martes, 15 de abril de 2025

Microcríticas Express: Escapando del siglo XXI/Novocaine

 



   Ríete tú de Michael Bay. Porque aquí viene la principal advertencia sobre esta película. Quien no le gusten los montajes rápidos, que directamente ni lo intente. Aquí es frenético, no da ni un momento de respiro. Prácticamente es un videoclip de noventa minutos. Parece que fuera la adaptación de un manga, un anime o un videojuego, sin embargo, no es nada de eso. Lo que no le impide mezclar distintos formatos, por ejemplo, insertar imágenes de animación entre la imagen real. ¿Abusa de ello? Si, abusa de todo lo que puede porque esto es el descontrol hecho película. Es como si hubieran mezclado “Scott Pilgrim contra el mundo” con “Todo a la vez y en todas partes”. Intentar verle sentido al argumento es una pérdida de tiempo. Es una locura basada en el subgénero de saltos en el tiempo pero más desde el terreno fantástico, a veces hasta surrealista, que desde la ciencia ficción. Todo con un tono de comedia completamente delirante. Lo mejor es dejarse llevar por la diversión, que tiene mucha. Yo me lo ha pasado bomba con esta producción china, que no coreana, que era lo que pensaba yo que era. Porque además, visualmente es una puñetera pasada, con toda esa mezcla de recursos estéticos. Los combates son impresionantes, que a muchos les recordarán precisamente al anime, solo que en live action. Si eres capaz de, no solo soportar, sino incluso disfrutar de su esquizofrenia narrativa, te lo puedes pasar muy bien. 6´5.


   La premisa principal es que el protagonista no siente dolor. Todo lo demás es un excusa para poner en práctica esa situación. Ojo, no tiene la capacidad de sentir dolor, no que no pueda ser dañado. De hecho, gran parte del humor que se despliega en torno a ello radica en las múltiples lesiones que se le van produciendo. Todo eso funciona bastante bien porque resulta divertido. Es muy gamberra en cuanto al uso de una violencia que en ocasiones llega hasta a tener unas gotitas de gore. Por tanto, se mueve dentro de los términos de la comedia negra. Lo que pasa es que se le va la mano con el metraje. No es que se haga aburrida, de hecho, es bastante entretenida pero da la sensación que el tramo final está demasiado alargado. Un recorte le habría venido bien porque la fórmula de estar dándoles leches al personaje principal se agota en el último acto a fuerza de repetir una y otra vez. En cuanto al reparto, Jack Quaid está pletórico, en su salsa. Pero me sigue pasando lo mismo con este actor, me da la sensación de que siempre está haciendo el mismo papel. Debería salirse de su zona de confort, que es la comedia, y demostrarnos que sabe hacer en otros registros porque se está encasillando a base de bien. Curiosamente, el villano es Ray Nicholson, sin complejos, por cierto, en un papel en el que se nota que se lo está pasando bien. Digo curiosamente porque la paradoja es que se enfrentan en la ficción los hijos de dos grandes actores en la realidad, Dennis Quaid y Jack Nicholson. 6.

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