En
este mes se estrena “Mortal Kombat”, tercer intento de realizar una versión
en condiciones del popular videojuego. En realidad es la segunda
puesto que las dos primeras eran dos partes de la misma historia. El
responsable fue el mismo de otros dos famosos videojuegos, ambos
protagonizados por su explosiva pareja, Milla Jovovich, en “Resident
Evil” y la recientemente estrenada, “Monster Hunter”, el
irregular Paul W. S. Anderson. Pero “Mortal Kombat” fue un sonoro
fiasco.
No
obstante, sin saber el resultado de la nueva versión, nos sirve como
pretexto para dedicarle un ciclo al cine de artes marciales. y lo
hacemos comenzando por una de las peliculas mas icónicas de este
subgénero y los años ochenta, y que los aficionados a las artes
marciales recuerdan como un título de culto por todos los estilos
representados en ella entre los que se encuentra el Kung fu, Muay
Thai, Kárate, Hepkido, entre otros.
Pero
sobre todo por ser el lanzamiento como estrella del cine de artes
marciales y después de acción de Jean-Claude Van Damme. Este fue su
primer papel como protagonista y venía a unirse a ese grupo de actores
expertos en alguna clase de lucha marcial, como los casos de otros
iconos del subgénero tipo Chuck Norris o Steven Seagal.
De
hecho, sus siguientes películas también estaban diseñados para que
el actor belga pudiera lucir sus capacidades atléticas, de tal
manera llegaron “Kickboxer” (otra película muy icónica de
lucha), “Libertad para morir”, “Lionheart, el luchador”) y”
Doble impacto”. Después vinieron películas de acción más
genérica, incluso en el terreno de la ciencia ficción pero en los
que también se explotaban sus dotes marciales.
Así
fueron las cosas de “Soldado universal”, de Roland Emmerich,
“Blanco humano”, de John Woo, o “Timecop”, de Peter Hyams.
Fue la mejor época de Van Damme. Sin embargo, tras fiascos como
“Street fighther” o “Muerte súbita”(ésta ya no está tan
mal), la carrera del actor volvió a encadenar títulos puros de serie
B, la gran mayoría desconocidos, de calidad muy baja.
Y
eso que en 2012 fue rescatado por Silvester Stallone para su saga
“Los mercenarios” en la que homenajeaba a un nutrido grupo de
actores que habían sido estrellas, y algunos leyendas del cine de
acción retro. Y no le dio cualquier papel, si no el del villano
principal de “Los mercenarios 2”. Hoy en día, sigue siendo uno
de sus papeles más recordados éste de “Contacto sangriento”.
En
la que encarnó al luchador real Frank Dux, un especialista en
ninjutsu muy admirado por el propio Van Damme, que coreografió la
película y ademas fue coautor de la película dirigida por el belga,
“The quest”. Sin embargo, hay controversia respecto si las
hazañas de Dux se dieron en realidad. De hecho, gran parte de la
historia se basó en el libro escrito por él mismo, “Kumite”, el
cual se puso en duda. Dux se defendió alegando que todas las
críticas partían de un maestro del ninjutsu rival, Stephen K.
Hayes.
Jean-Claude
Van Damme compartió protagonismo con el actor y luchador chino Bolo
Yeung, que se convirtió en villano recurrente de Van Damme y hoy en
día siguen siendo grandes amigos. De hecho, Yeung afirma que hay dos
personas vitales en su carrera, el propio Van Damme, responsable de
su éxito, y Bruce Lee que fue su mentor. Por cierto que Yeung
ejerció también de villano en una película de Lee, “Operación
Dragón”.
Con esta película, Jean-Claude Van Damme puso de moda dos movimientos que se repetirían en todas sus películas posteriores, la patada voladora de helicóptero y el split completo, es decir, abrir las piernas hasta un ángulo de 180 grados. Evidentemente las críticas no fueron buenas. Ninguna película del actor las tuvo. Pero si fue un considerable éxito de taquilla. Costó tan solo dos millones de dólares y recaudó 65.
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