FICHA
TÉCNICA
domingo, 3 de noviembre de 2024
Rivales
Título:
Rivales.
CRÍTICA
SINOPSIS:
Una
exjugadora de tenis, que entrena a su marido, tras una mala racha de
este, le inscribe en un torneo menor para que recupere la confianza
en si mismo. Pero allí se encontrará con un antiguo amor que además
era el mejor amigo de su marido.
LO
MEJOR: Que
atrevido y que pocos complejos tiene este director, Luca Guadadigno.
Ha hecho una película que habla del deporte pero no es una película
de deportes en sí misma. Y una película romántica, más cercana al
drama, que incluso tiene un acentuado tono erótico, aunque habría
que hablar más de su poderosa sensualidad, pero que tampoco es solo
eso. Yo mismo me he estado debatiendo durante el relato de que iba
realmente. Porque apoyada la historia en un triángulo amoroso cuya
relación entre ellos y con el deporte, a través del tiempo, pues hay
continuos saltos temporales adelante y hacia atrás, lo que provoca
cierta confusión narrativa, nos habla de la importancia del éxito y
el fracaso en la evolución de nuestras vidas y cómo afectan a nuestras relaciones. Y es muy interesante como establece un
paralelismo con el deporte. Que nadie se confunda, se puede
considerar una película de género deportivo porque hay muchas
escenas sobre ello. Es más, nunca el tenis ha estado mejor rodado.
Y aunque la temática romántica está muy presente y muchas veces
como parte más importante, el ritmo no se resiente en absoluto. Lo
dicho, es muy curioso este Guadadigno.
Interpretación:
Todos
están bien. Son personajes con dobleces, todos son buenas personas
pero también todos llevan a cabo acciones sumamente reprochables. Y
el trío protagonista lo transmite muy bien. Pero no con la misma
efectividad. Hay un desequilibrio en el reparto. No porque Mike Faist
o Josh O'Connor esten mal en absoluto. Es que Zendaya se los come con
patatas, tanto si está con uno, con el otro, o con los dos. Tal vez habría
venido bien un casting masculino con nombres de más peso, al menos
con mayor presencia en pantalla.
Escenas
(SPOILERS!!): Podríamos
hablar de algunas ideas muy buenas que tiene Luca Guadadigno a la
hora de rodar las escenas de tenis, tremendamente vigorosas, con muy
buen ritmo y de forma tan inmersiva que incluso llega a utilizar una
pelota subjetiva, es decir, como si la cámara fuera la pelota. Pero
vamos a ir directamente a la interpretación del ambiguo final. Antes
hay que pararse en algunos detalles. La primera vez que ella grita en
un partido es por la satisfacción de haber contado una historia en
la pista, de haber conectado de tal manera con su oponente que le
producía esa sensación de júbilo. Es por eso que ella grita al final cuando ellos se abrazan al final del punto. No sabemos
quién ganará el partido y quién se quedará con ella. Han
conectado y han vuelto a sentir aquello que tenían cuando eran
amigos. Hay que recordar que ella resalta siempre que no es un
rompehogares, y esto la redime un poco.
LO
PEOR: Son
bastantes ocasiones en las que te gustaría que la parte deportiva
tuviera más peso que la romántica. Y que no tuviéramos tantas
dudas de lo que realmente quiere contar. Y desde luego, el final es
tan ambiguo que no satisfará a las mayoría.
REFERENCIAS:
Hay
varias películas que van sobre tenis pero además de otros temas,
como “Matchpoint”, “Wimbledon” o “La batalla de los sexos”.
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