sábado, 30 de noviembre de 2024

Música de Película: Troya

 


      El compositor inicial iba a ser Gabriel Yared pero su trabajo no gustó nada y se prescindió de él. Sin mucho tiempo para preparar una nueva banda sonora, se contrató a un especialista en melodías épicas y que se quedan en la memoria del espectador, como "Braveheart" o "Titanic", James Horner. Sin embargo, el resultado se consideró precipitado, hecho con prisas y de menor calidad que otras músicas suyas, aunque personalmente creo que solventó bastante bien la papeleta.



Tema: Main theme.

Película: Troya.

Intérprete o compositor: James Horner.



Tema: 3200 years ago.

Película: Troya.

Intérprete o compositor: James Horner.



Tema: The geek army and its defeat.

Película: Troya.

Intérprete o compositor: James Horner.


jueves, 28 de noviembre de 2024

Microcríticas Express: La mujer del momento/No te muevas

 



   Las cosas están cambiando por la cantidad de debuts de mujeres que está habiendo en la dirección. Este es el segundo de una actriz conocida que se pone al otro lado de la cámara, tras el que fue bastante sorprende, al menos para mí, de Zoe Kravitz. No obstante, aquí Anna Kendrick se pone a los dos lados de esa cámara, y lo cierto es que
cumple sobradamente en ambas facetas. Como actriz está como prácticamente siempre, muy bien. Siempre he pensado que no está lo reclamada que debería. Pero es que como directora, demuestra tener una puesta en escena muy elegante y un estilo narrativo original. Lo podemos ver en como muestra cada uno de los asesinatos, ninguno de la misma manera que el anterior. O más bien en lo que no vemos, porque juega con el fuera de campo de forma muy efectiva. Y sabe como mantener y generar suspense. Si, esto va de un asesino en serie, de uno basado en un caso real, el de Rodney Alcalá. La curiosidad que explora la película es que este llegó a participar en un programa de televisión de buscar pareja. Pero a parte de la anécdota no entiendo muy bien porque le da tanta importancia a este hecho ni porque coloca como protagonista al personaje encarnado por Anna Kendrick, porque realmente no tiene mucha relevancia en la historia, no tiene nada que ver en cuanto a la captura del psicópata en cuestión. Simplemente, en un momento dado, se cruzaron en este show televisivo. No obstante, más allá del enfoque elegido, la historia es interesante e impacta como este tipo pudo llegar a tener tantas víctimas sin que nadie se molestara en investigarle. Ojo a la joven actriz Autumm Best. 6’5.


   A ver, la película es entretenida. No me he aburrido en ningún momento porque tiene un buen ritmo y el metraje muy medido, a penas 85 minutos. Y eso a pesar de ser tremendamente previsible. Prácticamente puedes adelantarte a la siguiente escena en todo momento, y claro, eso le resta mucho al componente de suspense que quiere mantener, y solo logra a veces. No obstante, por muy típico que sea, su juego del gato y el ratón funciona gracias al trabajo de la pareja protagonista. Porque el reparto es de tan solo cuatro personajes pero básicamente es un mano a mano entre Kelsey Chow (“Yellowstone”) y Finn Wittrock. Lo que si le da una vuelta de tuerca a la trama es el tema de que la víctima tenga que reaccionar antes de quedarse sin movilidad totalmente, lo que le da un toque un poco Hitchcock, más que de sus películas de la serie de relatos de suspense que presentaba. Además, hace buen uso del paisaje natural como escenario de toda la persecución. Eso si, el guion no puede ser más básico, y ofrece muy poco desarrollo de los personajes más allá de presentar, sin casi profundizar, las motivaciones de los dos protagonistas para hacer lo que hacen. Y bueno, hay temas como la casualidad de encontrarse que cuestan mucho de creer. Por cierto, está Sam Raimi de productor pero como si hubiera estado su tía, porque no se nota en nada. En fin, un pasarratos y después a otra cosa. 5’5.

martes, 26 de noviembre de 2024

Escenas Míticas: Especial Péplum - Troya

 


   De todas las películas surgidas a causa del éxito de “Gladiator”, esta es muy probablemente la mejor, que trataba de ser una visión realista de la Guerra de Troya, despojando a la historia de todo su halo mitológico, prescindiendo de toda la parte relativa a los dioses, descrita por Homero en sus poemas, dándole más un carácter de recreación histórica. Aunque incluso los historiadores están divididos sobre si esta guerra se dio realmente.



   Porque todo se basa precisamente en la obra de Homero, “La Iliada”, y también de “La odisea”, del mismo autor, aunque la película también toma como referencia “La Eneida”, de Virgilio. En conjunto describía el conflicto bélico entre los griegos y troyanos, a causa, o como excusa, del rapto de Helena, esposa de Menelao, rey de Esparta. Aunque en la película lo representan como una fuga con el príncipe troyano, Paris.


   No era, ni mucho menos, la primera vez que se adaptaba esta historia. En 1956, Robert Wise dirigió el clásico “Helena de Troya”, con Rossana Podesta en el papel, y en 2003 se estrenó una miniserie del mismo título, con Sienna Gillory esta vez. Curiosamente, el director de “Troya”, Wolfgang Petersen pretendía prescindir del personaje, a lo cual los productores se negaron rotundamente, pues les obligaba a prescindir de la trama romántica.


   Una Helena de Troya para la que se consideró a Katie Holmes pero que finalmente fue a parar a la alemana Diane Kruger, en lo que suponía su primer papel importante y además en una superproducción norteamericana. Rodeada de un espectacular elenco de estrellas a la antigua usanza de las grandes películas históricas de antes, donde Kruger casi era relegada a un rol secundario.


   El reparto estaba integrado por Brad Pitt, Eric Bana, Orlando Bloom, Brian Cox, Peter O’Toole, Sean Bean (de las pocas veces en que su personaje no muere), Saffron Burrows, Rose Byrne (estuvo a punto de ser Keira Knighley), Brendan Gleeson, Julie Christie, o Garret Hedlund (que ahora podemos ver en la serie “Tulsa King” junto a Sylvester Stallone).


   Sobre la elección de Brad Pitt como Aquiles se llegó a bromear sobre si sería precisamente el talón de Aquiles del reparto. Sin embargo, el actor cayó la boca a todos con su interpretación y hoy es difícil imaginar un Aquiles mejor. Un personaje que en el texto original era inmortal, a excepción de ese talón que suponía su punto débil. El enfoque realista de la película les hizo representar la herida en el talón como algo simbólico pero no el motivo de la muerte del personaje.


   Wolfgang Petersen tenía clavada la espinita de haber rechazado la dirección de “Gladiator” por lo que cuando le ofrecieron esta película, aceptó sin pensarlo. Un cineasta que ya en su país de origen, Alemania, había dirigido títulos tan reseñables como “El submarino” o “La historia interminable”, y que en suelo estadounidense, tras “En la línea de fuego”, se había especializado en cine de catástrofes como “Estallido”, “Air Force One”, “La tormenta perfecta” o “Poseidón”.


   El resultado fue bastante bueno porque aunque la crítica profesional no fue unánime si fue mayoritariamente positiva. Y al público también le gustó, por lo que recaudaron 497 millones de dólares en taquilla, habiendo invertido 175 en su producción. Y eso que tuvo la competencia de otras dos películas potentes de tono histórico como fueron “Alejandro Magno” (que terminó pegándosela) y “La Pasión de Cristo”.


   Brad Pitt se negó a usar doble en ninguna escena, lo que paradójicamente le supuso lesionarse precisamente el talón de Aquiles, aunque parezca que forma parte más de la leyenda. En la escena del duelo con Héctor, ninguno hizo uso de doble y acordaron pagar una multa al otro cada vez que se les escapara un golpe. 50 dólares por uno flojo y 100 por uno fuerte. Al final del rodaje de la secuencia, Pitt le debía 750 a Eric Bana.


   Para los efectos visuales se usó el programa Massive, creado por Wetta Digital, que habían utilizado para películas como "El Señor de los Anillos" o la propia "Gladiator" para hacer parecer que había más gente en pantalla. De tal manera que consiguieron multiplicar los 1500 extras reales para algunas escenas de batalla, a un ejército de 50000 soldados. Lo mismo hicieron con la flota griega. 



      Lo que no recrearon fue el Caballo de Troya, que se construyó específicamente para la película pero que al término del rodaje fue donado a la ciudad de Canakkale, en Turquía, donde realmente estuvo la ciudad de Troya. Y lo que no fue tampoco generado digitalmente, sino un gazapo, típico por otra parte de esta clase de producciones, fue un avión que se puede ver en un plano de Brad Pitt.



domingo, 24 de noviembre de 2024

Lo que hay dentro

 

   FICHA TÉCNICA

Título: Lo que hay dentro.
Dirección: Greg Jardin.
País: Estados Unidos.
Año: 2024.
Duración: 103 min.
Género: Intriga, thriller, ciencia ficción.
Interpretación: Brittany O'Grady, James Morosini, Alycia Debnam-Carey, Devon Terrell, Gavin Leatherwood, Reina Hardesty, Nina Bloomgarden, David W. Thompson, Madison Davenport.
Guion: Greg Jardin.
Producción: Raúl Domingo, Kate Andrews, Colman Domingo, Jason Baum.
Música: Andrew Hewitt.
Fotografía: Kevin Fletcher.
Distribuidora: Netflix.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Un grupo de amigos se vuelve a reunir después un tiempo sin verse, como previa a la boda de uno de ellos. Pero la fiesta se ve alterada cuando uno de ellos trae una maleta que porta un invento revolucionario.

   LO MEJOR: El debut en el largometraje de Greg Jardin, quien previamente tan solo tenía tres cortos y un videoclip, no puede ser más curioso. Más si cabe si además se ha ocupado del guion. Y es bastante destacable porque la empresa no era nada fácil, una historia que tenía gran dificultad en su desarrollo narrativo de cara a hacerlo comprensible para el espectador y así no correr el riesgo de desengancharlo por el camino. Circunstancia que solventa de forma bastante efectiva Jardin. Lo hace a través de varias técnicas visuales que resultan originales. Es consciente de lo confuso que puede resultar seguirle la pista a los personajes que cambian varias veces de cuerpo, por lo que mediante cambios de luz, una serie de fotos y algunas palabras claves que utilizan los personajes, nos hace posible seguirles la pista. Es más,  uno de los alicientes de la película es ser capaces en reconocer en qué cuerpo están en cada momento y como les afectan los giros de un guion bastante retorcido. El director ahonda en la idea de que cambiar de cuerpo supone algunas tentaciones y dilemas éticos, es decir, el de la posibilidad de poder vivir las vidas de otras personas, quizá motivada por la insatisfacción de los propios o por ciertos deseos ocultos. No obstante, hay que dejar claro que no intenta ser trascendental ni demasiado ambiciosa o pretenciosa, esta planteada como una comedia negra que lo único que quiere ser es un buen entretenimiento. Uno limitado por desarrollarse en prácticamente un solo escenario pero que Jardin sortea también gracias a un acertada labor de montaje.

   Interpretación: No hay un protagonismo excesivamente claro, sino bastante coral. Quizá es Brittany O’Grady a quien podríamos considerar más protagonista. Aunque la más conocida del reparto es, sin duda, Alycia Debman-Carey, popular gracias a series televisivas como “Los 100” o “Fear of the walking dead”. Pero lo más interesante de la película es ver cómo los actores cambian sus interpretaciones para adaptarse a los cambios de personaje de sus cuerpos, cambiando sus formas de hablar y su lenguaje físico.

   Escenas (SPOILERS!!): Vamos a ir directamente a explicar el final. La clave es el único personaje que no está en la fiesta pero al que hacen referencia a varias veces, que es Beatrice. El otro personaje clave es Forbes, que es el que trae el maletín con la máquina para cambiar de cuerpos. En realidad, la explicación es bastante simple aunque solo lo sabemos al final. Beatrice consigue engañar a Forbes para cambiarse los cuerpos. Por lo tanto, Forbes nunca llegó a asistir a la fiesta, sino Beatrice pero con su cuerpo y su máquina. La cual utiliza para vengarse de los que considera responsables de que a causa del resultado desastroso de una fiesta de hace años, ella fuera a parar a una institución mental. A ver, muy bien no está la chica, eso también queda claro. La cuestión es que finalmente ya consigue quedarse con el cuerpo de Nikki (Debram-Corey), cuya vida es más exitosa y cuyo físico el más envidiado.

   LO PEOR: A pesar de los esfuerzos del autor por orientar al espectador, lo cual logra mayoritariamente, a veces no puede evitar que la trama sea un tanto caótica y exija de estar con una concentración especial. No es película que te deje despistarte ni un momento.

   REFERENCIAS: Es una de esas películas de reuniones de amigos que no salen bien en plan “Perfectos desconocidos” o la más reciente “Muerte, muerte, muerte”, pero con ciertos nexos que no podemos mencionar con “Coherence”.

   CONCLUSIÓN: 6’5. Un curioso producto de intriga y ciencia ficción, que no tiene otra finalidad que la de entretener, pero por el camino reflexiona sobre la insatisfacción de nuestras vidas y el deseo de vivir las de los demás. 




sábado, 23 de noviembre de 2024

Música de Película: Gladiator II

 


   Harry Gregson-Williams ("Las crónicas de Narnia" "El reino de los cielos") tenía la enorme papeleta de sustituir a su maestro (pues fue su discípulo), Hans Zimmer, y una de la bandas sonoras originales más reconocibles de las últimas décadas. Salvo cuando recurre a ella para referirse a la anterior película, lo que ha intentado es hacer algo totalmente distinto para evitar la comparación. A ver, no sales del cine tarareando sus melodías, pero me parece una banda sonora bastante competente y con personalidad propia.




Tema: Overture.

Película: Gladiator II.

Intérprete o compositor: Harry Gregson-Williams.



Tema: Strength and honor.

Película: Gladiator II.

Intérprete o compositor: Harry Gregson-Williams.



Tema: Heaven.

Película: Gladiator II.

Intérprete o compositor: Harry Gregson-Williams.


jueves, 21 de noviembre de 2024

Microcríticas Express: Pig/Arcadian

 


   
   Por alguna razón del universo pensaba que era una de venganzas al estilo de John Wick. Ni idea de donde me venía esa sensación. La cuestión es que lo que podría haber sido una gran decepción no lo es en absoluto. Porque resulta que es una película inesperadamente conmovedora, con una intrahistoria muy interesante, que reflexiona sobre la pérdida y a la vez muestra el entramado oscuro que puede haber, y que desconocía, en ciertos restaurantes de altos vuelos. Pero la razón de que todo funcione se puede resumir en dos palabras: Nicholas Cage. Que bien está este señor cuando está contenido, como demuestra que ese talento no se ha ido, que solo lo saca cuando le parece bien. Y ojo, que he defendido que este actor, para bien o para mal, siempre lo da todo. No obstante, cuando da con un director que le ata en corto, demuestra lo que ha demostrado aquí. Cage está magnífico, con un personaje de muy pocas palabras, capaz de dar una enorme expresividad sin tener que gesticular. Y como he dicho antes, me ha llegado a conmover. Además, con una historia atípica, que te tiene en vilo, a pesar de la sencillez de la premisa, que básicamente consiste en la búsqueda de un cerdo (bueno, una cerda, más exactamente), que tiene un ritmo pausado, se cuece a fuego lento y que para muchos tendrá una conclusión insatisfactoria. Pero es que la cuestión es que lo que hay que tener en cuenta es el mensaje, lo que ha supuesto el viaje del protagonista. Ahí es donde está la película. 7. 


   Nicholas Cage alterna proyectos muy locos, donde sus pergeñadores tienen a bien, de hecho, lo usan como su principal reclamo, dejar que se desate con interpretaciones sobreactuadas y excesivas, con otros en los que se muestra más contenido. Pues bien, una película con monstruos y Nicholas Cage en el ajo invitaba a lo primero. Sin embargo, no lo es para nada. Es más, ni siquiera es el protagonista total pues a la mitad deja paso a los dos actores más jóvenes, Max Jenkins y Jaeden Martell (“It”). Bastante mejor el segundo, por cierto, aunque se empeñen en darle más bola al primero. Contrariamente a lo previsto, la película se mueve más en el terreno del drama postapocalíptico de supervivencia. Y juega con la idea de que nadie sabe realmente como se ha llegado a esa situación. No obstante, monstruos si que hay. Pero cuidado, es una producción de bajo presupuesto, lo cual provoca, y tampoco creo que le venga mal, que dosifiquen la exposición de los bichos. Pero se agradece que no tiren de los trucos habituales de mostrarlos en medio de la oscuridad o con planos muy cortos, de forma que no veas nada, no sea que se note esa falta de dinero en cuanto a los efectos especiales. No, recurren más al fuera de campo, pero cuando salen se ven bien. Y para ser una película modesta, no están mal recreados. Es verdad que tiene ciertas semejanzas con “Un lugar tranquilo” y que en la última parte se despendola un poco pero también es la más divertida. En definitiva, nada del otro mundo pero tampoco una patraña, cumple. 6.

martes, 19 de noviembre de 2024

Escenas Míticas: Especial Péplum - Cleopatra

 


   Es curioso como siempre ha estado por detrás de títulos como “Ben-Hur” o “Espartaco”, a pesar de ser una de las películas más colosales de la historia del cine, que aunque fue mayoritariamente apoyada por la crítica, no lo hizo de forma unánime, pero que con el tiempo ha sido considerada merecidamente una obra maestra. También su fama de película maldita colaboró en estas cuestiones, gracias a los continuos problemas en el rodaje.




   De primeras, el director elegido, Rouben Mamoulian, fue despedido tras comenzar la película por considerar que estaba sobrepasado e incapaz de solucionar los problemas que se estaban presentando. Vamos que le venía grande. Lo cual llevó a elegir a un director más experimentado, Joseph L. Mankiewitz, en cuya filmografía figuran títulos como, antes y después de “Cleopatra”, “Eva al desnudo”, “La huella”, “Historias de Filadelfia”, “La condesa descalza” o “Julio César”.



   Aun así, Mankiewitz casi tampoco termina la película, pues el primer montaje, de más de cinco horas, no gustó a los productores, quienes le despidieron, contratando a Elmo Williams, cuyo montaje gustó incluso menos. Vuelta a llamar a Mankiewitz, que solicitaba lanzar la película en dos partes. Nueva negativa y orden de recortarla notablemente, concretamente hasta los 194 estrenados en salas. Aunque personalmente he visto esta vez, y a la que refiero aquí, es a la de 221.



   Esto en cuanto a los directores, en cuanto al rodaje, fue un auténtico infierno, repleta de constantes retrasos, aplazamientos, a causa del continuo aumento del presupuesto y de los problemas de salud de su estrella, Elizabeth Taylor, que contrajo neumonía a poco de empezar el rodaje y a quien se le tuvo que practicar una traqueotomía a vida o muerte.



   El presupuesto se fue hasta los 33 millones de dólares, y aunque terminó recuperando la inversión y recaudó 57, siendo la mejor taquilla de 1963, hizo temblar los cimientos de la todopoderosa Twentieth Century Fox amenazando con la quiebra. Uno de esos millones fue al bolsillo de Elizabeth Taylor. Uno no, llegaron a ser siete en total pues firmó una cláusula para llevarse un 10% de la recaudación de la película.



   Eso la situó como la actriz mejor pagada de Hollywood. Por lo visto, no estaba interesada en el papel y pidió una cifra desorbitada para que la descartaran. Para su sorpresa, se lo concedieron. Y eso que no había sido la primera opción. Antes se consideraron los nombres de Susan Hayward, Katherine Hepburn, Gina Lollobrigida o Sophia Loren. Cómo podéis ver, ninguna de ascendencia ni remotamente cercana a la egipcia.



   Digo esto porque me resulta casi cómico como hoy en día algunos se rasgan las vestiduras cuando el actor o actriz elegida no tiene la nacionalidad, raza, sexo o etnia que requiere el personaje. Como hemos podido ver con Halle Bailey en el live action de “La sirenita” o Scarlett Johansson en el de “Ghost in the shell”. Pero a nadie le importó que personajes históricos africanos como Cleopatra o Jesús de Nazaret fueran interpretados por anglosajones. O a Natalie Wood le oscurecieran la piel para hacerla pasar por puertorriqueña en “West side story”.



   Que no se me entienda mal. Elizabeth Taylor me parece una Cleopatra inolvidable y ahora es difícil imaginar a otra en el papel. Ya me había enamorado, sobre todo en “La gata sobre el tejado de zinc”, pero es que aquí desplegó su enorme magnetismo y su apabullante presencia en pantalla. Su participación aquí convirtió en la mayor estrella de Hollywood. Pero sorprendentemente no estuvo entre las nueve nominaciones al Oscar, de las cuales la película consiguió fotografía, vestuario, dirección artística y efectos especiales.



   En el reparto la acompañó Richard Burton, con quien mantuvo una aventura, lo cual supuso un gran escándalo pues ambos estaban casados. Posteriormente ellos mismos se casaron, manteniendo una relación de doce años, con dos bodas y dos divorcios de por medio. La actriz siempre ha considerado a Burton su gran amor, y eso que llegó a tener ocho maridos.



   Les acompañaron Rex Harrison, Roddy McDowall y Martin Landau. Todos encarnando los personajes descritos en el libro "The life and times of Cleopatra", de Carlo Mario Franzero, y en los textos de historiadores como Plutarco, Suetonio y Apiano. Que contaban como Cleopatra resistió al Imperio Romano y puso a sus pies al mismísimo Julio César.



   Se construyeron 79 decorados y se hicieron 26000 trajes. 65 de ellos para Elizabeth Taylor, incluyendo uno íntegramente de oro de 24 quilates. Quizá no guardaran demasiado rigor histórico pero atrajeron mucho al público. Como su maquillaje, que se convirtió en tendencia más tarde, en los años ochenta. Se especuló con una película sobre Cleopatra con Angelina Jolie en el personaje pero no llegó a a hacerse. Ahora pasa algo parecido con una con Gal Gadot como protagonista. 



domingo, 17 de noviembre de 2024

Gladiator II

 

   FICHA TÉCNICA

Título: Gladiator II.
Dirección: Ridley Scott.
País: Estados Unidos.
Año: 2024.
Duración: 148 min.
Género: Acción, aventuras, drama.
Interpretación: Paul Mescal, Fred Hechinger, Denzel Washington, Pedro Pascal, Connie Nielsen, Djimon Hounsou, Joseph Quinn, May Calamawy, Lior Raz, Derek Jacobi, Peter Mensah, Matt Lucas.
Guion: David Scarpa. Personajes: David Franzoni.
Producción: Lucy Fisher, Michael Pruss, Ridley Scott, Douglas Wick, Walter F. Parkes, Laurie MacDonald, David Franzoni.
Música: Harry Gregson-Williams.
Fotografía: John Mathieson.
Distribuidora: Paramount Pictures.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Muchos años después de la muerte de Máximo en el Coliseo, un adulto Lucio vive lejos de su Roma natal, pero la conquista de su pueblo adoptivo por parte de los romanos, le obliga a volver y luchar como gladiador en la arena.

   LO MEJOR: Pulgar hacia arriba. Ridley Scott recuperó el péplum hace casi un cuarto de siglo, creando una estela de títulos posteriores de ese género, ninguno de ellos superando a su “Gladiator”. Pues bien, esta secuela tardía también es superior a todos ellos, por lo que el director británico puede decir bien alto que tiene los dos mejores péplum de las últimos tres décadas. Porque esta segunda parte, si bien no llega al nivel de la primera parte, si juega en la misma liga y se acerca mucho. Me tengo que quitar el sombrero con Ridley Scott. Hay directores que no llegan a ser capaces de sacar una sobreproducción de este calibre en toda su carrera, y aquí tenemos a este señor haciéndolas como churros, con la dificultad añadida de hacerlo a sus 86 años, lo cual no se nota en ningún momento. Vaya vigor en la dirección que despliega a su edad. Es que no parece que a ambas películas les separe la friolera de 24 años, todo lo contrario, parece que las hubiera hecho seguidas. No se me ocurre mejor director a la hora de rodar una batalla y es, sin duda, uno de los mejores a la hora de crear épica en pantalla. Los combates en el Coliseo tienen una potencia visual impresionante. Es pura espectáculo, puro entretenimiento. Pero es que además, a nivel de tramas se guarda algunos giros bastante sorprendentes. Y si, gracias a no ser demasiado fiel a los hechos. Ni falta que hace, esto nunca ha ido por el camino del biopic. Es la diferencia entre basarse e inspirarse en hechos reales. Es una película, se mezcla realidad y ficción. Merced a ello, Scott entregado una de las películas más disfrutables del año, sino la que más.

   Interpretación: El elenco es maravilloso y está maravilloso. Con un protagonismo más compartido. Es una diferencia notable respecto a la película de 2000, donde Russell Crowe era dueño y señor de la pantalla, y Joaquín Phoenix y Connie Nielsen estaban en un escalón inferior. Aquí Paul Mescal podemos decir que es el protagonista principal, que está francamente bien, por cierto. Pero aquí tanto Connie Nielsen (que repite), como Pedro Pascal y, sobre todo, Denzel Washington está muy cerca en relevancia. Además están los dos hermanos emperadores a modo de psicópatas a lo Calígula, Joseph Quinn y Fred Hechinger. Mucho mejor el primero. También recuperan brevemente a Derek Jacobi.

   Escenas (SPOILERS!!): Además de homenajear a la primera película con la repetición de algunos planos y frases icónicas, comienza con unos créditos iniciales a medio camino de la animación, con los highlights de la entrega anterior. La primera mitad tiene una estructura casi clavada a ella, incluso empezando con una gran batalla. Continuando con una serie de combates en la arena, a cual más espectacular, como el del mono, el del rinoceronte o el enfrentamiento naval en el Coliseo. Pero después, al borde del tercer acto, toma su propio camino con el juego del cambio de roles. Esto es, los que creíamos villanos principales, es decir, Acacius (Pascal) y los hermanos emperadores, Geta (Quinn) y Caracalla (Hechinger), cambian su papel. El primero ni siquiera lo es, y los segundos ceden ante el verdadero villano, y casi coprotagonista de la película, Macrino (Washington).

   LO PEOR: Lo coloco aquí para avisar a los fanáticos de la fidelidad histórica. Pero personalmente me importa entre cero y nada que se tome sus licencias. Es más, se lo aplaudo. Cuando quiera ver un documental me pongo el Canal Historia. Lo que sí es cierto es que el guion es inferior al de la primera, qué en cierto punto se vuelve muy loco y no tiene el tono shakespeariano de su predecesora.

   REFERENCIAS: Sigue muy claramente el esquema de “Gladiator”, después va más por el camino de títulos que también inspiraron a la primera, como “Espartaco” o “La caída del imperio romano”. Se especula que podría haber una tercera parte. Así sea.

   CONCLUSIÓN: 8. A pesar de la edad, un desatado Ridley Scott vuelve a regalarnos un vigoroso espectáculo épico de enorme entretenimiento que, si bien no llega al nivel de su antecesora, si merece un pulgar hacia arriba.




sábado, 16 de noviembre de 2024

Microcríticas Express: Last straw/De naturaleza violenta/La ira de Becky

 



   Es una home invasion de libro solo que trasladando la típica situación de asalto de una casa a una 
cafetería de carretera. Se podría decir que es una bar invasion. Salvado ya esta tontería de comentario, hay que decir que lo más interesante de la película es que muestra la acción desde dos puntos de vista diametralmente opuestos. Es decir, desde la propia víctima del ataque y desde el de los agresores. Y hay bastante información que no se ve desde uno solo de los enfoques y que cuando el espectador puede ver los dos, se puede llevar algunas sorpresas. Además, tiene el metraje justo y muy buen ritmo, no hay mucha oportunidad de aburrirte, por lo que resulta un buen entretenimiento. Que además, no escatima en cuanto a la sangre e incluso tiene toques de gore. En su sencillez reside su virtud. Que se apoya en el protagonismo absoluto de una desconocida para mí, Jessica Belkin, que está realmente convincente, con un personaje que tampoco es que caiga especialmente bien sino todo lo contrario, que es la víctima pero que tienes la sensación de que se va a defender mejor de lo que parece y que mantiene la película en pie. A pesar de que en la última parte, en su tercio final, tenga decisiones de guion, como poco, cuestionables, y no termine de rematar la faena. En cuanto a la dirección, la puesta en escena es resultona, sobre todo mientras se mantiene el suspense de la identidad de los atacantes, especialmente, en el segundo acto. 5’5.


   Es un slasher de lo más básico que hay, que prácticamente fusila la propuesta de “Viernes 13” y que homenajea al subgénero en los ochenta. Recordemos que la madre de los slasher, “La noche de Halloween” no era realmente muy sangrienta, pero todos los que se hicieron en la década siguiente si ponían especial acento en este aspecto. ¿Cuál es el chiste entonces? Pues que está rodada desde el punto de vista del asesino. No desde sus ojos, desde una cámara subjetiva, sino acompañándole de principio a fin. Bueno, o casi, hay veces que nos separamos un poco de él. Esto resulta original y hasta interesante, por lo menos durante un rato. Porque te tiras media película siguiendo al asesino mientras pasea por el bosque en busca de víctimas, que a veces parece un videojuego, y ni siquiera las pequeñas elipsis pueden evitar que este aspecto resulte redundante y plomizo. Para los amantes del gore, esta película lo tiene, los asesinatos son brutales, tiene la muerte más extrema que he visto en mucho tiempo. Un poco a lo “Terrifier” y con el mismo sin sentido, porque todo es un poco gratuito, como queriendo cubrir expediente dando su ración de carnaza al espectador. Y el caso es que tiene una buena puesta en escena, incluso queriendo mantener un estilo a la hora de presentar las escenas. Pero el guion es muy pobre, hay una conversación en la parte final que dices, ¿esto para que? En definitiva, tiene un planteamiento curioso, pero es que no tiene más que eso. Va a haber secuela pero no sé si la veré. 5’5.


   Es la secuela de “Becky”, que en su momento me pareció una agradable sorpresa y superó mis expectativas, que también es verdad que no eran demasiado altas. Otra home invasion pero dándole una vuelta de tuerca, convirtiendo a la perseguida en perseguidora y derrochando por el camino una buena ración de sangre y hasta de gore. Para todo ello, tenía una Lulú Wilson que se comía la pantalla. En esta secuela la propuesta es básicamente la misma, incluso repitiendo el tipo de villanos. La diferencia es que la inocente Becky de la primera parte ya no es tan inocente y se ha convertido en un sucedáneo de John Wick pero en niña, bueno, adolescente. Y aquí es donde me empieza a fallar la historia. No me la creo. Es verdad que permite dar la vuelta a la tortilla, haciendo que después de repetir el planteamiento de la anterior película, sea ella la que invade una casa, pero es que es todo como muy disparatado. Lo que provoca que tampoco te puedas tomar la historia, ellos tampoco, muy en serio, y prácticamente se meta en el terreno de la comedia negra más que en el terror. Además, es sangrienta pero diría que menos que la anterior. Para colmo, al final se flipan pero a base de bien y lo dejan para una tercera parte que plantea una Becky totalmente diferente. A ver, que eso si, el personaje ha ido evolucionando y está bien pero por el camino he perdido el interés. 5.

martes, 12 de noviembre de 2024

Escenas Míticas: Especial Péplum - Espartaco

 


   Uno de los péplum favoritos del público, o del cine de espada y sandalia, o como las conocíamos en España, “de romanos”. Curiosamente también una de las habituales en Semana Santa, a pesar de que su componente religioso es nulo. No hay ni una sola referencia ni a Jesucristo ni al cristianismo. De hecho, los acontecimientos que se relatan son unos setenta años antes del nacimiento de Jesús de Nazaret.



   Por tanto, no tiene tratamiento de cine bíblico, pero si de cine histórico, épico, bélico, y transita por el terreno del biopic. Aunque no relata la vida de Espartaco de principio a fin, sino unos pocos años de ella hasta su muerte, ni se centra exclusivamente en su figura sino que también pone su foco en los devenires internos de la política romana, en concreto, el enfrentamiento entre Craso y Graco, senadores del Imperio.



   Basada en la novela homónima de Howard Fast, escritor cuyas obras literarias han sido adaptadas al cine en numerosas ocasiones. Pero quien terminó de darle las pinceladas sibilinas de ideas poco habituales en estas grandes superproducciones fue el guionista Dalton Trumbo. Defenestrado en aquella época a causa de ser perseguido por el senador McCarty en la obsesiva caza de brujas a la que sometió a aquellas figuras públicas sospechosas de apoyar el comunismo.



   Trumbo se vio obligado a trabajar bajo seudónimo. Hasta que el propio Kirk Douglas llamó a su puerta. No solo le pidió que escribiera el guion de la película en la que personalmente tenía tanto empeño. Recordemos que ya estuvo muy interesado en protagonizar “Ben-Hur”. Sino que además le aseguró que sería acreditado con su verdadero nombre. Tal era el poder de Douglas en Hollywood, que al conseguirlo, logró que la lista negra de figuras del cine de McCarty, se diera por cancelada.



   Además, Trumbo gozó de cierta libertad creativa, introduciendo carácter político a la historia, con conceptos como la democracia, la dictadura, y planteando a Espartaco como símbolo de la libertad. Quien realmente fue líder de la Tercera Guerra Servil (se llamaban así porque fueron protagonizadas por esclavos), la más conocida e importante, conocida como Guerra de los Gladiadores, la única que logró poner en jaque verdaderamente al Imperio Romano.



   Inicialmente fue dirigida por Anthony Mann, quien ya comenzado el rodaje, lo abandonó por sus numerosos enfrentamientos con Kirk Douglas precisamente. Curiosamente Mann también abandonó otro péplum bastante importante, “Quo Vadis”. La cuestión es que fue sustituido por Stanley Kubrick que, para colmo, también estuvo a punto de abandonar pero en este caso por sus enfrentamientos con los productores.



   Kubrick pidió eliminar todo lo rodado por Anthony Mann y quería centrarse más en todo lo relativo a la política del Imperio Romano. A lo cual recibió sendas negativas del estudio. Quizá por eso, el cineasta considera la película un fracaso personal, pues no consiguió hacer lo que realmente pretendía. Y es cierto, que aunque en ella se perciba su talento narrativo, sus pinceladas estilísticas, es probablemente la película de su filmografía menos Kubrick.



   Un Kubrick que sólo contaba con cuatro películas como director; la desconocida “Miedo y deseo”, “El beso del asesino”, “Atraco perfecto” (ya si muy reconocida”) y la que probablemente sea una de las mejores películas de su filmografía, “Senderos de gloria”, precisamente con Kirk Douglas como protagonista, lo que probablemente tuvo mucho peso para su elección como sustituto de Anthony Mann.



   A Douglas le acompañaba un reparto impresionante. Jean Simmons se llevó el papel de Varinia, al que optaron Elsa Martinelli, Ingrid Bergman y Jeanne Moreau. Acompañados por Tony Curtis, Lawrence Olivier, Charles Laughton y un Peter Ustinov que consiguió el Oscar como mejor actor de reparto. No fue el único que consiguió la película, también los de fotografía, vestuario y dirección artística, de las nueve nominaciones que tenía.



   Se llegaron a utilizar hasta 10500 extras, de los cuales 8000 procedían del ejército español, pues las batallas fueron rodadas en España, concretamente en las afueras de Madrid (Colmenar Viejo y Alcalá de Henares) y Guadalajara. De las cuales se recortaron unos trece minutos por contener excesiva violencia, según un público de prueba al que se le permitió ver el montaje original de 197 minutos, que se redujo hasta 184.



   La película está considerada una de las mejores del género, y funcionó también económicamente. Costó 12 millones de dólares, de los 5 presupuestados en un principio, y recaudó 60 en taquilla. La figura de Espartaco ha sido representada en varias ocasiones, como en una miniserie de 2004, o en la exitosa serie d Starz, "Spartacus".

domingo, 10 de noviembre de 2024

Dogman

 

   FICHA TÉCNICA

Título: Dogman.
Dirección: Luc Besson.
País: Francia.
Año: 2023.
Duración: 114 min.
Género: Thriller.
Interpretación: Caleb Landry Jones, Jojo T. Gibbs, Christopher Denham, Clemens Schick, John Charles Aguilar, Grace Palma.
Guion: Luc Besson.
Producción: Virginie Silla, Luc Besson.
Música: Eric Serra.
Fotografía: Colin Wandersman.
Distribuidora: Vertigo Média.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Tras una infancia de abusos y maltratos, Douglas vive al margen de la sociedad, acompañado por sus perros, con los que ha contraido un vínculo más allá de lo explicable.

   LO MEJOR: Luc Besson ha dejado de canibalizarse a si mismo, con ejemplos tan claros como “Lucy” o “Anna”, que eran variantes de “Nikita, dura de matar” o “Valerian y la ciudad de los mil planetas”, sucedáneo de “El quinto elemento”, para realizar la que considero su mejor película de las últimas dos décadas, desde que firmara “Angel-A”. Y aunque a muchos le cantarán las reminiscencias al “Joker” de Todd Philips (tranquilos, la primera película solo), tiene momentos de dirección que recuerdan al mejor Besson. Sin embargo, ha dividido a la crítica, hay quienes la consideran muy buena, y quienes todo lo contrario. El cineasta no esconde sus referencias e inspiraciones para plantear la historia pero también es verdad que después toma su propio camino, se la lleva a su terreno y ahí es donde la película explota. Así que yo me declaro del primer grupo, de los que les ha gustado mucho. Tanto por sus referentes literarios, como Shakespeare, Robin Hood o el Fantasma de la Ópera. Como por su historia, que no ha dejado nunca de interesarme, favorecida por lo bien que funciona el montaje en paralelo, pues está narrada a través de intermitentes flashbacks pero cuyos diálogos del, digamos, presente, son igual de interesantes o más, en esa “charla” con la psicóloga. Además, Besson vuelve a hacer algo que se le daba de maravilla en el pasado, combinar escenas de violencia, aunque en esta ocasión muy medida, no muy explícita, e incluso usando el fuera de plano, con momentos realmente conmovedores. Es lo que debería haber sido “Joker 2”.

   Interpretación: Caleb Landry Jones siempre me ha parecido un buen actor pero ha estado habitualmente relegado a personajes secundarios. Aquí no, aquí todo se apoya en él como protagonista único y absoluto. Está de matrícula de honor, comiéndose la pantalla en cada plano, yendo del Joker de Joaquín Phoenix al de Heath Ledger, hasta una versión suya propia. Qué buen Joker habría sido, por cierto. Incluso facialmente le pegaba el papel. Va a aparecer en la próxima adaptación de “Drácula” a cargo del propio Luc Besson. Por favor, que sea como protagonista.

   Escenas (SPOILERS!!): Igual voy a pecar de buscar demasiadas referencias del universo Batman pero cuando cae al suelo ya hundido, en la perrera, y los perros salen de sus jaulas para cuidarle, me ha recordado a la fusión de entendimiento entre los murciélagos y Bruce Wayne, o los gatos y Catwoman. Porque es ahí donde nace Dogman (palabra que nunca se menciona, por cierto). La parte más puramente Besson es, sin duda, la final, con el asalto de los gángsters a su guarida, es de esos festivales finales que le gustan al director galo. Me ha recordado al de cierto matón francés que iba con una niña llamada Mathilda. Lo que sí que me esperaba durante toda la película es que Douglas (Caleb Londry Jones) terminará ayudando a la psicóloga, “prestándole” uno de sus perros, porque su personaje no deja de tener un perfil de superhéroe justiciero.

   LO PEOR: Hay un tema vital para la historia que simplemente no se llega a explicar y que tienes que decir, vale “aceptamos pulpo como animal de compañía”, y es el entendimiento con los perros. No es por entrenamiento, ni poderes telequinéticos ni nada que se diga. Solo que es así, ya está, lo ponía en el guion. Pero bueno me he tragado cosas más imposibles.

   REFERENCIAS: Es el Luc Besson de la que a día de hoy sigue siendo mi película favorita de él, “León, el profesional”, pero teniendo como ítems destacados a “Joker” e incluso a “Cruella”.

   CONCLUSIÓN: 7’5. Es lo mejor que ha dirigido Luc Besson en los últimos veinte años, llevándose la idea del Joker a su propio terreno y entregándole la película a un inspiradísimo Caleb Landry Jones y a esos perros.




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