a la verdad, a
este no parece que le sobre nada. Lo que sí es un error, por parte
del espectador, es ver la película con prejuicios políticos, como
ya he podido leer.
REFERENCIAS:
Paul
Thomas Anderson hace lo imposible, adaptar la inadaptable novela
“Vineland”
de Thomas Pynchon. Si alguna película anterior suya se puede parecer
levemente puede ser “Puro vicio”. Pero temáticamente tocaría,
de modo muy diferente, temas tratados en la reciente “Eddington”
o en “Civil War”.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario