Con motivo del estreno de la secuela de “Bitelchus”, el primer éxito en la carrera de Tim Burton, por cierto, la segunda secuela de toda su filmografía tras “Batman vuelve”, repasaremos varios de sus títulos en la que considero la mejor época creativa del director. Precisamente, la primera de “Bitelchus”, las de “Batman” o “Eduardo Manostijeras” no estarán entre ellos pues ya las hemos actualizado no hace demasiado en otros ciclos.
Comenzaremos con “Ed Wood”, que hace referencia al nombre del que se considera “peor director de la historia del cine”, lo que a la postre ha terminado por convertirlo en un director de culto. Para llevar a cabo esta especie de biopic, se basaron precisamente en la biografía que Rudolf Grey escribió sobre él en “Nightmore of ecstasy, life and out of Edward D. Wood”.
Pero ¿de verdad era tan malo o hay un poco de mito? Pues, efectivamente lo era, el apelativo no es porque hiciera películas con tan poco dinero que resultaran enormemente cutres. Era por falta de talento. Ed Wood podía rodar treinta escenas en una noche porque las validaba con una sola toma, sin hacerlas repetir aunque los actores se equivocaran, tropezaran o tiraran parte del decorado. Sus películas son desastres totales. Y no se debía a su falta de perfeccionismo, es que él realmente las veía bien como estaban.
Este es un aspecto interesante porque por muy malos que puedan ser títulos como “Glen o Glenda”, “La novia del monstruo” (“La novia del átomo” originalmente) o “Plan 9 del espacio exterior”, todas ellas transmiten un entusiasmo y una autenticidad que no se ve todos los días. El propio Burton, tras revisar la obra de Wood, se declaró fan del cineasta.
De hecho, dijo que sus películas eran espantosas pero que había imágenes que no se le olvidarían nunca. Personalmente, podría suscribir esas palabras totalmente. Viendo la película de Tim Burton, la curiosidad por “Plan 9 del espacio exterior” era tan grande que tuve que verla. Y efectivamente, es malísima pero pocas veces se tiene la oportunidad de ver algo tan divertido.
Algunas películas son tan horrorosas que terminan dando la vuelta al calcetín y convirtiéndose en buenas. Al menos, y entiendo que esta película lo haya hecho, en un título de culto. Estamos hablando de una película cuyo argumento va de una invasión alienígena, para la cual pretenden resucitar a los muertos de los cementerios y hacer un ejército con ellos. Hay extraterrestres, vampiros, bombas atómicas, zombis y platillos volantes. No se puede pedir más. Si, esto es cine.
Algunos ven paralelismos entre esta y la que se considera peor película de la historia,”The room”, de Tommy Wiseau, que James Franco retrató en su película, “The disaster artist”. Por favor, “Plan 9 del espacio exterior”, es cutre como ella sola pero es pura diversión. “The room” es intragable. Al igual que la película de Franco es el retrato de una curiosidad del cine mientras la de Burton es la excusa para homenajear al cine de serie B.
El escaso o nulo talento de Ed Wood no le eximió de conocer a estrellas del cine y lo más curioso es que participaron en sus películas. Si, claro, estrellas en el ocaso de sus carreras. Como Maila Nurmi, más conocida como Vampira, personaje con el que presentaba un programa donde se emitían películas de terror. Y, por supuesto, a Bela Lugosi, el célebre el Drácula de la versión de Tod Browning de 1930.
No solo es que le conociera, es que Wood y Lugosi desarrollaron una gran amistad que duró hasta la muerte del actor húngaro, lo cual supuso un gran golpe para el cineasta. Esta historia interesó especialmente a Tim burton, quien veía semejanza entre esa amistad y la que él mismo tenía con otra leyenda del terror clásico, Vincent Price. De hecho, su última aparición para el cine fue en "Eduardo Manostijeras".
Precisamente, en respeto a Bela Lugosi y a todas las películas del propio Ed Wood, que habían sido en blanco y negro, Burton decidió rodar su película en ese formato. Para dar vida al director y a toda su peculiar tropa, tiró de un gran reparto, encabezado por su actor fetiche, Johnny Depp, y seguido por Martin Landau, Patricia Arquette, Sarah Jessica Parker, Bill Murray, Lisa Marie y Vincent D'Onofrio.
La película fue un fracaso de taquilla. Costó 18 millones de dólares, más que toda la filmografía de Ed Wood, y solo recaudó 13. Sin embargo, la crítica la alabó y muchos la consideran la mejor película de su carrera. Además, ganó dos Oscars, uno para Martin Landau y otro para el maquillaje.
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