domingo, 24 de noviembre de 2024
Lo que hay dentro
FICHA
TÉCNICA
Título:
Lo
que hay dentro.
CRÍTICA
SINOPSIS:
Un
grupo de amigos se vuelve a reunir después un tiempo sin verse, como
previa a la boda de uno de ellos. Pero la fiesta se ve alterada
cuando uno de ellos trae una maleta que porta un invento
revolucionario.
LO
MEJOR: El
debut en el largometraje de Greg Jardin, quien previamente tan solo
tenía tres cortos y un videoclip, no puede ser más curioso. Más si cabe si además se ha ocupado del guion. Y es
bastante destacable porque la empresa no era nada fácil, una
historia que tenía gran dificultad en su desarrollo narrativo de
cara a hacerlo comprensible para el espectador y así no correr el
riesgo de desengancharlo por el camino. Circunstancia que solventa de forma bastante efectiva Jardin. Lo hace a través de varias técnicas
visuales que resultan originales. Es consciente de lo confuso que
puede resultar seguirle la pista a los personajes que cambian varias
veces de cuerpo, por lo que mediante cambios de luz, una serie de
fotos y algunas palabras claves que utilizan los personajes, nos hace
posible seguirles la pista. Es más, uno de los alicientes de la
película es ser capaces en reconocer en qué cuerpo están en cada
momento y como les afectan los giros de un guion bastante retorcido. El director ahonda en la idea de que cambiar de cuerpo supone algunas
tentaciones y dilemas éticos, es decir, el de la posibilidad de
poder vivir las vidas de otras personas, quizá motivada por la
insatisfacción de los propios o por ciertos deseos ocultos. No
obstante, hay que dejar claro que no intenta ser trascendental ni
demasiado ambiciosa o pretenciosa, esta planteada como una comedia
negra que lo único que quiere ser es un buen entretenimiento. Uno
limitado por desarrollarse en prácticamente un solo escenario pero
que Jardin sortea también gracias a un acertada labor de montaje.
Interpretación:
No
hay un protagonismo excesivamente claro, sino bastante coral. Quizá
es Brittany O’Grady a quien podríamos considerar más
protagonista. Aunque la más conocida del reparto es, sin duda,
Alycia Debman-Carey, popular gracias a series televisivas como “Los
100” o “Fear of the walking dead”. Pero lo más interesante de
la película es ver cómo los actores cambian sus interpretaciones
para adaptarse a los cambios de personaje de sus cuerpos, cambiando
sus formas de hablar y su lenguaje físico.
Escenas
(SPOILERS!!): Vamos
a ir directamente a explicar el final. La clave es el único
personaje que no está en la fiesta pero al que hacen referencia a
varias veces, que es Beatrice. El otro personaje clave es Forbes, que
es el que trae el maletín con la máquina para cambiar de cuerpos.
En realidad, la explicación es bastante simple aunque solo lo
sabemos al final. Beatrice consigue engañar a Forbes para cambiarse
los cuerpos. Por lo tanto, Forbes nunca llegó a asistir a la fiesta,
sino Beatrice pero con su cuerpo y su máquina. La cual utiliza para
vengarse de los que considera responsables de que a causa del
resultado desastroso de una fiesta de hace años, ella fuera a parar
a una institución mental. A ver, muy bien no está la chica, eso
también queda claro. La cuestión es que finalmente ya consigue
quedarse con el cuerpo de Nikki (Debram-Corey), cuya vida es más
exitosa y cuyo físico el más envidiado.
LO
PEOR: A
pesar de los esfuerzos del autor por orientar al espectador, lo cual
logra mayoritariamente, a veces no puede evitar que la trama sea un
tanto caótica y exija de estar con una concentración especial. No
es película que te deje despistarte ni un momento.
REFERENCIAS:
Es
una de esas películas de reuniones de amigos que no salen bien en
plan “Perfectos desconocidos” o la más reciente “Muerte,
muerte, muerte”, pero con ciertos nexos que no podemos mencionar
con “Coherence”.
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