Aparte
de parecerme la mejor película española de estos últimos Goya, creo que es de
las que mejor ridiculiza las acciones de la Inquisición, que no
hacían más que escudarse en un fanatismo religioso y sectario, y
retrata sus métodos con el fingimiento de la brujería que hacen las protagonistas. Pero la
película se apoya en dos pilares, por un lado la magnífica
ambientación, realzada por una fotografía excelente. Y por otro el gran
trabajo de las actrices, de todas ellas, especialmente Amaia Aberasturi. Eso si, siempre que hablan
entre ellas lo hacen en vasco, que no tengo ningún problema, de
hecho me ha gustado el detalle, pero es que lo hacen a toda pastilla
y es muy difícil seguir los subtítulos, para los que no lo conocemos.
El ritmo es lento pero eso a mí personalmente me da igual. La parte
final me ha resultado visualmente muy impactante, incluso he llegado
a dudar de lo que pensaba. 7.
Más
que un remake de “La maldición de las brujas” de 1990, es una
nueva adaptación de la novela de Roald Dahl. Me parecía interesante
por ver que podría conseguir el binomio formado por Robert Zemeckis
y Guillermo del Toro, el primero en la dirección y el segundo en la
producción. Y ojalá hubiera sido al revés, porque la mano de Del
Toro (algunas elecciones estéticas muy creepy) se nota pero Zemeckis
parece más empeñado en dar rienda suelta a su manía con la
animación, y la película llega a parecer infantil. Eso si, lo más
salvable, aunque no sea Angélica Huston, sin duda, es Anne Hathaway.
Por cierto, respecto a la polémica sobre que el film emparentaba a
las personas discapacitadas con seres malvados y peligrosos me parece
absurda no, lo siguiente de lo siguiente. Se está yendo de las manos
tanto ofenderse por todo, que va a llegar un momento que solo se
pueda hablar del tiempo en una película. 5.
El
objetivo de un remake es actualizar los temas y renovar
estéticamente, a grandes rasgos. Y la manera de hacerlo de éste es
algo tan original como incorporar un mensaje feminista metido con
calzador. Cuando la original, que tampoco es que fuera una maravilla
pero era una película resultona y contaba con unas cuantas actrices
jóvenes de moda como Robin Tunney, Neve Campbell y Fairuza Balk (a
la cual se hace un guiño en ésta), cosa que no tiene ésta; cargaba
las tintas con el bullying, que perfectamente podría valer para la
actualidad. Pero no, había que meter el feminismo como fuera, de
forma burda y falta de sutileza, como un corta y pega. Algo así como
lo que hicieron con el remake (el último) de “Navidad sangrienta”
(si no la habéis visto, seguid sin hacerlo). El giro final es de las
cosas más ridículas que he visto en mucho tiempo. Una pena porque
tiene un par de escenas curiosas en lo visual y podrían haber
seguido por ahí, pero no. 3.
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