jueves, 29 de diciembre de 2022
Avatar, el sentido del agua
FICHA
TÉCNICA
Título:
Avatar,
el
sentido del agua.
CRÍTICA
SINOPSIS: Jake
Sully y Neytiri han formado una familia y son felices. Pero los
hombres vuelven a Pandora y el objetivo es acabar con él, por lo que
decide hacer el sacrificio de abandonar el clan y buscar un lugar
lejano donde esconderse.
LO MEJOR:
Sin duda, la película evento del año, y por tanto, de esas que dan
impulso a las salas de cine. Porque por mucho que cacareen algunos en
las redes sociales sobre la falta de creatividad, de la secuelitis,
luego esos mismos no compran entradas para las películas más
arriesgadas y diferentes. Por lo que tienen que venir películas como éstas a dar un empujón a la industria cinematográfica. Y hay que
decir que James Cameron ha cumplido con lo suyo, lo ha vuelto a
hacer, habría que decir. Porque su nueva película más que eso es
una experiencia y tengo que reconocer que verla en 3D la hace
absolutamente más inmersiva. Quien me conoce sabe que no soy ningún
fan de este formato, creo que es un efecto que se disipa a los diez
minutos de empezar y muy pocas películas saben sacarle de verdad
rendimiento. Pero es que precisamente James Cameron es el cineasta
que mejor sabe sacarle jugo, tal vez porque en su cabeza la película
está visualmente concebida así desde su génesis. Es por eso que
consigue que el efecto tridimensional está siempre presente y haya
una sensación constante de profundidad de campo. No obstante, para
que piense que Cameron ha vuelto a repetir la fórmula de la primera
parte, está totalmente equivocado. Visualmente ha creado un mundo nuevo,
de imágenes con las que te quedas embobado, de una belleza excelsa,
donde se nota que el director ha disfrutado al llevar la historia al
medio que personalmente más le fascina, el agua. Además, a pesar de
la extensa duración, más allá de las tres horas de metraje, le ha
sabido dar tan buen ritmo que no se notan. Y por si fuera poco,
también el guion tiene mayor profundidad. Desde luego, continúa
con sus mensajes ecologistas y sobre la biodiversidad frente al
imperialismo, pero de lo que realmente nos habla esta vez es de la
familia.
Interpretación: La
técnica de captación de expresión facial ha mejorado incluso más
de lo que ya de por sí era asombrosa en la anterior entrega, por lo
que no nos cuesta ver a los rostros que están detrás, recuperando a
Sam Worthington, Zoe Saldaña y esta vez a Sigourney Weaver (aunque
en otro papel la mayor parte) y a Stephen Lang. Además tenemos la
incorporación de Kate Winslet, que vuelve a trabajar con Cameron
tras “Titanic”. No obstante, en esta segunda parte, el
protagonismo es mucho más coral e incluso son los hijos de los
protagonistas los que cobran mayor importancia.
Escena (SPOILERS!!): La
parte que más se asemeja a la primera entrega es nuevamente la del
aprendizaje, esta vez en el medio acuático, con una colección de
imágenes espectaculares como no se habían visto. Cameron no digo
que se autorreferencie, simplemente es que la cabra tira al monte. De
tal manera que todo el tramo de las ballenas tiene un tono como el de
sus documentales. Pero también apreciamos el tono bélico de
“Aliens, el regreso“. Al igual que prácticamente todo el tercer
acto, con el hundimiento de la embarcación de los humanos,
irremediablemente nos venga la cabeza el de “su” “Titanic”.
No es que se copie a sí mismo, es que no puede evitar ser James Cameron. Y se nota que ésta si es parte de una historia más grande.
LO PEOR: Prácticamente
nada, pero quizá a algunos les parezca que se recrea demasiado en
imágenes que parecen las de un documental. Personalmente me resultan
tan bellas que me da absolutamente igual, de hecho, lo disfruto
muchísimo.
REFERENCIAS: Se
vienen nada menos que tres secuelas más, de las cuales una incluso
ya está rodada a falta de una larga postporducción. Y encontramos
en la película reminiscencias de la filmografía de Cameron como
“Aliens, el regreso”, “Titanic” y “Abyss”.
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