Por
alguna razón del universo pensaba que era una de venganzas al estilo
de John Wick. Ni idea de donde me venía esa sensación. La cuestión
es que lo que podría haber sido una gran decepción no lo es en
absoluto. Porque resulta que es una película inesperadamente conmovedora, con
una intrahistoria muy interesante, que reflexiona sobre la pérdida y
a la vez muestra el entramado oscuro que puede haber, y que
desconocía, en ciertos restaurantes de altos vuelos. Pero la razón
de que todo funcione se puede resumir en dos palabras: Nicholas
Cage. Que bien está este señor cuando está contenido, como
demuestra que ese talento no se ha ido, que solo lo saca cuando le
parece bien. Y ojo, que he defendido que este actor, para
bien o para mal, siempre lo da todo. No obstante, cuando da con un
director que le ata en corto, demuestra lo que ha demostrado aquí.
Cage está magnífico, con un personaje de muy pocas palabras, capaz
de dar una enorme expresividad sin tener que gesticular. Y como he
dicho antes, me ha llegado a conmover. Además, con
una historia atípica, que te tiene en vilo, a pesar de la sencillez
de la premisa, que básicamente consiste en la búsqueda de un cerdo
(bueno, una cerda, más exactamente), que tiene un ritmo pausado, se
cuece a fuego lento y que para muchos tendrá una conclusión
insatisfactoria. Pero es que la cuestión es que lo que hay que tener
en cuenta es el mensaje, lo que ha supuesto el viaje del
protagonista. Ahí es donde está la película. 7.
Nicholas
Cage alterna proyectos muy locos, donde sus pergeñadores tienen a
bien, de hecho, lo usan como su principal reclamo, dejar que se
desate con interpretaciones sobreactuadas y excesivas, con otros en
los que se muestra más contenido. Pues bien, una película con
monstruos y Nicholas Cage en el ajo invitaba a lo primero. Sin
embargo, no lo es para nada. Es más, ni siquiera es el protagonista
total pues a la mitad deja paso a los dos actores más jóvenes, Max
Jenkins y Jaeden Martell (“It”). Bastante mejor el segundo, por
cierto, aunque se empeñen en darle más bola al primero.
Contrariamente a lo previsto, la película se mueve más en el
terreno del drama postapocalíptico de supervivencia. Y juega con la
idea de que nadie sabe realmente como se ha llegado a esa situación.
No obstante, monstruos si que hay. Pero cuidado, es una producción
de bajo presupuesto, lo cual provoca, y tampoco creo que le venga
mal, que dosifiquen la exposición de los bichos. Pero se agradece
que no tiren de los trucos habituales de mostrarlos en medio de la
oscuridad o con planos muy cortos, de forma que no veas nada, no sea
que se note esa falta de dinero en cuanto a los efectos especiales.
No, recurren más al fuera de campo, pero cuando salen se ven bien. Y
para ser una película modesta, no están mal recreados. Es verdad
que tiene ciertas semejanzas con “Un lugar tranquilo” y que en la
última parte se despendola un poco pero también es la más
divertida. En definitiva, nada del otro mundo pero tampoco una
patraña, cumple. 6.
No hay comentarios:
Publicar un comentario