Fue
probablemente el juicio más mediático de la historia americana.
Suponía la primera temporada de la serie “American Crime Story”,
que a modo de antología, trataba un caso
en cada una de sus temporadas. Hasta el momento van tres, las
siguientes trataban los de Gianni Versace y Bill Clinton
respectivamente. De todas ellas, esta es la que me parece más
interesante porque a su vez también representa un momento social muy
determinado en Estados
Unidos.
Porque el juicio se trasladó a las calles y se convirtió en un
enfrentamiento racial. Siempre me había preguntado como era posible
que absolvieran a alguien con tal cantidad de pruebas y evidencias
forenses en su contra. Pues la serie eso lo explica perfectamente. El
juicio se transformó en un espectáculo televisivo que bien podría
haberse titulado “El show de O.J. Simpson”, donde la excusa del
racismo (previamente se había dado el escándalo de la muerte de
Rodney King), el hecho de que Simpson fuera muy popular (un exjugador
de fútbol americano) y una serie de errores policiales, sumadas a
los trucos y argucias de los abogados de la defensa, contaron más
que los propios hechos. Durante casi toda la narración, la serie se
limita a contar lo que pasó, tanto en el juicio como fuera, y como
llegó a a trascender a fenómeno social, pero si se posiciona a
favor de la culpabilidad de O.J. Simpson, aunque no llegue a haber
una recreación o versión de los hechos. Tiene un reparto
impresionante, con muchos nombres conocidos, entre los que destacan
John Travolta o Sarah Poulson. Aunque yo a Cuba Gooding Jr. le veo
como siempre, haciendo más de si mismo que de su personaje. 7.
Forma
parte de la serie creada por Ryan Murphy a modo de antología de
asesinos en serie, “Monsters”,
que
tuvo una primera temporada realmente brillante, es posible que la
mejor serie de su año, pero que esta segunda no lo es tanto. No
porque no esté bien, sino porque no tiene nada que ver con lo
planteado en el caso de la temporada anterior, es decir, es que Erik
y Lyle Menéndez ni siquiera fueron asesinos en serie, sino
protagonistas de un crimen muy mediático, en su momento. Lo que me
encaja más con otra serie también antológica y en la que también
participa muy activamente Ryan Murphy, “American Crime Story”.
Incluso
hay un guiño a O.J. Simpson. Parece que en su tercera temporada si
van a volver a lo que fue “Dahmer”, tratando el caso de Ed Gein,
que ya inspiró a psicópatas cinematográficos como Leatherface,
Buffallo Bill (“El silencio de los corderos”) o Norman Bates.
Pero en esta nos cuentan la historia de un doble
asesinato
del que realmente no se sabe bien que ocurrió
y,
por lo tanto,
no sé que fuentes han usado para recrear lo que pasó. De hecho,
elabora varias versiones y aborda distintos ángulos, lo que me ha
causado bastante confusión, porque muchas veces no sabía si era una
elucubración que hacía la serie o se basaba en alguna prueba o
testimonio. Además, como asesinos en si, no me resultan
muy interesantes estos hermanos Menéndez, más allá de parecerme un
par de niñatos con ansias de heredar muchos millones de dólares. No
obstante, es un true crime que entretiene, que
tiene algunos episodios muy buenos (hay uno que es enteramente en
plano secuencia) y en la que todas las interpretaciones son
buenísimas, especialmente Javier Bardem y Chloe Sevigny. 6’5.
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