domingo, 11 de abril de 2021

Judas y el mesias negro

 

    FICHA TÉCNICA


Título: Judas y el mesías negro
Dirección: Shaka King.
País: Estados Unidos.
Año: 2021.
Duración: 126 min.
Género: Drama, biográfico.
Interpretación: Daniel Kaluuya, Lakeith Stanfield, Jesse Plemons, Martin Sheen, Ashton Sanders, Lil Rel Howery, Algee Smith, Jermaine Fowler, Robert Longstreet, Terayle Hill, Dominique Fishback, Nick Fink, Darrell Britt-Gibson, Amber Chardae Robinson, Adam Ratcliffe, Caleb Eberhardt, Zak Lee, Alysia Joy Powell, Crystal Lee Brown, Amari Cheatom, Debbie Scaletta, Chris Hahn, Michael Buonomo, James Udom, Michael Harrity, Matt Hudson, Linda D Gaines, Alonda Shevette, Steve Rizzo, Laura Allen, David Gragg, Peter Lawson Jones, Mell Bowser, David Haynes, Aaron Kleiber, Tone Tank, Roger Petan, Todd C. Adelman, Anthony Garcia, Chris Drexel, Shalanda Fresh, Chris Breen, Bobby Rodriguez, Chris McCail, Brian Andrus, Suzie Coker, Logan Fry, David Goebel, Dominique Thorne.
Guion: Shaka King, Will Berson (Historia: Keith Lucas, Kenneth Lucas, Shaka King, Will Berson)
Producción: Shaka king, Ryan Coogler, Charles D. King.
Música: Craig Harris, Mark Isham.
Fotografía: Sean Bobbitt.
Distribuidora: Warner Bros.


    CRÍTICA


    SINOPSIS: Un delincuente detenido por robar coches es reclutado por el FBI, que le hace una propuesta, absolverle de todos sus delitos a cambio de que colabore en una operación, inflitrarse en el partido de los Panteras Negras y acercarse a su lider Fred Hampton. 
 
    LO MEJOR: En estos tiempos donde vivimos el proceso judicial por el asesinato (qué es lo que es) de George Floyd, que dio lugar al movimiento Black Lives Matter cómo respuesta y protesta a los numerosos actos de brutalidad policial contra personas de raza negra (si, no de color, se puede decir negro igual que se puede decir blanco), asistimos al movimiento que sirve como antecedente histórico al actual, el del partido de las Panteras Negras, también surgido a raíz de altercados con la policía estadounidense. Ojo que la película deja lo suficientemente que el que ni mucho menos era una organización pacifista como si lo es la actual, pero tampoco era terrorista (hay una escena clave con ésto) como calificaban J. Edgar Hoover y su FBI, y el propio gobierno norteamericano. Eso es lo que se desprende de una elegante exposición de los hechos que solo pretende que sepamos quién era el protagonista y como pensaba, no que mostremos fascinación por él. No, ésto no es una película de Spike Lee, tan frecuentemente panfletario y aleccionador desde su púlpito. El título hace una analogía con la crucifixión de Jesucristo, con ese Judas simbolizado con el personaje real de Bill O'Neil y el del Mesías negro con Fred Hampton, uno de los líderes de los Panteras Negras. Pero aunque así presentado parezca la historia de una traición, realmente es la historia de un asesinato, algo mucho más importante y relevante, uno que seguía el de Malcolm X y Martin Luther King. 
 
   Interpretación: Ya son varios papeles en los que me parece totalmente convincente Daniel Kaluuya y, por tanto, no es casualidad en absoluto, es muy buen actor. Más sorprendente es la de Lakeith Steinfield. Ambos están magníficos y no me extrañan sus nominaciones al Oscar. No tiene que ver con el postureo hollywoodiense actual. Y entiendo que sea en la categoría de secundarios para ambos. También tenemos a Jesse Plemons y a un Martin Sheen (irreconocible) que prácticamente está caricaturizando a Hoover 
 
   Escena (SPOILERS!!): Obviando que hay momentos de relevancia como los discursos de Hampton, el asalto a la sede de los Panteras Negras, las conversaciones con las bandas callejeras y, desde luego, la secuencia del asesinato, hay dos escenas más sutiles que me parecen claves. Una es la visita de O’Neil a la casa del agente federal Roy Mitchell (que contribuye a ser su referente) con una amabilidad que contrasta con la del restaurante cuando le pide y después le exige bajo amenaza que le haga un plano de la casa de Hampton. La otra es cuando O’Neil intenta tenderle una trampa a Hampton con la insistencia del poner una bomba. Esa escena muestra, con el rechazo del propio Hampton, que los Panteras Negras no eran unos terroristas. Al final de la película hay un tramo de la entrevista real a Bill O’Neill, tras cuya emisión, sucedió su muerte, en teoría, por suicidio. 
 
   LO PEOR: Más allá de que hay algunos tramos en los que la narración se hace más densa y la parte de drama se coma la del thriller, que es mucho más interesante, hay un detalle que me ha resultado molesto. El énfasis en las canciones típicas negras. No en ponerlas, claro que eso es lo que toca, pero es como que le suben el volumen exageradamente, como si no nos diéramos cuenta de qué tipo de música es, como si tuvieran en que resaltarlo. 
 
   REFERENCIAS: El nombre de “Malcolm X” es mencionado bastantes veces así que la película de Spike Lee debe figurar como referencia. Otras toman o tocan temas de disturbios raciales en relación a la acción de la policía, como “Dark blue” (Rodney King) o l amuy recomendable “Detroit” de Kathryn Bigelow. 
 
   CONCLUSIÓN: 7. Aunque el título busque la analogía bíblica, más que la historia de una traición, es la historia de un asesinato, lo que en tiempos del Black Lives Matter, resulta más relevante, como antecedente histórico.




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