He aquí una de esas películas clásicas inolvidables y mejor
calificadas de la filmografía de su director, Alfred Hitchcock. No
en vano forma parte de la AFI Top10, es decir, una de las 10 mejores
películas en un género, concretamente en el de misterio. Además de
ser considerada de interés cultural, histórico, y estéticamente
significativo por la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos.
Hitchcock llegaba
en uno de los mejores momentos de su carrera, alternando episodios de
su famosa serie de suspense, “Alfred Hitchcock presenta” con sus
películas. Concretamente a ésta la preceden dos títulos muy
importantes en su filmografía como son “El hombre que sabía
demasiado” y “Vértigo”, que tienen algunas similitudes con
“Con la muerte en los talones”.
Aunque
personalmente son sus dos siguientes películas las que considero mis
favoritas de este mago del suspense, que son “Psicosis”, por ser
una de las mejores películas de terror de toda la historia del cine
y una de las precursoras del slasher. Y “Los pájaros”, una monster movie a su modo.
El reparto
es de auténticas campanillas. Como protagonista un Cary Grant al que
Hitchcock consideraba básico para el personaje, después de haber
trabajado con él en otros dos proyectos anteriores como “Sospecha”
y “Atrapa a un ladrón”, pero al que tuvo que convencer ante la
negativa inicial de Grant que tras leer un guion con tanta acción
se consideraba mayor para el papel.
Tras cambiar de
opinión, se completó el reparto con Eva Marie Saint, prototipo
de actriz que le gustaba el director británico que puede verse en
varias de sus películas. Saint sería recordada también por su
siguiente película, “Éxodo”. Hay una anécdota al respecto, tras
comprobar Hitchcock que el vestuario de la actriz no tenía el nivel
adecuado, se la llevó de compras para que ella misma eligiera sus
vestidos. Y la factura fue astronómica.
En los papeles
secundarios pero muy importantes en la trama estaban James Mason y
Martín Landau. Este último llegó a molestarse con el cineasta por
mantener reuniones con los demás integrantes del elenco menos con
él. Al preguntarle Landau si había algún problema con él,
contestó que no y que precisamente no se reunía con él, porque todo lo
hacía perfecto.
La idea para la
película no salió de la mente de los guionistas sino que fue
inspirada en un hecho real ocurrido durante Segunda Guerra Mundial
dónde varias secretarías con las que contaba la embajada británica
en Oriente Medio inventaron la existencia de un agente secreto para
despistar a los espías alemanes.
Hitchcock pidió
por activa y por pasiva rodar en el monte Rushmore, a lo que recibió
sendas negativas por ser un monumento de interés cultural y proteger
su integridad del rodaje. Por lo que tuvo que construir una réplica.
Sin embargo, tras la también negativa de la ONU de rodar en sus
instalaciones, Hitchcock coló varias personas en éstas con cámaras ocultas, al
más puro estilo de espías.
Sin duda una de
sus mejores películas, repleta de escenas icónicas como la
de la avioneta o en monte Rushmore. Qué es puro cine de evasión
pero de calidad, tremendamente entretenida y muy divertida (tiene
mucho sentido del humor). Con tres nominaciones Oscars (guion,
dirección y montaje). Costó 4 millones de dólares y recaudó 10.
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