No
considero que las películas o series tengan una edad determinada para
verlas. Están las historias que te resultan interesantes y las que
no. Otra cosa es que preferiblemente se busque un tipo de público.
Porque esta serie es una historia de misterio de tono juvenil pero de
la que puede disfrutar todo el mundo. Y siempre digo que una serie es
buena cuando estás deseando ver el siguiente episodio. Bueno, pues
esta me la he visto en dos sentadas, así que, saquen sus
conclusiones. A ver, tampoco es que sea una maravilla. Y se cumple
que esta clase de tramas me interesan casi por definición. Incluido
el tópico de desarrollarse en una localidad pequeña y muy peculiar
marcada por un crimen. Planteada como un whodonit cuyo escenario es
el propio pueblo, donde planea eternamente la pregunta de “quien
mató a Andie Bell” ofrece una trama de intriga bastante más
enrevesada de lo que podría ser previsible. Por lo visto está
basada en una saga de novelas protagonizadas por el mismo personaje,
por lo que es posible que tenga más temporadas, en plan Jessica
Fletcher adolescente, interpretada por una genial Emma Myers. Ya dije
que la serie “Miércoles”, que no solo era Jenna Ortega la que
brillaba. Esta chica es muy buena. Por cierto, para nada tiene la
edad que aparenta en esta serie típica veraniega que me ha recordado a
“Cruel intentions”. 6’5.
La
novela homónima de Scott Turrow ya había sido adaptada pero al cine
en una de las películas de juicios que más me gustó en su momento.
Dirigida por Alan J. Pakula y protagonizada por Harrison Ford, que te
dejaba con la boca abierta en su escena final. David E. Kelley, un
especialista en series judiciales y de investigaciones policiacas,
nos vuelve a traer esta historia. Para aquellos que ya vieron la
película de los noventa les diré que esta versión es diferente. Y
se agradece que no ofrezca exactamente lo mismo. Si, básicamente es
la misma trama, pero tiene numerosos y significativos cambios
respecto a la adaptación cinematográfica, como el enfoque de los
personajes y la relación entre ellos. Sobre todo en cuanto a la
víctima, que en la película es retratada casi como una femme
fatale, y aquí nada de eso. Incluso le dan una vuelta al final para
que nuevamente sea una sorpresa, por si es algo que preocupe a los
que ya la conozcan en la peli. Desconozco si es que han hecho una
reinterpretación de la novela, si es más o menos fiel que la
anterior o si simplemente han tomado otro camino, porque no la leí,
pero lo que si sé es que me ha enganchado de principio a fin,
incluso a pesar de que hay situaciones que quizá se alarguen
innecesariamente. Además, tiene muy buen reparto. 7’5.
Es
un historia
de desapariciones pero no está basada en una historia real. Aunque
tiene cierto parecido con el caso de un chico que fue secuestrado, el
creador se inspira en todas esas desapariciones de niños cuyas caras
empezaron a aparecer en los cartones de leche. A priori es bastante
interesante y da curiosidad eso de que la creación de la marioneta, cuyo nombre da título a esta miniserie, como gancho para recuperar al
chaval. Pero, en cierto modo, me ha decepcionado un poco. No es que
esté mal, pero esperaba un thriller policiaco y me he encontrado un
poco de todo y nada en particular. Porque su gran problema es la
indefinición. Quiere ser demasiadas cosas. Un drama sobre la
pérdida, una
denuncia sobre la homosexualidad oculta en los ochenta, el tema de la
explotación de menores o el de las enfermedades mentales, que casi
es el que mejor funciona. Aunque yo sinceramente no veo tan relevante
lo del muñeco para la resolución de la trama. En lo que se deberían
haber centrado es la investigación policiaca, que era lo más
interesante y lo primero que falla porque el enigma sobre la ausencia
del niño se descubre muy pronto y resta interés a los últimos
episodios. Así y todo, siempre es un gusto ver a Benedict
Cumberbatch desplegando su talento con un personaje que le da para
ello. 6’5.
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