Las
cosas están cambiando por la cantidad de debuts de mujeres que está habiendo en la
dirección. Este es el segundo de una actriz conocida que se pone al
otro lado de la cámara, tras el que fue bastante sorprende, al menos
para mí, de Zoe Kravitz. No obstante, aquí Anna Kendrick se pone a
los dos lados de esa cámara, y lo cierto es que cumple
sobradamente en ambas facetas.
Como actriz está como prácticamente siempre, muy bien. Siempre he
pensado que no está lo reclamada que debería. Pero es que como
directora, demuestra tener una puesta en escena muy elegante y un
estilo narrativo original. Lo podemos ver en como muestra cada uno de
los asesinatos, ninguno de la misma manera que el anterior. O más
bien en lo que no vemos, porque juega con el fuera de campo de forma
muy efectiva. Y sabe como mantener y generar suspense. Si,
esto va de un asesino en serie, de uno basado en un caso real, el de Rodney Alcalá. La
curiosidad que explora la película es que este llegó a participar
en un programa de televisión de buscar pareja. Pero a
parte de la
anécdota no entiendo muy bien porque le da tanta importancia a este
hecho ni porque coloca como protagonista al personaje encarnado por
Anna Kendrick, porque realmente no tiene mucha relevancia en la
historia, no tiene nada que ver en cuanto a la captura del psicópata
en cuestión. Simplemente, en un momento dado, se cruzaron en este
show televisivo. No obstante, más
allá del enfoque elegido, la historia es interesante e impacta como
este tipo pudo llegar a tener tantas víctimas sin que nadie se
molestara en investigarle. Ojo a la joven actriz Autumm Best. 6’5.
A
ver, la película es entretenida. No me he aburrido en ningún
momento porque tiene un buen ritmo y el metraje muy medido, a penas
85 minutos. Y eso a pesar de ser tremendamente previsible.
Prácticamente puedes adelantarte a la siguiente escena en todo
momento, y claro, eso le resta mucho al componente de suspense que
quiere mantener, y solo logra a veces. No obstante, por muy típico
que sea, su juego del gato y el ratón funciona gracias al trabajo de
la pareja protagonista. Porque el reparto es de tan solo cuatro
personajes pero básicamente es un mano a mano entre Kelsey Chow
(“Yellowstone”) y Finn Wittrock. Lo que si le da una vuelta de
tuerca a la trama es el tema de que la víctima tenga que reaccionar
antes de quedarse sin movilidad totalmente, lo que le da un toque un
poco Hitchcock, más que de sus películas de la serie de relatos de
suspense que presentaba. Además, hace buen uso del paisaje natural
como escenario de toda la persecución. Eso si, el guion no puede ser
más básico, y ofrece muy poco desarrollo de los personajes más
allá de presentar, sin casi profundizar, las motivaciones de los dos
protagonistas para hacer lo que hacen. Y bueno, hay temas como la
casualidad de encontrarse que cuestan mucho de creer. Por cierto,
está Sam Raimi de productor pero como si hubiera estado su tía, porque
no se nota en nada. En fin, un pasarratos y después a otra cosa.
5’5.
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